Por: Javier González
Fotografía: Mikel Muruzabal
El Columpio Asesino está de vuelta con “Ataque Celeste”, un álbum de apenas media hora de duración que hace buena aquella máxima que dice lo bueno, si breve, dos veces bueno. Proponen una mezcla de cuchillos y cristales rotos que se clavan por dentro, en el marco de unas letras que abordan el enfrentamiento entre el ángel y el demonio que todos encerramos, revestidos de pop-rock elegante y música kraut, para dar como resultado otra más que notable colección de himnos existencialistas coreables en sus más que concurridas actuaciones.
En una tarde indeterminada previa al confinamiento, contactamos de forma telefónica con Álbaro Arizaleta, letrista, batería y vocalista de la banda, quien desde su bar favorito de Pamplona, cerveza mediante, se somete a nuestro interrogatorio, para contarnos toda la actualidad de una banda de apariencia peligrosa y misteriosa que se ha colado en nuestros huesos por su peculiar forma de cantarle a los miedos comunes.
Han pasado seis años casi desde la edición de “Ballenas Muertas en San Sebastián”. Algo que llama mucho la atención, sobre todo observando los ritmos que impone actualmente la industria y el mundillo musical. ¿A qué se ha debido este parón?
Álbaro: Estábamos todos muy cansados, la verdad. Decidimos parar antes de quemar la máquina. Nos dimos un año para dedicarnos a nuestras cosas, para tomarnos el tiempo como quisiéramos. Una cosa es el ritmo que imponga la industria musical y otra es lo que impone la vida, que me parece más importante que la industria. Veníamos de mucha tralla, de empalmar giras con discos continuamente. Además, por la manera que tenemos de trabajar, tardamos mucho en grabar los discos, ya que tenemos la exigencia de intentar no repetirnos, de tratar de sorprender. Vivimos el proceso de girar y entrar en el estudio de una manera intensa. Llegó un momento en que nos apeteció hacer un nuevo disco, así que nos pusimos un horario de trabajo, como el todo mundo, y nos lanzamos manos a la obra.
A pesar del tiempo transcurrido, os ha quedado un disco corto, ocho canciones y solo siete letras.
Álbaro: “Ataque Celeste”, tiene un mensaje escondido que no se ha acabado de entender por parte de la gente. Me refiero al fraseo del “Yes we can”, por lo que creemos que encierra un mensaje tan grande como cualquier otra letra. Al final después de todo este tiempo teníamos muchas más canciones, pero no pegaban dentro de lo que era la línea general del disco. El tema estrella es el conflicto interior de las personas, por lo que decidimos dejar algunas fuera porque no encajaban. Nos pareció que quedaba muy bien cerrado siendo un disco de ocho canciones, creíamos que haciéndolo pequeño lo hacíamos más grande. Pero no por el concepto de menos es más. Creíamos que estaba muy equilibrado en cómo se presentaba y en lo que incluía. Apenas es media hora de música pero en ningún momento nos preocupó.
Escuchando las canciones y la consistencia de “Ataque Celeste”, ¿debemos entenderlo como un nuevo comienzo en El Columpio Asesino?
Álbaro: Después de casi tres años, cuando acabas un disco lo ves como un nuevo comienzo. Pero es un nuevo giro sin más. En cada disco hemos dado un giro. Ningún trabajo se parece al anterior. Lo más interesante de todo el proceso es que evolucionamos, mutamos, pero no perdemos la identidad. Para mí es lo más importante. Es como si en una casa cambiaras los muebles y los colores de las paredes, pero la casa siguiera teniendo el mismo tufo. Nosotros hemos cambiado muchas veces de muebles, pero el tufo que hay en todos los discos es el mismo.
También se da la circunstancia de que cambiáis de casa discográfica. ¿Qué os ha llevado a Oso Polita Records?
Álbaro: Después de este año sabático que nos hemos dado todo, entendimos que con “Ballenas Muertas” acabábamos una etapa. De la misma manera que entendimos que lo habíamos hecho con Mushroom Pillow, a la que debíamos mucho ya que hemos trabajado muy a gusto con ellos. En Oso Polita se encontraba Alonso Remedios, nuestro primer mánager en la época de “El Imperdible”, al que también dejamos, pero la vida nos ha traído aquí. Es una etapa nueva que afrontamos con mucha ilusión. También te digo que a la hora de la producción no han tenido mucho que ver porque los hemos grabado en nuestro estudio.
Recorriendo la temática de las nuevas canciones, da la sensación de que os ha quedado un disco que hemos definido como de “Historias de soledad, crítica, existencialismo, hedonismo, reivindicación, desamor y entrega casi masoquistas”. ¿Creéis que es una buena fotografía del mundo actual?
