Por: Àlex Guimerà
Desde que dieron el campanazo en mitad de los noventa con "High/Low" (96) y el single "Popular", parte de la crítica los encumbró como los salvadores del rock americano, mientras otra parte los consideraba el enésimo fenómeno "One Hit Wonder". Lo cierto es que desde entonces los Matthew Caws, Daniel Lorca e Ira Elliott han andado un largo e interesante recorrido. Y es que tras ocho discos, los de New York ya tienen un bagaje a sus espaldas a tener en cuenta, en los que han explorado los caminos del power pop de fornidas guitarras y redondas melodías y en los que han ido incorporado a su proyecto a Doug Gillard a la guitarra (Guided By Voices), y para la ocasión también a Louie Lima al piano y teclados.
Es precisamente el paso del trío o combo a banda de cinco uno de los elementos a destacar de su madurez artística y de un nuevo disco -grabado en los estudios Rockfield de Gales, publicado por Barsuk Records y producido por la propia banda y Ian Laugton (Ash, Supergrass)- en el que su parte instrumental ha ido apareciendo más elaborada, como también lo son las composiciones, reflejo de la experiencia que da el paso de los años. Si bien, la fuerza de la juventud no va siendo la misma, si lo es la pasión y la dulzura de su sonido.
Claros ejemplos de ello son los nuevos éxitos que dejan para la posteridad como la inicial "So Much Love" o "Ride In The Unknown", piezas eufóricas de melodías pluscuamperfectas regadas con un piano maravilloso adornando las cargas de guitarras. Si bien el disco les ha salido tan redondo que a uno le hubiera costado elegir los singles de adelanto, definitivamente han resultado ser el que lo abre y , la creciente balada de casi seis minutos "Looking For You" y "Something I Should Do", que es puro indie americano de los noventa, con distorsiones eléctricas y desenfreno pop (parafraseos conocidos de la casa).
Otras gemas son las guitarras rítmicas y el tono bucólico de "Come Get Me" o la más etérea "Live Learn & Forget", de coros lejanos, teclados irresistibles y tristeza dulzona. También las relajadas "Just Wait" (qué estribillo más irresistible) y "Crowded Star", de arpegio de cuerdas, ambas recordando a los Death Cab For Cutie. Y no olvidemos la tapada "Mathilda", que transita en distintos espacios sonoros, acústico, pop poderoso, pop ambiental...
Una maravilla de álbum de estos tipos que si bien sus discos siempre nos traen cosas interesantes con este "Never Not Together" se muestran especialmente inspirados en lo que buen seguro será uno de los mejores discos del ejercicio.