Por: Javier González
Da igual como bajen las aguas, hablar con Jorge Martínez siempre va a ser algo excitante, divertido y con un sinfín de titulares para extraer. Da igual la pregunta, la respuesta siempre cruzará las líneas rojas de la moral bienpensante. Puro rock and roll de actitud punk donde siempre se deja entrever la claridad de ideas del músico asturiano, conviviendo en perfecta armonía con el niño que todavía encierra en tan privilegiada anatomía.
Héroe para la parroquia que le admira desde hace décadas, villano mayor para todo aquel que ha cruzado el umbral de su tolerancia, o que simplemente le ha pillado en un mal día. Jorge no entiende de pleitesías, desconoce el significado del término. Exprime la vida, aunque sea confinado, mientras espera rodeado de soldados de plomo, guitarras y literatura variada la oportunidad de volver a soltar guitarrazos al viento defendiendo el nombre de Ilegales. De momento para calmar la espera nos regala un nuevo trallazo, llamado "Juventud Egolatría" con el que volvemos a sentirnos enardecer.
En una tarde soleada descolgamos el teléfono para contactar con uno de los moradores del palacio de Bolgues, historia viva y mito de nuestro rock, disfrutamos una vez más de la fuerza que emana una charla con Jorge Martínez.
Manda huevos, Jorge, un tipo como tú que ha burlado a la muerte varias veces, que te has metido en mil fregados y que has sido amenazado a punta de pistola por miembros de Fuerza Nueva, en casa por un puto virus. ¿Cómo lo llevas a nivel emocional?
Jorge: Bien, bien, sé que al nacer contraemos la obligación de morir. Pero antes morir que dejar perder la vida porque tampoco es para arriesgarla ni tirarla estúpidamente. Este bicho quiere matarme a mí y también a ti, además de a padres, madres y hermanos que es lo que hacen estos virus. Hay que ponérselo difícil por lo menos. Estuve cuarenta y pico días trabajando en mi piso de Oviedo, ahora llevo varios días en el palacio de Bolgues que es algo que hago habitualmente, separarme de todo para conseguir cosas concretas y salir con un montón de canciones. De momento llevo unas cuantas y muy interesantes, por lo menos a mí me gustan que es un detalle muy importante.
Eres un tipo mayor que debe estar dentro del grupo riesgo por edad. ¿Cómo llevas no poder acercarte a tomar una cerveza?
Jorge: Bien, llevo una vida intelectual muy intensa. Mi natural tendencia a la soledad y buscar cosas me mantiene en forma. Estoy en el campo de entrenamiento donde aprendí a estar solo, pasaba aquí los veranos de niño, generalmente estaba huido por alguna fechoría cometida. Me está sentando francamente bien. Ya te digo que hago periódicamente esta cura de separarme de la gente. A veces hay que distanciarse para tener una visión clara de las cosas. Ocurre también cuando vas al museo. Si tú haces una visita a El Prado y te pegas muchísimo al cuadro que estás mirando, no ves nada. Para poder disfrutar del cuadro hay que mantener una cierta distancia. En la vida es una cuestión de higiene, facilita mucho mi trabajo hacer las cosas así.
Una de las últimas canciones de Ilegales se llamaba “Te prefiero Lejos”. ¿Qué prefiere a esa distancia hoy en día Jorge Martínez?
Jorge: Hay cosas que prefiero lejos y desgracias que las prefiero muy lejos. Pero cuando hay que afrontar cosas por ejemplo el cuerpo a cuerpo se hace con la mayor rudeza posible. Estoy dispuesto a afrontar todo lo que la vida me depare, sin contemplaciones, sin darle demasiadas vueltas. Esta es una de las ocasiones que hay que afrontarlo. Hoy me he dado un paseo de ocho kilómetros por ahí. Me gusta perderme en los bosques, a veces incluso duermo al raso, el clima en estos momentos no lo aconseja ya que puede haber tormentas y cosas así. En mi vida ha habido muchas tormentas por cuestiones de edad y el medio en el que he vivido, esta que estamos padeciendo es una más.
Hablemos de la más pura actualidad de la banda, “Juventud Egolatría” es la nueva canción de Ilegales, suena potente, con un tratamiento de voz totalmente novedosa. ¿Es fácil reinventarse tras tanto tiempo de carrera?
Jorge: Los miles de artistas que han grabado rock desde los primeros años hasta hoy han dejado el camino muy trillado y cada vez quedan menos cosas novedosas que probar, pero por otra parte las nuevas tecnologías avanzan constantemente aportando nuevos campos abiertos a la exploración. En esta canción nos hemos centrado en crear espacios grandes, incluso enormes al contrario que en el anterior single “Te prefiero lejos” que a pesar del título suena cercano, como en un espacio muy pequeño. Es importante procesar todo con respecto al mensaje de la canción.
