Por: Javier González
Fue una agradable sorpresa encontrarnos con la noticia de que Carlos Ann y Santi Campos, dos rara avis de nuestra música a los que adoramos en estas páginas, habían decidido unir fuerzas y talento para grabar a medias “Los Desubicados”, una canción de aromas nocturnos y decadentes, donde es fácilmente rastreable el influjo de ambos creadores en una sorprendente composición donde se hacen cargo de toda la instrumentación, para dotar de mayor personalidad a un corte de por sí único.
La confianza y familiaridad que tenemos con Carlos y Santi, permitieron que contactáramos con ellos de manera relativamente sencilla durante las semanas de confinamiento; la charla fue intensa, profunda y muy interesante, encontrándonos a dos tipos satisfechos con el trabajo realizado y con la forma en que manejan sus propias carreras, algo que les hace tener grandes arranques de humor que hicieron de esta por momentos hilarante conversación todo un privilegio.
En primer lugar y dadas las circunstancias bajo las que se realiza esta entrevista. ¿Qué tal estáis llevando el confinamiento?
Carlos: La verdad que de maravilla. No noto mucha diferencia a mi rutina. Yo hacía muchos retiros voluntarios antes, la diferencia es que éste es forzoso. Lo llevo bastante bien, no pasa nada. De hecho, creo que estaría muy bien que cada año obligaran a todos los ciudadanos a que se confinaran unos meses por el bien de la Tierra. Ahora he venido a un apartamento que está en un sitio turístico, en un pueblecito del Maresme, del tren aquí no me he cruzado con nadie cuando es un lugar habitualmente concurrido. Creo que deberíamos plantearnos parar unos meses al año.
Santi: Personalmente también lo llevo muy bien. Lo curioso es que me va a costar volver a la normalidad y más a la nueva normalidad. La verdad es que siempre me ha gustado hacer cosas en casa. Esta situación no te da sensación de soledad, tienes redes y estás conectado con el mundo, puedes seguir haciendo cosas, la prueba somos nosotros que hemos estado trabajando en la canción. No estás solo salvo que no quieras comunicarte con nadie.
Vayamos al principio de toda esta historia. ¿En qué momento dos “outsiders” como vosotros comenzáis a tener consciencia el uno del otro?
Santi: Sé de él hace muchísimo tiempo, la verdad. Quizás la primera vez que escuché el nombre de Carlos fue a raíz de “Bushido”, cuando hicieron aquella famosa colaboración. Es una persona que en el mundillo musical es muy conocido.
Carlos: En mi caso creo que he conocido a Santi bastante posteriormente. Personalmente nos vimos en México. Pero antes sí que me habían hablado personas que tenemos en común de él.
En ambos casos tenéis una trayectoria larga, marcada por la calidad de unos discos que normalmente tienen menos atención de la que merecen. ¿Os reconocéis como iguales en esa tesitura?
Santi: Hasta que no me he puesto a conocer a Carlos, no era consciente de lo iguales que somos. Somos muy distintos, pero tenemos una voluntad artística y una necesidad de un discurso propio del que no nos alejamos. No tenemos miedo a meter la pata si tenemos ganas de hacer una cosa distinta a lo que hacíamos o ganas de experimentar.
Carlos: Pienso igual que Santi. Los discos que hemos hecho, no son trabajos que hayan gozado de mucho éxito, pero es algo súper normal. Lo raro es que fueran reconocidos. Si fuera así, no viviríamos en otro país, pero si en otro rango musical. Hacemos música de manera no premeditada para minorías. Es lo que hay y personalmente lo asumo y continúo estando ahí. No sé hacerlo de otra manera, si supiera haría otro tipo de discos. Hago lo que sé hacer.
Santi: No se trata de saber hacerlo o no. Se trata de buscar. Puedes buscar dentro de tus limitaciones o capacidades tener popularidad. O puedes buscar tener una obra. Prefiero, preferimos, tener una obra a más o menos fans, aunque siempre te mola tener más.
A priori da la sensación de que sois de universos muy distintos. ¿De qué manera surgió la posibilidad de colaborar juntos?
Carlos: Cuando nos conocimos en México, Santi estaba teloneando a Iván Ferreiro, tenemos un amigo en común que tocaba con él, Pablo de la Muela, que también es guitarrista conmigo. Nos tomamos un mezcal y nos caímos de puta madre. Ocurrió algo. Después coincidimos en Barcelona, creo que fue en la sala Rocksound, en un concierto. Ahí surgió la idea de vernos. Por qué no quedamos y tratamos de pasar una tarde agradable a ver si ocurre algo, igual que la gente queda para jugar a la petanca, cada uno con una guitarra. Fue así de natural. Más tarde quedamos en un estudio, Santi abrió una botella de Mezcal, yo una de vino y no hicimos nada más. Fue como si fuéramos médiums de lo que vino más tarde.
