Por: Jesús Elorriaga
El décimo álbum de estudio de los Huey Lewis and the News podría parecer, a simple vista, un comeback arreciado por la posible comercialidad que siempre ofrece la marca nostalgia, de otra banda más que lo fue todo en los 80 y que después su luz se fue apagando por el olvido de las radiofórmulas y el avance de las nuevas tendencias allende los 90. Encima, la portada no ayuda. El bueno de Huey aparece como el tío canalla de Walter White, buscando abrigo en primer plano, mientas el Golden State de su San Francisco natal permanece al fondo ante la amenaza de una inminente tormenta.
Pero mientras uno se acerca con detenimiento a su escucha, Weather, desprende autenticidad y muchas ganas de demostrar un buen estado de forma creativo, a pesar de llevar más de 20 años sin sacar material nuevo (si dejamos de lado las versiones de Soulsville). Es un mérito mayúsculo sobre todo si tenemos en cuenta que su compositor, cantante y emblema, Huey Lewis, apenas podrá escuchar su propio disco.
Hace dos años, en plena grabación, se le diagnosticó una enfermedad rara, Meniere, que afecta a su oído interno y le provoca vértigos, zumbidos y la sensación quebradiza de escuchar ruido y distorsión a su alrededor. “No puedo oír notas, sólo cacofonía”, confesó a NPR Lewis, de 68 años, y con casi 40 de carrera artística. El resultado es un mini LP de siete canciones - todo lo que pudo dar de sí esta accidentada gestación. Él mismo anunció que podría ser su último disco, ya que es incapaz de escuchar la música que compone tal y como suena. Según el día los síntomas se hacen más o menos llevaderos, pero gracias su carácter vital y al refugio al margen de la música que le ofrecen las pequeñas cosas que le hacen feliz, como la pesca y la lectura, hacen que pueda seguir adelante, a pesar de haber confesado que le rondó la idea del suicidio en los primeros meses de enfermedad.
Por eso Weather es un contrapunto amable a tanto desconcierto vital. Lewis mantiene ese chorro de voz con aires blueseros y esa energía anímica de sus canciones, como en lo mejor de los 80. No olvidemos, además, que la banda, en diferentes formatos, ha continuado este tiempo realizando bolos en todo tipo de salas, eventos y saraos variados por toda la geografía de los Estados Unidos. Sus músicos llevan muchos años de carretera y tablas en esto de la música así que, juntos en el estudio, cumplen el trabajo con suficiente profesionalidad, aunque se eche en falta una cierta continuidad en la segunda mitad del disco.
"While We're Young" es la perfecta canción para engancharte nada más darle al “Play”. Tiene un puntito desasido y relajado, con esa voz tan reconocible que nos canta las ganas de vivir a pesar del paso del tiempo, con esa lejanía hacia la fogosidad de antaño. Continúa con la sobresaliente y animosa "Her Love Is Killin' Me", primer adelanto del disco y cuyo videoclip, grabado con el móvil del propio Lewis, está lleno de cameos de personalidades de la tele, el deporte y el cine norteamericano, como Andy García, Michael Keaton o Jimmy Kimmel. Parece que va a arrancarse con “Hip to be square” pero ese rythm and blues al que tan bien adorna con su armónica, contribuye a aumentar esa simpatía que parece recuperar el modjo de sus mejores tiempos.
"I Am There for You", es el medio tiempo ligeramente fatigado que aúpa la llegada de ese blues tan hecho a medida de la banda como es "Hurry Back Baby". "Remind Me Why I Love You Again" llena de alegría la sala, con esos saxos poderosos de un compañero fiel desde las primeras batallas, Johnny Colla, pero en "Pretty Girls Everywhere", a pesar de querer conseguir ese rollo tan 50’s (marcándose sus solos con la armónica, de nuevo), suena un poco a señor mayor cantándonos sobre chicas en el escenario de ese bar semi vacío al final de la calle. No pasa nada, tampoco pretende sonar a joven o actual y en la producción ese signo de identidad prevalece. Eso le da pie a acabar con un coqueteo con el country en “One of the boys” y, aunque ya hayamos perdido la energía inicial, pues oiga, las botas de cowboy no le quedan del todo mal a Lewis.
"Weather" nació prematuro, y eso es más que una evidencia agudizada por las circunstancias. El plan inicial se fue al traste con la enfermedad de Huey Lewis, pero el resultado final aporta un mérito increíble por parte de todos los involucrados que, al menos, han podido realizar un disco muy digno, lleno de rhythm and blues para todos los públicos que disfrutarán, incluso, los ajenos al “Power of love” más ochentero.