¿Crees que hay un excesivo culto al futuro y a la juventud en nuestros días, cómo en toda sociedad decadente que se precie?
Jorge: Sí, ya desde los años cincuenta se desarrolla toda una industria destinada al consumo vano que crece constantemente y eso de que “lo importante importa poco” es literalmente verdad. El estado de necesidad creado por estas dos crisis sucesivas no podrá revertir esta situación.
Hablemos de la más pura actualidad de la banda, “Juventud Egolatría” es la nueva canción de Ilegales, suena potente, con un tratamiento de voz totalmente novedosa. ¿Es fácil reinventarse tras tanto tiempo de carrera?
Jorge: Los miles de artistas que han grabado rock desde los primeros años hasta hoy han dejado el camino muy trillado y cada vez quedan menos cosas novedosas que probar, pero por otra parte las nuevas tecnologías avanzan constantemente aportando nuevos campos abiertos a la exploración. En esta canción nos hemos centrado en crear espacios grandes, incluso enormes al contrario que en el anterior single “Te prefiero lejos” que a pesar del título suena cercano, como en un espacio muy pequeño. Es importante procesar todo con respecto al mensaje de la canción.
¿Crees que hay un excesivo culto al futuro y a la juventud en nuestros días, cómo en toda sociedad decadente que se precie?
Jorge: Sí, ya desde los años cincuenta se desarrolla toda una industria destinada al consumo vano que crece constantemente y eso de que “lo importante importa poco” es literalmente verdad. El estado de necesidad creado por estas dos crisis sucesivas no podrá revertir esta situación.
¿A quién le darías el premio al ridículo en la contención de la pandemia?
Jorge: Todo tiene una cierta disculpa, no olvidemos que hace muchísimo tiempo que no se produce una situación como esta. La última ocasión ocurrió en 1918 en el caso de la gripe española. Esto ha cogido por sorpresa a este gobierno y a todos los gobiernos del mundo. Es casi ciencia ficción. El ridículo máximo quizás ha sido el de Boris Johnson que quería continuar con normalidad y ha cambiado radicalmente de idea.
Nos ha jodido, en cuanto ha contraído la enfermedad.
Jorge: Ha sido el mayor cambio de visión y el máximo ridículo. Ha sido muy llamativo. Me gustaría que ocurriera lo mismo con Bolsonaro y Trump, no que la palmen pero sí que pasen por un trance difícil para que vean las cosas desde otro punto de vista.
Nos ha jodido, en cuanto ha contraído la enfermedad.
Jorge: Ha sido el mayor cambio de visión y el máximo ridículo. Ha sido muy llamativo. Me gustaría que ocurriera lo mismo con Bolsonaro y Trump, no que la palmen pero sí que pasen por un trance difícil para que vean las cosas desde otro punto de vista.
Tú eres un amante de la libertad, no sé si con ciertas noticias se te viene a la memoria “1984”. ¿Hasta qué punto temes una involución en las libertades que tenemos?
Jorge: Te refieres al libro de Orwell, ¿verdad? Estas cosas son peligrosas. Sobre todo China que estaba haciéndose una enorme publicidad sobre su gran sistema. Son altamente sospechosos de ocultar cifras. Normalmente se busca un enemigo común para cercenar libertades. Ha ocurrido con el 11-S en Estados Unidos. Obama no pudo dar marcha atrás para restaurar ciertas libertades civiles durante su mandato. Es un peligro. Hay un ejercicio que es realmente muy sano contra este tipo de toxicidades. Debemos luchar por un intento de ampliar libertades, como las de expresión. También hay quien está utilizando artimañas ya utilizadas por romanos y griegos, hay un intento de tergiversar la verdad en busca de una política favorable. Aquí tenemos las noticias falsas, donde cada día hay una nueva. Hay que mantenerse muy alerta ante todo esto.
Ilegales es una banda combativa por excelencia. ¿Cómo llevas el hecho de tener que estar alejado de los escenarios por imperativo legal?
