"Pensar que va a volver el rock es una tontería y lo que hay que hacer es buscar nuevas formas de expresión."
Por: Sergio Iglesias
Por: Sergio Iglesias
Hablar con Iñaki Urbizu, o “Pela” como es conocido en el mundillo musical, siempre es un placer porque es un tipo transparente que destila verdad por todos los poros de su cuerpo, algo que se refleja en sus palabras y en sus canciones. En esta ocasión, la excusa para volver a charlar con él (aunque no suelen hacer falta excusas para que el Pela te coja el teléfono) ha sido la publicación de “Ni tan rápido, ni tan sucio”, un libro, que presentará el próximo 11 de julio en la sala bilbaína Nave 9, en el que recopila las letras de las canciones que ha hecho para sus diferentes proyectos: Obligaciones, Los Tornillos, Sumisión City Blues, Difunto Peladilla, Piztupunk y ahora con Víctimas Club. Aparte de una joya para los fans, este cancionero supone una oportunidad magnífica para aquellos que quieran conocer las diferentes caras del músico gasteiztarra y se acerquen a su música a través de sus letras. El libro, además, está magníficamente prologado por el grandísimo Ángel Chaparro Sainz, alias Holden Fiasco y ya sólo por eso, merece la pena tenerlo.
Empecemos hablando del monotema… ¿Cómo llevas el confinamiento?
Iñaki Urbizu: La verdad es que no he parado ni un momento porque entre Víctimas, una colaboración con Motorsex y otras cosas que hay por ahí, tengo canciones aquí para aburrir.
No hay mal que por bien no venga, ¿no?
Iñaki Urbizu: Bueno… siempre estamos haciendo canciones ¿eh? no nos hacía falta el confinamiento para eso (risas).
Comencemos a hablar de “Ni tan rápido, ni tan sucio”, ¿por qué decides hacer este libro?
Iñaki Urbizu: Fue una idea que me dio Txitxo, de Tobaco Road, que es amigo de toda la vida; cuando el año pasado dejamos Sumisión City Blues y me fui de Piztupunk, decidí empezar desde cero a hacer cosas que me movieran por dentro de verdad y entonces me di cuenta de que se me estaban quedando todas las letras perdidas por ahí y es un currazo de la hostia.
No hay ningún misterio, no soy un tipo que se tire 20 ó 30 años en la misma banda y las canciones son de todos, pero las letras son mías, aunque también has visto que hay alguna colaboración porque he puesto como coautores a todos los que han participado en las canciones aunque, simplemente, haya sido dándome una idea para salir del bloqueo cuando no sabía qué poner.
No hay ningún misterio, no soy un tipo que se tire 20 ó 30 años en la misma banda y las canciones son de todos, pero las letras son mías, aunque también has visto que hay alguna colaboración porque he puesto como coautores a todos los que han participado en las canciones aunque, simplemente, haya sido dándome una idea para salir del bloqueo cuando no sabía qué poner.
¿Recuerdas cuál fue la primera letra que escribiste?
Iñaki Urbizu: Yo creo que fue una en euskera que se titulaba “Terrorismoa”, que hicimos los Obligas, cuando todavía éramos Obligaciones del Estado, con un riff que luego escuchamos a Los Ramones en “Go mental”… esa es la primera que recuerdo, aunque antes de eso ya cambiaba las letras de las canciones cuando no me gustaban.
¿En qué te sueles fijar más cuando escuchas una canción? ¿En la música o en la letra?
Iñaki Urbizu: A mí, como a todo el mundo, lo que me pone es la música, nunca he sido un fanático de las letras; lo que yo quiero es que, en directo, la letra no me moleste, y cuando lo escucho en casa que me digan cosas. Claro que, cuando hay una letra guay, te gusta pero bueno… lo que escribo son letras de rock and roll y, aunque estén en un libro, el sentido lo tienen con la música y están hecha para cierta métrica y melodía.
