Qué necesarios se tornan durante estos días tan predecibles, largos y dolorosos, trabajos luminosos y ejecutados a la perfección como este “Notes from a Recent Past” -Lucinda Records-, la segunda referencia de los donostiarras The Young Wait; un álbum donde la amplia y siempre fructífera vereda del “rock americano de hechuras clásicas” es aquí reinterpretado, dando como resultado una colección de canciones de calidad que sorprenderá al más pintado.
En las mismas hay espacio para melódicos paseos soleados en días primaverales, latigazos rockeros sin estridencias innecesarias, pero con el filo bien punzante, y hasta momentos de mágica intensidad, entre hammonds de soniquete eclesiástico y guitarras cuyos fraseos se clavarán en tu cerebro de forma rabiosa, en una mezcolanza más sorprendente por la homogénea categoría del global, diríamos que llega al notable con pasmosa suficiencia sin rubor, que por su capacidad de buscar nuevos cauces de expresión a un sonido que no por repetido deja de enamorar a los buenos amantes del género.
Es algo patente desde la maravillosa apertura con “The Healer”, con esas acústicas juguetonas y cadenciosas, a la querencia a pop en idioma rock de melodías infecciosas al que juegan en “Absolutely Boy”, para masacrarte descarnadamente en cortes como “Never Sleep `till Regret” y “Poor Devices”, temazos en los que les sientes picando teclado a fondo y rasgando guitarra sin tregua sobre unas bases brutales, bordando el catecismo más clásico en las sonoridades de “New Born” y “Spiral”.
Vigor, musculo y mucha clase le ponen al asunto en “A Rocket Across the Atlantic East”, de la misma manera que se muestran vacilones y juguetones en “Cabo Shamo”, donde parece asomar la patita un amago de brit-pop del que salen más que inmunes, hasta de embarcarse en una aventura hasta el cierre que les llevará de nuevo a una potencia mostrada con anterioridad, donde sobresalen “Until It Comes to Celebrate”, con ese final que seguro será más festivo aún en sus directos, y “Only Fate Knew What´s Don”, arrastrada y vehemente, a la par que oscura y progresiva, representa una de las cumbres de la colección, que viene a cerrarse con “Signs” en un arrebato de alta escuela con el innegable sabor a rock de toda la vida.
No es difícil imaginarse a Neil Young, The Band, Wilco, Tom Petty o The Jayhawks, escuchando las canciones de The Young Wait, mientras asienten con gesto serio pero complaciente ante lo que se les muestra. A buen seguro que a todos estos perros viejos de mil y una batallas, les haría gracia escuchar las canciones que componen estos amantes de las buenas melodías, que con tanto acierto han facturado un evocador “Notes from a Recent Past”, con el que presentan firmen candidatura a ser una de las grandes revelaciones de la temporada, si el maldito coronavirus nos lo permite, claro está. Bravo.