Álbaro: Todos esos temas se tratan en el disco, pero están escritos de una manera que permitan lecturas abiertas. Es un trabajo que gira en torno a las dos voces que todos tenemos dentro, el cisne blanco y el cisne negro. Y ese reproche personal que te haces a ti mismo. Se habla más de desamor hacia uno mismo que hacia terceras personas. Creo que se centra más en la guerra civil interior de las personas, el conflicto más duro que tenemos. No hay nadie más duro con uno mismo que tú. Básicamente gira en torno a eso.
Las canciones están situadas de tal manera que permiten al oyente escuchar la versión femenina y masculina de males comunes a la sociedad actual.
Álbaro: El disco lo que busca es ponerte ahí, en el conflicto interior de las personas. “Ataque Celeste” la canción, habla de eso, de la felicidad obligada en que vivimos cada día. Ponemos el foco en el fracaso que todos tenemos y que todos arrastramos. Te das cuenta cuando hablamos de la noche, no se habla de noches de discoteca, sino del silencio y soledad de las casas. Donde uno rinde cuentas con uno mismo y cuando uno se pregunta hacia dónde va. Allí no hay estímulos. Es donde hemos puesto el foco en esa derrota personal. Ahora parece que en el mundo todo funciona de puta madre, todo es genial, sonrisas y “likes”, además de “me gustas”. Cuidado, eso no es real.
¿Sois conscientes del dolor y del poder de curación que encierran las canciones de “Ataque Celeste”?
Álbaro: Que me digas eso me gusta mucho. No sé qué decirte ante eso. Como creador es bonito.
Ha sorprendido mucho “Huir”, que muestra una querencia funk, inusitada hasta la fecha.
Álbaro: Me hace gracia lo del funk, porque al componerla no nos dimos cuenta y mucha gente nos lo ha dicho. Me imagino que será por la línea de bajo. Nuestros derroteros iban por otro lado, sinceramente. Me ha sorprendido, ya que a mí el funk no me emociona mucho, pero algo habrá.
“Preparada” es un hitazo de base potente y realmente pop, de las que gusta cantar a voz en grito.
Álbaro: “Preparada” tiene otro rollo. Es una canción pop, donde te encuentras a The Clash y un montón de cosas ochenteras mezcladas. También anda por ahí la sombra Tame Impala. Hay una ensalada de cosas increíbles, incluso Las Grecas, porque la intro de “Estoy más que cansada”, bien podrían haberla cantado ellas.
“Sirenas de Mediodía” es una canción totalmente kraut, donde me recordáis al gran Javier Corcobado.
Álbaro: Creo que compartimos universos, pero no le controlo mucho la verdad. Le conozco, he estado con él en Pamplona pero no he entrado a fondo en su obra. Coincidimos un poco en el lenguaje y en la manera de contar ciertas cosas. Tengo pendiente escuchar su último disco, “Somos Demasiados”, lo que ocurre es que tengo mil historias pendientes y a veces no tengo tiempo de escuchar ni música.
“Lechuzas, Cuters y Somníferos”, es el temazo del disco, donde cantas al vacío existencial y a la soledad. Es un corte hiriente y cercana al precipicio al que todos nos hemos asomado alguna vez.
Álbaro: Es una canción que habla del aquelarre de voces que surgen en tu cabeza en la noche. Las voces que te dicen que estás acabado y que no vales para nada. Enfrentarte a ti mismo es durísimo. También toca temas personales, etapas más oscuras que no quiero recordar. Es un dolor que cuando te toca es intenso.
Hay dos legados muy claros que está dejando El Columpio Asesino en nuestra música. Uno son letras que escribís, auténticos cristales rotos clavándose por dentro, desentrañando la condición humana desde distintos enfoques.
Álbaro: Las letras no dejan de ser un recorrido por las situaciones y vivencias personales. En este disco me he dado cuenta de que en casi todas las canciones sobrevuela la misma rata muerta. Mis conflictos, inseguridades y problemas existenciales, están ahí reflejados en un el lenguaje personal, por lo que me dice la gente. Creo que tengo cierta facilidad para plasmar ciertos sentimientos en imágenes potentes, quizás ese sea el secreto. Es el reflejo de una vida que afortunadamente voy dejando atrás. Soy como las personas que sentadas en el diván se van dando cuenta de que se encuentran más tranquilas y mejor. Me he dado cuenta de que los problemas no se van a solucionar, pero sé que voy a poder convivir con ellos.