De hecho, yo nunca escribo primero la letra y lo que me importa al principio es la música… cuando estoy en casa, echando humo, escribo lo primero que se me viene a la cabeza o cuando llego de fiesta apunto cosas que me han pasado y luego, cuando voy a hacer la canción, ya miro lo que tengo y, a partir de ahí, empiezan a salir las canciones. A veces, pienso que alguna vez debería escribir sin pensar en la melodía porque, al final, creo que me ciño demasiado a la métrica de la música; también es importante la sonoridad porque no es lo mismo cuando escribes algo a cuando lo gritas en el local, no funciona igual y hay que adaptarse también a ello.
De hecho, yo nunca escribo primero la letra y lo que me importa al principio es la música… cuando estoy en casa, echando humo, escribo lo primero que se me viene a la cabeza o cuando llego de fiesta apunto cosas que me han pasado y luego, cuando voy a hacer la canción, ya miro lo que tengo y, a partir de ahí, empiezan a salir las canciones. A veces, pienso que alguna vez debería escribir sin pensar en la melodía porque, al final, creo que me ciño demasiado a la métrica de la música; también es importante la sonoridad porque no es lo mismo cuando escribes algo a cuando lo gritas en el local, no funciona igual y hay que adaptarse también a ello.
¿Tienes algún letrista favorito?
Iñaki Urbizu: Yo pienso que, igual que para hacer música hay que escuchar mucha música, para hacer letras también hay que leer letras de canciones; así que, cuando Obligaciones decidimos ponernos en serio con el tema, fui a la librería Zuloa de aquí de Gasteiz y vi un cuaderno de letras de Lou Reed y me quedé flipado porque nunca me había parado a escuchar lo que decía… tampoco eran los tiempos de Internet y no había el acceso a las letras que hay ahora.
Recuerdo que, en aquella época, Asio de Los Bichos se había venido a vivir a Gasteiz y se lo comenté y me dejó más libros y el que más me flipó fue el de Nick Cave, que era muy bestia escribiendo. Leí las letras que había hecho con Birthday Party sin haber escuchado los discos y fue lo que me hizo llegar a la banda… lo que yo quería también con este libro era eso: que la gente que no haya escuchado a Obligaciones o a Los Tornillos, llegue a esas canciones a través de las letras porque, como te decía, es algo que a mí me pasó con la primera banda de Nick Cave y me gustaría que les pasara lo mismo a otros, porque es otra manera de descubrir cosas nuevas.
Recuerdo que, en aquella época, Asio de Los Bichos se había venido a vivir a Gasteiz y se lo comenté y me dejó más libros y el que más me flipó fue el de Nick Cave, que era muy bestia escribiendo. Leí las letras que había hecho con Birthday Party sin haber escuchado los discos y fue lo que me hizo llegar a la banda… lo que yo quería también con este libro era eso: que la gente que no haya escuchado a Obligaciones o a Los Tornillos, llegue a esas canciones a través de las letras porque, como te decía, es algo que a mí me pasó con la primera banda de Nick Cave y me gustaría que les pasara lo mismo a otros, porque es otra manera de descubrir cosas nuevas.
Supongo que, para hacer letras, también es importante leer mucho y de todo…
Iñaki Urbizu: A mí siempre me ha gustado leer todo lo que llega a mis manos y siempre he leído mucho, creo que una cosa va asociada con la otra y que, al que le gusta la música, normalmente también le gusta leer.
¿Hay siempre algo de realidad en tus letras?
Iñaki Urbizu: Sí, igual no son cosas que me han pasado a mí directamente, sino que le han pasado a un amigo o es una situación que he vivido de cerca y le doy una vuelta… no soy un tipo al que le guste hablar de lo que le pasa y, por eso, lo cuento en forma de canción, metiéndole un toque de fantasía, pero siempre partimos de unos personajes o unas situaciones reales; últimamente, como salgo menos, tengo menos inspiración, voy a tener que salir un poco más de fiesta porque de ahí siempre salen cosas (risas).
