Por: Pepe Nave
El confinamiento por la pandemia del coronavirus ya está ocasionando las primeras obras creadas bajo esta situación. El veterano grupo americano de folk rock The Mountain Goats, que estaba terminando de grabar un nuevo disco, vio canceladas las sesiones que les restaban y tras varios días en casa, John Darnielle, su líder supremo, con la próxima gira también cancelada, decidió que tenían que publicar un trabajo para generar ingresos para los cuatro miembros de la banda. Solo que en lugar de acabar de mala manera las canciones que estaban haciendo, un libro que estaba leyendo le dio la chispa de inspiración para componer diez temas nuevos y grabarlos solo con su guitarra, como en sus primeros álbumes, en el mismo equipo de grabación boombox que compró a finales de los ochenta.
Resulta que a Darnielle le ocurrió un poco como a Dylan cuando se electrificó, un nutrido número de sus fieles seguidores preferían la versión austera de su música y aún protestaban en redes por los discos con banda al completo, así que esta forzada vuelta a las raíces ha dado una alegría a esos fans. Realmente no solo a ellos, ya que la grabación no solo capta la urgencia y la emoción con que registró las canciones a finales de este mismo mes de marzo, sino que con las ganas de difundirlas, las publicó vía plataformas digitales el 10 de abril tras haber subido antes algunos vídeos de las sesiones. Fueron diez canciones en los mismos días, en el período de hora y media que se tomaba para sí mismo, tras pasar el día con su mujer y sus dos hijos.
Los que conocen su trabajo, sabrán que aparte de músico, también es escritor, ha publicado algunas novelas y escribe una columna mensual en Decibel Magazine. La importancia de sus letras es capital en su música. En este caso, le puso en marcha el libro que estaba leyendo, "Crónica de los últimos paganos", del historiador francés Pierre Chuvin, un ensayo centrado en el período de imposición del cristianismo como religión dominante en occidente durante los siglos IV y V DC. Es una visión crítica de cómo una religión que era minoritaria y que fue perseguida, pasó en unos cien años al poder arremetiendo no solo contra quienes la habían perseguido sino también contra aquellos que la habían tolerado o quienes la ignoraban: Neoplatonistas, herejes del cristianismo oficial, paganos en general.
No es que Darnielle, cristiano creyente por cierto, elabore un ensayo sesudo en cada una de las letras, que son relativamente cortas, sino que cita a algunos personajes y algunos hechos, pero las frases quedan abiertas a ser interpretadas como actuales para cualquiera que no desee bucear en la historia del final de la Edad Antigua. El primer nombre que aparece citado en el título del disco es el del propio escritor del inspirador libro.Con el fin de testimoniar la crudeza de la grabación, en algunas de las canciones, hay una pequeña presentación hablada, así se abre el álbum, con el zumbido del rudimentario equipo y John diciendo esto es "Aulon Raid". En Aulon, barrio de la antigua Apamea en la actual Siria, los cristianos derribaron un templo dedicado a Júpiter en su asedio a los paganos. Sin entrar en detalle, un enigmático estribillo dice que en medio de la matanza “mi gente pagana y yo trataremos contigo” con emoción y un sonido lo-fi y cálido a la vez.
En "Until Olympius returns" se permite mencionar que ésta es la segunda toma porque en la primera apareció un silencio de siete segundos en medio de la misma. Ésta suena más cabreada, se escucha el rasgado furioso de las cuerdas de la guitarra mientras alude a cómo los paganos de Alejandría se quedaron esperando a su líder cuando éste huyó tras el acoso cristiano, incendio del templo incluido. Unos consejos a los que allí se quedaron dicen, entre otras cosas, “cata todo lo que te ofrezcan (los nuevos señores), di que está bueno y luego escúpelo por debajo de la manga”, lo que suena a aviso a navegantes ante los nuevos movimientos reaccionarios por todo el mundo. En "Last gasp at Calama" insiste: “aquí llegan los tipos nuevos, hombres sin sentido del humor, deja que como dijiste el que esté libre de culpa tire la primera piedra, deja a alguien más tirar la segunda, siempre que vaya directa a tu cabeza”. Tema que recuerda ligeramente a Daniel Johnston. Hay en el disco numerosas alusiones a la destrucción de antiguos templos, estatuas y obras de arte que se produjo a manos de esos fanáticos cristianos, y que no hace mucho pudimos ver con indignación por televisión, en este caso perpetradas por los talibanes. A este respecto la más explícita resulta "For the snakes".
La única en la que deja de lado la guitarra por un sintetizador casero es en "The wooded hills along the black", una misteriosa exhortación a los disidentes para no salir de los bosques y vivir al margen de las ciudades. En una nueva introducción nos recuerda que no había afinado pero que lo va a dejar así, en un tono a lo Violent femmes y con una misteriosa fecha como título, "January 31st, 438", unos enigmáticos versos proclaman que le pillen bailando cuando le cojan. Cuidado en esta época de aburrimiento con caer en las redes de estas historias, pues podéis pasar horas buscando información sobre personajes del siglo V como el emperador bizantino Zenón, protagonista indirecto de "Hopeful assassins of Zeno".
El incisivo humor de Darnielle se muestra en versos como “sé amable con los tipos que llevan el colgante con el crucifijo, te apuñalarán por la espalda, tienes que ofrecerles la otra mejilla, tienes que aprender a amar a Jesús”. "Going to Lebanon 2" hace referencia al "Going to Lebanon" de su primer disco, "Zopilote Machine" (1994), y en ella sus palabras parecen hablar directamente de estos tiempos: “el Sur toma lo que el Norte suministra, dadle la vuelta al circuito alguna vez, cada par de temporadas”.
En un abrir y cerrar de ojos llegamos al cierre con "Exegetic chains", que de nuevo hace referencia a algunas de sus viejas canciones como la que quizás sea la más popular, "This year". Es una balada folk cálida y sentida en la que anima con cierta sorna a aguantar este año si no nos mata de inmediato. Desde luego, con discos así, merecerá la pena aguantar algo más.