Por: Txema Mañeru
Se ha ganado a pulso el poder comerse un refrescante helado en el infierno el bueno de Tinsley Ellis. No solo ha firmado un disco de blues, y aledaños, realmente espectacular, es que lo ha hecho a base de excelentes composiciones propias y lo ha rematado con la que probablemente será la mejor canción del estilo del presente año. Difícilmente se puede superar la magia y la precisión (recordando al gran Antonio Vega) que emana de "Your Love’s Like Heroin", que realmente engancha como la heroína porque lo tiene todo. Una colosal balada que supera los siete minutos pero que quisieras durara otros tantos. Guitarras entre Son Seals y Eric Clapton y genial órgano. El mejor blues hecho por un blanco, pero con sonido súper negro, que he escuchado en mucho tiempo.
He escrito en muchas ocasiones sobre los discos de Tinsley Ellis, pero la verdad es que este es realmente bueno y especial. Y eso que este hombre que supera los sesenta años y lleva más de cuatro décadas de trayectoria tiene 17 discos bajo su nombre, de los cuales diez están en el mejor sello de blues de los últimos 45 años, Alligator Records, del que en www.discmedi.com
podrás comprobar que nos acaban de entregar “In A Roomful Of Blues”, el primer disco en estudio de Roomful Of Blues en un montón de años y una joya en formato de small big band con buenos vientos.
Pero haciendo algo más de historia del bueno de Tinsley diremos que este guitarrista sureño fue comparado en sus comienzos con los tres King del blues: Albert , B.B., sobre todo, pero también Freddie. El lado "pálido"le venía de otros monstruos como Clapton o Stevie Ray Vaughan, pese a que igualmente mamó bastante de los Bluesbreakers de John Mayall, aunque a los blancos les supera claramente con su profunda y muy negra voz, algo rasgada al estilo de John Hiatt, Delbert McClinton o incluso Paul Young. Ya hemos dicho que su trayectoria en Alligator es muy potente. Recuerdo especialmente su “Mano Ganadora” con el aún reciente “Winning Hand” o el ”Speak No Evil”, incluso un directo tan recomendable como “Live-Highway Man” con 80 minutos en 11 extensos temas que muestran muy a las claras su poderío sobre las tablas.
Está claro que estamos ante un animal de autopista y de escenario, al mismo tiempo que un excelente compositor, guitarrista y cantante que se encuentra en un excelente momento de forma. Lo demuestra desde el arranque con un "Last One To Know" en la que su voz nos quema y su guitarra viaja de Clapton a Vaughan. En todo el disco es fundamental el fantástico trabajo de los teclados (especialmente el órgano) de Kevin Mc Kendree, que también le ayuda en la producción y que mete una buena guitarra rítmica en "Sit Tight Mama", un pedazo de boogie trotón al estilo de ZZ Top o George Thorogood. Su música te lleva y te transporta a otros lugares, como el apasionante tema titular. o las espléndidas baladas de exquisitos punteos que recuerdan a compañeros de sello, como "Hole In My Heart", que te taladra el corazón. Más grandes guitarras dobles con mucho eco hay en "Evil Till Sunrise", galopando sobre el omnipresente y trascendente órgano, y si te gusta Santana tienes que escuchar su "Everything And Everyone". Ahora solo queda que venga alguien y me diga que el blues está muerto…