Jorge: Es un imperativo higiénico, aunque esperaba que esto ocurriese. Es un grave problema que tan poca gente sepa lavarse las manos. Siempre me ha llamado la atención que los pinchos estuvieran al alcance de todos en los bares con la gente escupiendo encima. Generalmente hay una mampara que los cubre pero no siempre. Era previsible saber que iba a desembocar en algo así. Justo unos días antes había tenido una bronca en el bar de la esquina por lo de los pinchos, con la gente vociferando encima y saltando gotitas de saliva sobre ellos. Lo maldigo porque me gusta tocar la guitarra a alto volumen. Este año íbamos a darle muy fuerte a los conciertos en España. Ya hemos tenido que cancelar varias actuaciones, con todas las entradas vendidas. Fastidias a un montón de gente y no solo a ti mismo. La gente me decía que no querían devolución de entradas, querían que tocáramos. También me fastidia mucho porque el año pasado fuimos siete veces a América, se dejó un buen clima allí, que había que rematar este año. Íbamos a ser una de las bandas fuertes del “Rock al Parque”, el festival más importante de Sudamérica que se celebra en Medellín. Había una gran expectación, era el momento de satisfacer la vocación internacional que desde sus principios siempre ha tenido Ilegales. Qué le vamos a hacer, son cosas que pasan. Es lo que pasa por no lavarse las manos, coño. (Risas)
A nivel personal. ¿Cómo están sobreviviendo económicamente todas las personas que dependen de vuestras giras?
Jorge: No solamente somos los cuatro músicos que se ven sobre el escenario. Hay un montón de equipo técnico, gente que mueve cosas y que lleva las páginas web. Estamos a verlas venir, viendo cómo estructurar todo. Hemos sobrevivido a muchas cosas y esperamos sobrevivir a esto también. Lo vemos todo con gran preocupación. En fin. Este tipo de situaciones no por esperadas son menos tristes ni menos amenazantes. Pero vamos a combatir. De momento todavía estamos aquí.
Piensas que en esa desesperanza y lucha que se abrirá camino, ¿volverá a resurgir el rock?
Jorge: El rock siempre ha sido la mejor música posible para los momentos de crisis. En tiempos así el rock es lo mejor. Creo que sobrevivirá fuerte. Hay otros tipos de música de moda hoy, pero veremos qué capacidad de resistencia tienen. El rock va a sobrevivir, no sé de qué manera, pero lo hará. Ha demostrado una capacidad de resistencia desde el principio hasta aquí increíble. En los años cincuenta, en el 56, decían que sería cosas de unos meses, quizás a lo sumo dos años, y fíjate lo que ha sucedido. Es cierto que también hay una corriente repugnante, blandurrona de buenísmo y de tontería. Me refiero a todos estos conciertos hechos desde casa con muy mal sonido. Es un poco apestoso. Tengo ganas de hacer vibrar el aire con un par de guitarrazos.
Se me ocurre una buena forma de empezar a epatar. ¿Para cuándo una reedición de la caja con todos los discos de Ilegales, ya descatalogada e inencontrable? ¿Y de los tres primeros discos en vinilo?
Jorge: Lo último es posible que se haga. La caja fue una verdadera cruzada. De hecho está muy buscada y creo que no se va a poder repetir. Va a set francamente difícil poner a todas las discográficas de acuerdo de nuevo. Ya veremos. Ahora mismo estamos en la gira “Rebelión”, ha aparecido el single de “Te Prefiero Lejos” y hay otra canción lista en el disparadero. Quedaré con la gente de la banda a partir de la segunda semana de Mayo, cuando acabe todo esto, para grabar seis canciones más porque la máquina sigue funcionando. En el grupo, a pesar de las circunstancias que vivimos, hay un cierto entusiasmo y ganas de hacer canciones. Hay muchas ganas de hacerlo. Nos gusta mucho la música que estamos haciendo ahora mismo, eso hará que Ilegales continúe con fuerza.
Dices que hay un montón de bandas que practican música odiosa. ¿Qué bandas hacen algo que te llame la atención? ¿Has oído el último de Triángulo de Amor Bizarro? ¿Qué opinión te merece?
Jorge: Triángulo de Amor Bizarro está bien. Me gusta cuando hacen cosas ruidosas, la parte pop me gusta mucho menos. Cuando hacen ese ruido que se parece a mi máquina de afeitar, están muy bien. Luego hay cosas de Los Enemigos de mucha calidad, hay grupos que en cualquier disco siempre tienen algo valioso. Ahora había escuchado a unos chavales que querían entrar a grabar un disco pero con esta crisis se han parado. Supongo que les encontraré en las cervecerías cuando vaya a Madrid de nuevo. Es una banda de garaje, les vi tocar en unas condiciones precarias, pero sonaban bien. No solo es una banda que está bien mientras te tomas una copa, había algo más allí. Había tensión. No era ruido al máximo volumen sino que andaban generando estallidos de alto voltaje que es lo que hace excitante al rock.
Por curiosidad. ¿Cómo se llaman?
Jorge: Discutían sobre un cambio de nombre. Lo que ocurre es que llevábamos demasiadas copas encima para ponerle nombre a un grupo. (Risas)
¿Quién es el más idóneo heredero para el título de enfant terrible de nuestro rock cuando decidas abdicar y dedicarte exclusivamente a abrevar?