Vamos a ver, ahora me habláis de alcohol, cuando Santi tiene una foto de perfil en bici y Carlos me hablaba de salir a correr en su retiro del Maresme. No me liéis, os habéis hecho dos sanos de los cojones. (Risas)
Carlos: No te he dicho como nos trasladamos. Santi fue con Bicicleta y yo fui haciendo como un maratón. Iba súper rápido. Antes de quedar con él creo que hice 21 kilómetros. (Más Risas)
“Los Desubicados” es una canción escrita a cuatro manos. ¿Cómo ha sido el ejercicio de llevar adelante la canción?
Santi: Ha sido tan fácil que no te lo creerías. Quedamos para hacer la canción y a las seis horas estaba hecha. Pero grabadas las voces y el piano. Fue todo de una manera tan sencilla que no tiene explicación lógica. Es una canción que tiene mucho de los dos. E incluso puede que se funda y confunda qué es qué. Demuestra que no estamos tan lejos. Es la prueba. Personalmente pienso que el tema de la distancia entre Carlos y yo es una sensación más externa que interna.
Me resulta interesante que os ocupáis de toda la instrumentación vosotros.
Carlos: Sí, pero es que también es un proyecto sin pretensión. La gracia de todo es que somos nosotros. Teníamos que mostrar nuestras limitaciones, que las tenemos a nivel de instrumentistas, pero tiene su gracia. Hemos asumido ese rol. Y como todo ha surgido así, hemos cerrado la canción de una manera parecida. No haber abierto el abanico de colaboradores es una de las características principales de “Los Desubicados”.
Tengo entendido que es una letra que parte de una frase de Leopoldo María Panero… ¿Debemos entender que es un referente común?
Santi: En realidad he leído algo de Panero, de hecho ahora estoy repasando un libro de él, pero no lo considero un referente para mí. Me gusta, pero no le tengo muy estudiado. Es un referente de Carlos. El día que quedamos, Carlos me puso el documental en el que sale junto a Leopoldo y Bunbury, para romper el hielo, más tarde le toqué una canción. Me gustó mucho y nos quedamos con esa frase. Meter a Panero tiene mucho sentido, pero fue otro accidente.
La canción repite un mantra sobre la noche, desentrañándola hablando de la crueldad, con alusión a las drogas, hablando de la misma como garante de la verdad y de la fidelidad. ¿De verdad creéis todo lo que cantáis? ¿O es un puro ejercicio de cinismo?
Carlos: En mi caso me la creo totalmente, pero hablar de la noche te acerca a un mundo holográfico. Puedes entrar y salir. Se pueden vivir los dos mundos a la vez, la noche y el día. A nosotros nos ha unido mucho el saber que somos dos tipos que conocemos muy bien la noche, al menos es el efecto que a mí me hace. A la hora de escribir la canción, conocíamos los códigos, la imagenería, la acción y la teatralidad, son escenarios que llevamos súper dentro. Los hemos vivido y los podemos sentir. Creo que son escenarios reales.
Santi: También es verdad que hay sentido del humor en esta letra. Y en la noche hay mucho humor. Quizás no debería verse desde el cinismo, pero sí desde la ironía. O si quieres también desde el cinismo.
Personalmente, no me suelo creer lo que ocurre de noche, lo vivo, pero a partir de cierta hora suele ser todo mentira.
Santi: Tú no sabes la cantidad de negocios que se han cerrado de noche en el mundo de la música. (Risas)
Estáis acostumbrados a trabajar con gente en otros proyectos, sin ir más lejos Bushido o Amigos Imaginarios, sin embargo pienso que sois dos tipos muy peculiares. ¿Qué diferencias habéis sentido al trabajar el uno con el otro? ¿Qué os ha llamado la atención del otro? ¿Qué habéis aportado a la canción?
Santi: Estoy acostumbrado a trabajar con otra gente pero no de esta manera. He trabajado como miembro de grupos, donde aportaba las letras, pero jamás he cantado ninguna canción, ninguna letra que no sea mía. Me refiero en el marco de un proyecto. Trabajar con Carlos ha sido una novedad. Creo que nunca he compuesto una canción como esta, aunque también te digo que no tengo mucha memoria. Ha sido extremadamente sencillo y placentero. He corroborado que la libertad es súper importante para hacer música. Eso es algo que Carlos tiene clarísimo.
