"Ocurre algo mágico e incontrolable cuando confrontas dos cosas aparentemente opuestas."
Por: David Marsé
El ahora quinteto donostiarra, conformado entorno a Pedro Gracia Pérez de Viñaspre y Jon Vidaur, pero identificable igualmente por las siempre ardientes baquetas de Andoni Etxebeste, sigue posicionándose como unas de las bandas de pop de guitarras más interesantes, y por momentos inquietantes, con las que contamos en el panorama. Fieles a la hegemonía de las melodías como a la virulencia de sus riffs, su enérgica propuesta sigue consolidándose a base de dar pequeños, pero considerables, pasos a la hora de añadir matices a su propuesta. En ese sentido "Espíritu", su nuevo trabajo, se integra con facilidad en el desarrollo lógico de la banda pero también emerge con fuerza con identidad propia. De todo ello, y de alguna cosa más, hablamos con esta siempre entonada banda...
“Espíritu”, siendo un trabajo muy lógico con vuestra trayectoria, presenta un sonido especialmente robusto y eléctrico, ¿ese tipo de decisiones se plantean de una manera consciente o llegan naturalmente?
Pedro Gracia Pérez de Viñaspre: La respuesta iría en dos direcciones: hay una inercia interna que no controlamos y que nos empuja hacia esa dirección que, no sé si lógica, nos lleva a hacer lo que hacemos. Por otro lado hay otra parte de la que sí somos conscientes y que nos lleva a tomar ciertas decisiones a priori. Y en conclusión...hacemos un ejercicio intelectual para dotar de coherencia en ambas direcciones.
El disco además sigue aumentando el radio de acción estilística, entre las habituales formas podemos encontrar desde un punk salvaje hasta ciertos desarrollos casi metaleros.. ¿es una seña de identidad de la banda ir buscando nuevos horizontes constantemente?
Pedro: Se trata de ser creativos y valientes. No ceñirse a un estilo o simples excusas. La evolución debe ser natural y desligada de prejuicios en la medida de lo posible. No es una cuestión de avanzar porque sí.
Habéis ampliado la formación de la banda ahora convertida en quinteto, ¿hasta qué punto crees que esas incorporaciones han influido en ese sonido alcanzado por este disco?
Pedro: Hemos añadido una guitarra más especialmente para llevar al directo el sonido al que aspiramos. También contamos con un bajista nuevo. Por el momento su influencia es más relevante a nivel personal y de fuerza interna en la banda, pero por supuesto ésta de transmite en nuestros nuevos shows. También han que decir que yo he dejado de tocar la guitarra en directo en la mayoría de las canciones y eso...¡pues siempre ayuda! (Risas).
El hecho de contar en la formación con el músico, pero también excelente productor, Yon Vidaur, supongo que facilita poder materializar el sonido que os proponéis...
Pedro: Efectivamente Yon Vidaur es un genio en lo suyo y forma tan parte de Havoc como yo mismo. Su aportación es crucial e indisoluble a Havoc.
Una de vuestras características esenciales es la mezcla de la fuerza eléctrica y un tono muy melódico. Siendo el pop un término al que se le asocia con una definición más ligada a lo delicado , vosotros seguís reivindicando dicho término para vuestro sonido...
Pedro: Sí, nuestro bajista ha acuñado el término “Pop bélico (Risas). No sé, tampoco de trata de reivindicar nada, vuelvo a lo mismo, se trata de ser lo más creativos posible. Yo lo llamo pop, pero supongo que porque hay que etiquetarlo todo. Que cada uno lo llame como quiera.
“Espíritu” es una palabra lo suficientemente abstracta y llena de significados como para no preguntarte por el que en este caso le habéis querido dar..
Pedro: Espíritu como ese aliento interno entre lo humano y lo sobrenatural, entre lo civilizado y lo salvaje. Ese misterio, esa fuerza interna que nos empuja a ser lo que en realidad somos. A seguir adelante.
También resulta llamativa la portada, con iconografía entre la ciencia ficción, la serie B... ¿cómo surge y qué pretendíais transmitir con dicha imagen?