Jorge: Voy a seguir en el rock hasta que la muerte nos separe. No tengo ni idea quién tomará el relevo. No sé cómo va a acabar esto. De momento, la aventura continúa. (Risas)
Sabes algo, tengo un crío de dos años que se vuelve loco con las canciones de Ilegales, “Caramelos Podridos”, “Heil Hitler”, “¡Hola Mamoncete!” o“Problema Sexual”, no creo que entienda tus mensajes pero ocurre. ¿Tienes alguna explicación para este hecho?
Jorge: Sí, joder, “Problema Sexual” es una canción tipo monstruo, porque se le ha variado de significado pero conserva toda su fuerza. Es como quitarle el cerebro a un bicho y que se siga moviendo, experimento que llevé a cabo mucho en los años setenta. A día de hoy sigue sonando y teniendo su punto. Hay algo muy visceral en el rock and roll, algo que yo también entendía en muy tierna edad. Cuando era un crío había muy poco rock and roll, había que oír cosas horribles, canción española lo llamaban, no sé hasta qué punto es española o del infierno. Recuerdo cuando oía algo de Elvis Presley o ciertos temas R&B que ponían en algún programa en la radio. Me volvía loco, inmediatamente quedaba absorto. Hay algo muy antiguo, tribal, que quizás tenga que ver con el propio ritmo del corazón. A mí me ocurrió lo mismo que a tu hijo. Bienvenido al club.
Amenazo con traerle al próximo encuentro para obligarte, cual mono de feria, a que te hagas una foto con él.
Jorge: Tranquilo, me he hecho foto con todo tipo de delincuentes. (Risas)
Cuando se acabe el confinamiento crees que se hará buena la canción “Me sueltan Mañana”. ¿Crees que entre vecinos habrá algún chivato que tendrá que correr?
Jorge: Eso que dices tiene todo el sentido, volvemos un poco a eso de chivarse. Algo que ocurre en Cuba y ocurría en la Alemania del Este o la U.R.S.S. Vuelven los espías, tienes razón.
El futuro es mañana. ¿Qué harás cuando recuperes la libertad?
Jorge: Voy a tratar de recuperar mi vida. Sinceramente para mí está siendo un momento productivo y feliz. Me voy a quedar aquí una temporada, yendo al estudio. Me está interesando mucho la obra que voy consiguiendo. Si vieras donde estoy lo entenderías porque es el paraíso. Tengo miles de soldaditos de plomo que he comprado durante los últimos años y no había abierto. Estoy ordenándolos. He ido comprando aquí y allá. No había tenido tiempo de echarles un ojo. En Ilegales hemos sido muy aplicados durante los últimos años, hemos trabajado muy seguido y he tenido un cierto deterioro de la vida personal y de las aficiones. Estoy aprovechando y leyendo un montón de cosas pendientes. Ahora mismo estoy recibiendo un poco de sol, me está dando en el culo. Pero tranquilo, ya a estas horas el sol no mata. (Risas)
El inexorable paso del tiempo corre a toda velocidad contra Ilegales, siempre te digo que deberías escribir un libro con todas tus correrías y aventuras. ¿Qué le queda por hacer a Jorge Ilegales antes de decir basta?
Jorge: (Risas) Es posible que lo haga, pero en este momento hay tantas aventuras pendientes que tengo que vivirlas. Cuando llegue el tiempo de las cenizas quizás lo hago, ahora es el tiempo de las llamas. Estoy sentado entre las llamas. Quiero mantenerme un poco irreflexivo.
Siempre pienso que contigo, nunca llegará el tiempo de las cenizas. Caminarás errante, junto a Ello, el fantasma del palacio de Bolgues. O quizás por donde te salga de los cojones, repartiendo hostias desde el lado invisible.
Jorge: Es posible que esté con Ello, sí. Aquí se está muy bien. Me voy a quedar en el caño que está sin agua, joder. Mañana voy a ver quién ha cortado el agua, que la estarán usando para algo. Probablemente voy a tener algún altercado con algún vecino. Me embarraré, siempre me ocurre lo mismo.
Ya sabes, Jorge, tú nos has enseñado que la violencia es un herramienta muy útil y saludable en ocasiones.
Jorge: A veces hay que tirarse al barro. (Risas)
¿Crees que el futuro sólo es nieve tostada en la punta de tu espada?
Jorge: Sí, cuando has aprovechado tanto la vida, como yo lo he hecho, cualquier cosa que venga no variará el cómputo positivo de vivencias.
¿Crees que el futuro sólo es nieve tostada en la punta de tu espada?
Jorge: Sí, cuando has aprovechado tanto la vida, como yo lo he hecho, cualquier cosa que venga no variará el cómputo positivo de vivencias.
Gracias, Jorge, y mucha salud. Seguimos necesitando el azufre del infierno en tus canciones.
Jorge: Muchas gracias a ti, joder.