Carlos: Me lo he pasado teta trabajando con Santi. Toda ha sido muy fácil. Es una persona que rápidamente propone y deja que propongas. Se llega a un punto de encuentro de manera sencilla. No sé si ya es algo de la madurez, quizás hace treinta años no hubiéramos sido los mismos. En este momento ha sido algo muy fluido. Es como hacer yoga, no te das cuenta y todo fluye. (Risas)
Ya se nos está yendo de las manos, deporte y yoga en una conversación con dos rockeros.
Carlos: Sé que a ti te gusta hacerlo, Javi. Quedar con Santi es hacer yoga musical (Más Risas).
Santi: Tranquilos, no creo que Carlos hable de deporte en una canción.
Qué decepción, Carlos, cuando te he visto con las barbas y vestido rigurosamente de negro he pensado en tu canción “Cuando Saliste de la Cárcel”, mientras tú me hablas de deporte y yoga.
Carlos: Te quiero recordar que en la cárcel se hace mucho deporte. (Risas)
Volvamos a lo puramente musical la canción transmite una sensación de final de madrugada en un antro de tercera categoría.
Santi: O de primera. Es un final de noche en el Jazz Bar de Madrid.
Carlos: Creo que la canción musicalmente puede ser de los dos, tanto en la electrónica como en la forma de canción. Te sorprendería saber quién ha hecho cada parte. Nunca lo diremos. Hemos creado un ente. A mí me cuesta diseccionar la canción y buscar el origen. Es algo de los dos todo. Y a lo que te refieres del antro, lo es totalmente. Si no se hubiera experimentado, si no tuviéramos el fenómeno vivencial¸ del desgaste, la canción no habría salido. Y si hubiera salido, se notaría que es falsa. Es una canción crudamente real.
Ha debido ser complicado dar vida a la canción.
Santi: Hemos hablado más de esta canción que de nuestros discos dobles. No, no es complicado. Es dejarse llevar. Le podríamos dar más vueltas, pero no es complicado. (Risas)
Carlos: Yo también tengo esa sensación. Me encanta esta entrevista.
Os habéis currado un vídeo confinados, eso sí respetando las leyes, como decís en la hoja de promo.
Santi: La idea del vídeo fue mía. Lo de no saltarnos las normas del confinamiento, lo puse yo con retranca, aunque es real se hizo sin movernos de la manzana. Las imágenes están grabadas en mi manzana, en el patio interior de un amigo, Joan García, y en la casa de Carlos. Intentamos que las imágenes del vídeo fueran producto de la situación que estamos viviendo. Las normas eran esas y que fuera de noche para tener el espíritu que buscábamos. El vídeo, para las posibilidades técnicas tan limitadas que teníamos, ha quedado muy bien, pese a que soy muy limitado en estos aspectos. Anteriormente hice otro pero a Carlos no le gustó y me lo dijo. Hice éste con las directrices que Carlos me dio, al verlo me di cuenta que era el vídeo que necesitaba la canción. Vamos, que el vídeo lo he hecho yo, pero es mérito de los dos porque con mi criterio solo existiría el otro que desechamos.
¿Cómo pensáis que quedará la cultura musical tras esta crisis?
Carlos: Pues muy bien, la verdad. No quiero pecar de cínico, pero lo veo bien. Partiremos de cero y todo estará por hacer. El pasado ha pasado. Vamos a ver dónde nos lleva este rollo. Discos se van a seguir grabando mientras que haya gente con cosas por decir y ganas de escuchar. El confinamiento ha despertado la agudeza y veremos que hay muchas maneras de grabar discos. A lo mejor la calidad no es tan importante y sí la inmediatez y las ganas de hacerlo. A nivel de directo no podemos hablar absolutamente nada ahora mismo. En el momento en que estamos solamente podemos pensar en el próximo fin de semana. Dentro de esas suposiciones, si tienes anhelos del pasado, te vas a deprimir, pero si eres combativo y optimista vas a decir que vamos adelante. Lo mejor está por llegar, no quiero pensar que lo mejor fue, está por llegar.
Santi: Lo único que deseo es poder hacer conciertos por pura necesidad física. Para mí es un placer tan grande que me jode no poder hacerlos.
Carlos: Se harán. Se harán.
¿Creéis que habrá que darle una nueva vuelta de tuerca al underground?