El otro viene dado por la evolución de la banda, donde desde hace tiempo se percibe un creciente protagonismo de la figura de Cristina, no solamente dentro de la banda, sino también dentro del panorama nacional donde se ha convertido en la figura femenina más potente de nuestro rock. ¿Cómo vivís este hecho desde dentro?
Álbaro: Joder, se lo voy a comentar y le vas a hacer muy feliz con la reflexión. La verdad es que nunca he tenido vocación de cantante ni mucho menos. Cuando formamos la banda, me acuerdo que estábamos mi hermano y yo, desempaquetando la batería y guitarra. Nos dijimos, “¿Quién canta?” Me dijo que lo hiciera yo y ahí me quedé. Luego entró Cristina, ella es una cantante de verdad, yo no. Las cosas se han puesto en su sitio por sí solas. Las canciones melódicas las hace ella y yo me quedé en un registro diferente. Tenemos la suerte de tener dos registros a la hora de enfrentarnos a las canciones por nuestras condiciones. Unas le van más a ella y otras a mí. El hecho de lanzar a Cris no ha sido al premeditado, se ha dado de manera natural.
El disco presenta dos formatos muy cuidados, aunque sorprende la tirada en vinilo, firmada y numerada a mano, que en un futuro será objeto de coleccionista seguro.
Álbaro: Aquello fue una experiencia. Fue como volver a la fábrica. Firmando el disco en cadena, fue divertido, lo reconozco. Hay que agradecer a Oso Polita que se estiró e intereso en darle una calidad al trabajo. Para que la parroquia más radical es un gesto que se agradece, además hay que cuidarles. El esfuerzo ha estado muy bien.
El Columpio Asesino cumple con una máxima que echa a faltar Loquillo, la de bandas peligrosas que se echan a faltar, algo que vosotros transmitís en vuestras fotografías, en vuestros textos y en algún que otro tic más.
Álbaro: Entiendo que las bandas tienen que transmitir las coordenadas musicales de las canciones que cantan. Si lo transmitimos, está muy bien. Además, le añadiría que tenemos cierto halo de misterio y riesgo. Mira que hemos podido haber tirado por el camino del medio en algunas composiciones. Y por caminos que otros han explotado más y mejor, pero no nos hemos encontrado cómodos. Hemos tirado abajo canciones que sonaban demasiado bien por no reconocernos. Por eso a veces nos cuesta tanto sacar trabajos, tenemos una manera muy personal de hacer las cosas y de sentirlas. No cerramos algo que a nosotros no nos convenza.
Además, tenéis otra obligación contraída. Antes Pamplona se asociaba en música a Barricada, siempre lo hará a El Drogas, pero ahora la gente habla Amaia, por suerte yo aposté todo al negro de El Columpio Asesino.
Álbaro: (Risas) Barricada es un gran grupo. Amaia es una gran persona, pero como artista me ha decepcionado su trabajo, la verdad. Pero vamos a dejarlo ahí, que no quiero generar polémica. (Más Risas)
¿Tenéis la sensación de haber firmado vuestro disco más redondo hasta la fecha?
Álbaro: Soy muy fan de todas las cosas que hacemos. Todos los discos me encantan. En este último estábamos muy perdidos. Trabajábamos una canción varias veces, pasábamos a otra y en un momento dado teníamos todas, pero no escuchadas en su conjunto. Yo creía que iba a ser una locura. Un buen día, pusimos todas en el orden establecido. Estuvimos Dani, mi hermano y yo, en la media hora de escucha. Cuando transcurrió les dije, “creo que hemos hecho un discazo”. Hasta ese momento no tenía la sensación tan clara. A partir de ahí, si cuando lo publicas gusta, genial, y si no, ¿qué vamos a hacerle? Por suerte, ha gustado. Recuerdo que aquel día nos dimos un abrazo los tres, diciendo “está de puta madre lo que hemos hecho”.
Vamos a ir rematando. ¿Por dónde pasan los próximos meses de la banda?
Álbaro: Ahora toca salir a la carretera en breve. Primero toca ensayar, claro está. Entre la edición del disco, la promo y tal, no hemos encontrado el momento de juntarnos. Además, Dani se ha ido de vacaciones a Costa Rica con su mujer porque eran las únicas semanas libres que teníamos. El resto andamos listos para ensayar, preparar todo y comenzar trabajar. A ver qué nos depara.
¿Para cuándo te vas a enredar en escribir una novela?
Álbaro: Ahí no me defiendo. No me digas esas cosas que me sonrojas.
Por nuestra parte ha sido todo. Un gustazo y hasta la vista.
Álbaro: Ha sido un placer. Un abrazo y gracias.