Pedro: Todo el mérito es de Mario Feal, una leyenda en esto de las portadas de discos en este país. Desde que entramos en Subterfuge he trabajado con él de forma muy íntima para dotar a las portadas de un trasfondo más allá de lo que se ve. Me gustaría mantener cierto misterio en lo que en mi opinión es otra obra maestra de Mario. Valga decir que hay trazas de Moebius, un mundo entre lo lisérgico y atávico rescatado de la cosa del pantano de Alan Moore y un relato de J.G. Ballard. ¡Ya ves que Mario no se anda con pequeñeces! (Risas)
En cuanto a las letras de las canciones, pese a que se manifiestan en diferentes escenarios, parecen girar entorno al tema de la pasión, incluso de la pareja, y sus inestabilidades, no sé si ha sido un disco en el que te has centrado en ese aspecto especialmente..
Pedro: Sí, es así como dices. No creo que sepa escribir de otra cosa. Aunque le doy más valor a ser certero con las palabras, a buscar mi propia caligrafía, intento buscar una prosodia personal.
Textos además que se alejan de obviedades, planteando un juego de significados con el oyente, ¿se trata de enmascarar los sentimientos y no sentirse demasiado desnudo o es más bien un estilo de escritura?
Pedro: Otra vez tienes razón... y poco más podría añadir a lo dicho en el anterior comentario... Pero ampliando un poco, uno está aquí para desnudarse, pero se trata también de hacerlo de la forma más sugerente posible.
“Errores" me suena, también por su estilo, como un tema con carga social, no sé si tanto en la forma como en el fondo queríais hacer un tema punk, con todo lo que eso significa..
Pedro: Bueno...algo de eso hay. La canción fue mutando y mutando hasta encontrar su forma. Hay canciones que parecen tener vida propia.
En “Llagas” cantáis: “Extraño el equilibrio, el que nos sustenta”, no sé, y extrapolándole del significado que pueda tener dicha frase dentro de la canción, si entendéis el proceso creativo, en general y por supuesto el vuestro, como la búsqueda de un “extraño equilibrio” sujeto a la confluencia de fuerzas opuestas…
Pedro: Tus preguntas y reflexiones son fantásticas. Y es cierto, ocurre algo mágico e incontrolable cuando confrontas dos cosas aparentemente opuestas. Nos gusta transitar ese espacio.
En el álbum nos encontramos con tres colaboraciones, la de Mikel Aguirre de La Buena Vida, Javier Sun y Mikel Erentxun, tres personas que engloban tiempos y épocas diversas de la música hecha entorno a la ciudad de Donostia, ¿tiene su presencia algo de ese sentido de homenajear a diversas épocas e influencias?
Pedro: Pues lo cierto es que no... Creo que sería demasiado pretencioso por nuestra parte. Las colaboraciones ocurrieron de forma muy natural, diríamos que una cosa llevó a la otra. Pero es verdad que de algún modo están representados tres formas de aproximarse al pop o más bien tres músicos cuya incidencia en la música ha sido diferente. Mikel Erentxun representa un sonido más mainstream, aunque odio esa palabra, Mikel Aguirre el pop indie, que tampoco sé si me gusta esta otra, y Javier Sun el pop más underground, que ésta ya me gusta un poco más. Para mí son tres leyendas del pop Donostiarra y es un honor increíble que colaboren en el disco.
Es un poco inevitable no referirnos al momento actual que estamos pasando con esta situación de la pandemia, ¿de qué manera lo vive un músico en soledad, quiero decir, supone un parón, resulta por otro lado incitador a la hora de reflexionar y pensar en nuevas ideas?
Pedro: Bueno...no sé si es el mejor momento de reflexionar a fondo. Vamos a ver qué pasa. Pero la cosa estaba fea antes...así que ahora esto puede ser la puntilla. Pienso en todos los músicos, técnicos, promotores, sellos... y gentes de bien en general. Evidentemente la tristeza es enorme. Veremos cómo salimos de ésta.