Por: El Giradiscos
Las madrugadas durante el confinamiento dan para mucho. Normalmente transcurren lentas hasta muy altas horas, llegando a su conclusión gracias a lecturas de novelas, escuchas hipnóticas de discos y la revisión de clásicos del cine en el mejor de los casos. Pero también hay muchas, la mayoría que dan para vagar sin rumbo a través de la red, tratando de matar el aburrimiento y llamar al sueño. No ocurre a menudo, pero días atrás algo hizo click, llamando mi atención poderosamente como un susurro. Un nombre, un solo nombre y un play apresurado. Novia Diablo, “Ya se van los Pastores”.
Las madrugadas durante el confinamiento dan para mucho. Normalmente transcurren lentas hasta muy altas horas, llegando a su conclusión gracias a lecturas de novelas, escuchas hipnóticas de discos y la revisión de clásicos del cine en el mejor de los casos. Pero también hay muchas, la mayoría que dan para vagar sin rumbo a través de la red, tratando de matar el aburrimiento y llamar al sueño. No ocurre a menudo, pero días atrás algo hizo click, llamando mi atención poderosamente como un susurro. Un nombre, un solo nombre y un play apresurado. Novia Diablo, “Ya se van los Pastores”.
Se abrió ante mí un universo delicado y evocador, no exento de fuerza y misterio ante el que caí rendido. Una mezcla de ambientaciones suaves y folclore retro, tamizado de esa modernidad que seduce y embriaga por su fortaleza. Lo confieso, traté de contactar rápidamente con la banda que forman Amparo y Álex, quienes rápidamente contestaron para informarme que andaban ultimando el vídeo con la adaptación del clásico “A tu Vera”, popularizado por Lola Flores y escrito por Rafael de León y Juan Solano, al que dotan de un nuevo universo en el marco de un precioso vídeo, donde la escasez de medios se convierte en plena virtud.
Un magnífico documento que hoy tenemos el gusto de estrenar en El Giradiscos, sirviendo como anticipo al trabajo que supondrá su debut, “La Maldición de Juanita Jones”, donde la banda acabará por mostrar toda una paleta de sonoridades, influencias y requiebros líricos que, a poco que sigan la línea de las dos canciones que ya conocemos, no dudamos le harán ganar visibilidad dentro del panorama musical de nuestro país. Apunten bien su nombre, Novia Diablo, que luego siempre quedará bien decir: Yo ya les conocía.