¿Cuánto tiempo tardas en escribir la letra de una canción? ¿Has tenido que dejar sin acabar alguna?
Iñaki Urbizu: Sí, alguna vez alguna se te atasca, pero no por la letra, sino por cómo tiene que sonar, lo que más me preocupa es la sonoridad de las palabras y, si una me suena bien, la meto y alrededor de ella va saliendo la letra.
La letra se acaba cuando se graba, hasta entonces siempre le vas dando vueltas y la grabación sirve de punto final… de hecho, por eso grabé lo de Difunto Peladilla, porque tenía esas canciones dando vueltas durante un tiempo y había que acabar con ello.
La letra se acaba cuando se graba, hasta entonces siempre le vas dando vueltas y la grabación sirve de punto final… de hecho, por eso grabé lo de Difunto Peladilla, porque tenía esas canciones dando vueltas durante un tiempo y había que acabar con ello.
Eso de acabar… en tu caso complicado, porque siempre estás con diferentes proyectos ¿no?
Iñaki Urbizu: A mí lo que me pica es hacer música, siempre estoy dándole vueltas a un riff o a cómo puedo hacer una canción o arreglar otra… eso siempre lo tengo en la cabeza aunque no tenga grupo y, como no paro de hacer música, luego hay que hacer las letras.
¿Has notado al hacer esta recopilación que ha habido una evolución en tu manera de escribir?
Iñaki Urbizu: Sí, yo creo que antes era más directo, me gustan mucho esas letras de Los Tornillos que eran super callejeras, ahora le doy más vueltas a las cosas; también se agotan las palabras y no quiero repetir conceptos, es como los escritores de rap, que inventan movidas para no repetirse y juegan con la fantasía para todo.
Lógicamente también, al cambiar las historias tienes que cambiar las palabras. Esa es la evolución: que en vez de hablar de drogas, de chicas o de la calle, buscas otros sentimientos de los que hablar. Nos hacemos mayores y vivimos de otra manera y es normal que salgan cosas diferentes, yo no voy a engañar a nadie y con mis cuarenta y pico tacos no voy a ponerme a hacer música para chavalitos de 18 años.
Lógicamente también, al cambiar las historias tienes que cambiar las palabras. Esa es la evolución: que en vez de hablar de drogas, de chicas o de la calle, buscas otros sentimientos de los que hablar. Nos hacemos mayores y vivimos de otra manera y es normal que salgan cosas diferentes, yo no voy a engañar a nadie y con mis cuarenta y pico tacos no voy a ponerme a hacer música para chavalitos de 18 años.
Supongo que también influirá tu situación en cada momento para hablar de unas cosas u otras…
Iñaki Urbizu: Claro, aquí no estamos haciendo el negocio del siglo con esto y no tenemos que cantar para un público concreto; Los Ramones, por ejemplo, eran de verdad y, según iban haciéndose mayores, sus letras iban siendo más maduras… se trata de contar lo que te está pasando sin escribir condicionado, cuando tienes 22 años hablas de la chica que viene por ahí y cuando tienes 42 ya te has divorciado de ella (risas), así que las historias son diferentes.
Háblanos de tu experiencia con la banda de Marky Ramone, algo muy diferente al resto de tus proyectos, sobre todo por cantar canciones que no son tuyas ¿no?
Iñaki Urbizu: Yo me siento mejor cantando mis canciones, pero con lo de Marky estoy de puta madre… que te paguen por cantar canciones de Los Ramones es como que me paguen por fumar y beber cerveza, no me cuesta nada (risas)… lo vivo de otra manera porque cantas sentimientos que nos son tuyos y tienes que marcar distancias con el original y no hay mucho margen para cambiar el sentido o la expresividad, porque son temas que ya conoce todo el mundo pero, como te digo, estoy de puta madre con esto.