Carlos: Los más perjudicados serán los que llenaban súper recintos que son maquinarias enormes. Pero proyectos más pequeños como el nuestro continuarán. Creo que la gente que movemos seguirá viniendo a los conciertos, no creo que nos vaya a afectar mucho. Después de todo nosotros nos movemos por amor. La gente que se preocupa mucho es la que mueve giras que parecen el fin del mundo, no creo que sea el fin del mundo para nosotros. A nosotros no creo que nos perjudique.
¿Este proyecto se va a tratar solamente de una colaboración concreta o habrá continuidad?
Santi: Tenemos esa conversación pendiente, pero creo que sí va a haber continuidad. Lo digo yo, sin haber tenido esa charla con Carlos. Hemos hablado de alguna cosa futura, pero no hemos hablado con calma del tema. Pero creo que sí vamos a tener más capítulos.
Carlos: Me encantaría. Y ojalá. Creo que lo que hemos hecho saldrá bien más veces si estamos en esta vibración, en este enamoramiento. Si puede durar toda la vida, será maravilloso. Lo digo de verdad porque es algo bellísimo y sano. De manera natural podría haber otra canción y veremos dónde nos lleva. Tengo ganas de que esta canción o lo que suceda, podamos tocarla en directo. En España o en otros países.
¿Habrá opción entonces de veros compartir algún directo?
Santi: Risas. Yo te digo una cosa. Voy a intentar a empujarle. Él está más centrado en tocar en México, pero hay que empujarle.
Sí, porque Carlos lleva mucho prometiendo concierto en Madrid y luego quedarnos de cervezas.
Carlos: Me encantaría hacerlo porque la gente habla mucho y luego se coloca muy poco. (Risas)
¿Tenéis alguna previsión de disco en la recámara?
Santi: No tengo ningún plan de grabar un álbum ahora mismo. Con el último me quedé tan satisfecho y tan vacío que no tengo ninguna gana de meterme en otro proyecto largo ahora mismo. Tengo ganas de hacer algo como “Los Desubicados”, pero no trabajar en un disco mío. A lo mejor hacer un disco de versiones que es algo que se me acaba de ocurrir. (Risas)
Carlos: Yo a la inversa, porque “Mapa Mental” salió en 2018. Tengo ganas de sacar disco nuevo que de hecho ya está compuesto. Estoy esperando que pase la crisis del coronavirus, para no tener que trabajar a distancia con los músicos, sino físicamente con los compañeros, codo a codo. Te puedo adelantar que será diferente a “Mapa Mental”, me gusta que cada trabajo sea distinto. Me sucede como a Santi, que dar tanto de ti en un disco me cansa, exprimes el concepto y toda la energía. No puedo hacer álbumes continuistas. Cada trabajo es contrario por salud y aprendizaje, lo chulo es no saber qué va a suceder. El siguiente será algo diferente ni mejor ni peor.
Santi: Hasta en eso nos parecemos, no nos gustan los discos continuistas.
Carlos: Es que es un coñazo. A veces tengo sensaciones encontradas con compañeros de profesión que entregan discos continuistas. Por un lado, tengo cierta admiración, en serio, yo no lo puedo hacer. Entregan un trabajo y al siguiente lo continúan.
Santi: A mí un artista que sigue una misma línea me deja de interesar.
Carlos: A veces pienso que tienen familia e hijos y digo hostias, lo mismo llevar mi carrera significa no tener nada de lo que tiene esa persona. Es la forma de continuar siendo un eterno adolescente.
Santi: Ese tema da para otra conversación por sí mismo.
Santi, tranquilo, a Carlos ya le anda saliendo el bigote, está dejando atrás la adolescencia.
Carlos: El bigote lo llevo pintado con rimmel. (Risas)
Carlos, tú ya nos has hablado con anterioridad de alguna de tus anteriores reencarnaciones. ¿Cómo serán vuestras nuevas reencarnaciones tras la crisis?
Carlos: En mi caso en estos tiempos que parece que van a ser de mayor control, más de lo que hay ya, voy a tener que ser más trasgresor, más hacker. No jugaré al juego que propone y seguiré siendo más underground todavía, incluido socialmente.
Santi: No sé responderte a la pregunta. A mí me gustaría ser más valiente siempre.
Carlos: Tranquilo, Santi, yo me la he inventado. (Risas)
Muchas gracias por vuestro tiempo, Carlos y Santi, mucha salud y ya sabéis que se os quiere.
Santi: Muchas gracias a ti, nos vemos pronto.
Carlos: Muchas gracias por todo. Un gusto como siempre.