Por: Txema Mañeru
¡Vaya descubrimiento para un servidor el de este percusionista y compositor indio! No se trata de ningún recién llegado y tiene un merecido prestigio muy bien ganado. Por ello ha fichado por el estupendo sello Smithsonian Folkways Recordings, que distribuye aquí la gente de Karonte, consiguiendo así una grabación de enorme calidad y con la habitual y destacada presentación con un libreto de 42 páginas con todo lo que te puedas imaginar en cuanto interesantes textos, presentaciones de todas las canciones y un montón de estupendas fotografías de todo tipo.
Y es que además este “Wild Wild East” es un disco en contra de la xenofobia, algo que él ha vivido en propias carnes tras ir a vivir a Rochester, Nueva York, en su adolescencia. Su rico sonido combina música tradicional india, melodías Punjabi, aromas e improvisaciones jazz, oraciones místicas jaimistas, spaghetti western a lo Ennio Morricone, banda sonoras de Bollywood, funk, guitarras surf, arrebatos rock y canciones devocionales sufíes entre otras hierbas. Este fantástico batería y percusionista tiene la humildad de meter a Kenny Barron entre sus agradecimientos a sus maestros. Quien fuera líder del grupo Red Baraat aquí se marca su más trabajado disco en solitario. ¡Una gozada de principio a fin!
Comienza con una maravillosa combinación de ritmos asiáticos, improvisaciones jazz y bandas sonoras de spaghetti western en una sublime "Inmigrant Warrior". Además de sus percusiones ya destacan aquí el saxo tenor de Pawan Benjamin y la increíble guitarra eléctrica de Grey McMurray. Sigue el tema titular con la fantástica voz de Ganavya que suena como si Ennio Morricone fuera indio y compusiera una banda sonora para Bollywood. La sensacional voz de Ganavya también protagoniza otro de los mejores momentos del disco, una "Hai Apna Dil To A Awara" que suena como Ry Cooder pero cambiando los sonidos mexicanos por los indios y con una exquisita guitarra con toques hasta surf.
Antes hemos podido gozar con los rapeados de Haseeb en una maravilla anti racista como "Red, Brown, Black" y cruza a Ravi Shankar con Morricone en "Aye Mere Dil Kahin Aur Chal". Todo llevado por su tambor punjabi dhol. En "Baaghi" tenemos la buena voz de Aditya Prakash y nuevas emocionantes historias sobre los inmigrantes. En "Blackwell" cuenta con la colaboración del célebre Alam Khan al sarod. Incluso hay algunos riffs de guitarra que recuerdan a Alex Lifeson de los Rush y hasta algún eco a The Police y su "Every Breath You Take"’. Pawan Benjamin se sale con la flauta india (bansuri) en una hermosa "Tumse Lagi Lagan", que es un delicioso canto religioso. Todavía más magia en una íntima "Maitri Bhavanu", de nuevo con Ganavya emocionando con sus voces, las percusiones haciendo diabluras y la guitarra de McMurray dibujando sonidos mágicos. A mí estos más de 8 minutos me recuerdan al mejor Nusrat Fateh Ali Khan en una de sus interminables y emocionantes oraciones sufíes.
Un impresionante final con "Brooklyn Dhamal", de nuevo con un ritmo demoledor y con sonidos en la guitarra que van del surf al spaghetti western, me lleva a decir que casi seguro que éste será mi disco de world music (a mí tampoco me gusta esa etiqueta) de este año.