En este momento estás volcado de lleno en tu nueva banda, Víctimas Club, cuéntanos cómo va la cosa…
Iñaki Urbizu: Llevamos un año con el grupo y creo que no hemos ensayado ni diez veces por problemas de agendas de unos y otros. De todas formas, a los ensayos llegamos con mucho material que nos mandamos y eso está de puta madre, porque aprovechas mucho más el tiempo en el local.
La putada fue que nos pilló el estado de alarma a mitad de grabación y ahora estamos deseando acabarlo porque yo soy incapaz de meter voces en casa, me da una vergüenza de la hostia que me oigan los vecinos (risas).
La putada fue que nos pilló el estado de alarma a mitad de grabación y ahora estamos deseando acabarlo porque yo soy incapaz de meter voces en casa, me da una vergüenza de la hostia que me oigan los vecinos (risas).
Hablando del estado de alarma, ¿cómo ves el tema?
Iñaki Urbizu: Pues no lo sé… Franco alargó el estado de guerra unos 15 años más, y a mí se me ocurre que igual estos alargan el estado de alarma todo lo que les dé la gana para poder seguir ejerciendo todo tipo de control social sobre la gente, a la que ya tienen comida la cabeza.
Pienso que vamos a tener que pelear por crear espacios en los que el virus, directamente, nos la sude, y yo no esperaría a que nos dejen hacer las cosas, sino que hay que robarlas, vamos a tener que tomar la iniciativa los que queramos conseguir algo y, si hay que ir a ocupar una aldea abandonada y quedarnos todos allí en cuarentena, pues habrá que hacerlo… pero la peña de abajo somos los que tenemos que tomar la iniciativa porque, si dejamos que nos dicten las normas los de arriba, nos van a tener con el estado de alarma lo que les dé la gana, hasta que llegue el siguiente virus o toda la vida.
Pienso que vamos a tener que pelear por crear espacios en los que el virus, directamente, nos la sude, y yo no esperaría a que nos dejen hacer las cosas, sino que hay que robarlas, vamos a tener que tomar la iniciativa los que queramos conseguir algo y, si hay que ir a ocupar una aldea abandonada y quedarnos todos allí en cuarentena, pues habrá que hacerlo… pero la peña de abajo somos los que tenemos que tomar la iniciativa porque, si dejamos que nos dicten las normas los de arriba, nos van a tener con el estado de alarma lo que les dé la gana, hasta que llegue el siguiente virus o toda la vida.
¿Crees que en esta situación se abre una oportunidad para volver a los orígenes del rock, de alguna manera?
Iñaki Urbizu: En los libros de historia se estudiará el 2020 como el año del virus y el año en que murió Little Richard y en el que, por tanto, se dio por terminado definitivamente el rock; así que pensar que va a volver el rock es una tontería y lo que hay que hacer es buscar nuevas formas de expresión, y los chavales que vengan por detrás serán los que nos marquen el camino a los demás, ellos vienen con sus ideas y los viejetes lo absorben, como los Stones o los Kiss a finales de los 70, que se pusieron a hacer música disco que es lo que habían los chavales más jóvenes que ellos… pues yo creo que ahora debe pasar algo así con el rap o la electrónica, o incluso el metal. Veo al rock muy por detrás en todo esto, incluso los grupos estos que parece que gustan a todos como los Fontaines DC, Idles o este rollo, creo que son cosas pasajeras pero, desde luego, hace falta un cambio para el rock y para la vida.
Para terminar, ¿te atreves a decirme una letra favorita de todas las canciones que has hecho?
Iñaki Urbizu: Esto es como preguntar a un padre cuál es su hijo favorito… a todos les ves algo bueno (risas)… de las que más me gustan son “Obedece” o “Insultarte” de los Obligas, pero me quedo con “Obedece” porque es una canción muy guapa que acabé justo antes de entrar a grabarla y cuando la escucho digo “qué guapa esta canción, no parece ni mía” (risas).