Por: Javier González
Mucho cuidado a todo aquel que tenga pensando escuchar “Las Rutas Desiertas” que propone Diego Vasallo. Aquí entre surcos de rock de autor arenoso y poesía escrita a corazón abierto, el hipotético oyente se enfrentará al que desde ya debe ser considerado el disco del año a nivel estatal.
Porque a las habituales coordenadas sonoras del donostiarra, cantando con voz rugosa textos sumamente cuidados, y a unas canciones que huyen de artificios en busca de la pura verdad, Vasallo las ha sumergido en el pantano, enroquerizando su desnuda propuesta, mientras el fantasma de Johnny Cash asentía con la cabeza y el bueno de Lou Reed les daba velvetiana bendición, para brindar con Tom Waits hasta caer rendidos ante la capacidad de transmitir que poseen unas canciones que brillen en la oscuridad de los abismos cotidianos.
Encandilados por lo firme de su apuesta, nos citamos con Diego en el Café Comercial, donde entre el barullo y el ruido habitual del mítico local madrileño, desgranamos los pormenores de unas rutas que a poco que éste país conserve un mínimo de rigor y capacidad auditiva dejarán de ser desiertas en breve espacio de tiempo.
“Las Rutas Desiertas” es tu séptimo álbum en solitario que llega casi tres años después de “Baladas para un Autorretrato”. Da la sensación de que la carrera de Diego Vasallo vuelve a coger velocidad de crucero. ¿Estamos en lo cierto?
Diego: Sí, la verdad que desde la publicación de “Baladas para un Autorretrato”, hemos tocado mucho, creo que más que nunca. Más tarde sacamos una edición especial en directo desde el estudio. He ido encadenando trabajos y ha habido más actividad. Mi idea es no dejar ya tanto tiempo entre disco y disco como he dejado pasar otras veces.
¿Podemos hablar de que ya se ha consolidado el eje Vasallo-Macaya como uno de los más interesantes de nuestra música?
Diego: Desde luego, estamos colaborando muy estrechamente, creo que formamos un buen equipo. Seguro que seguiremos colaborando, aunque no sé por cuánto tiempo, porque eso en música no se sabe nunca. Ahora mismo el tándem está funcionando muy bien, tanto en disco como en directo.
Escuchando las canciones del mismo, creo que es el disco más rockero que has grabado en solitario. ¿Te da la misma sensación a ti?
Diego: Sí es el disco que más influencias de rock tiene. También es verdad que han aparecido pinceladas de soul por ahí. Creo que hay más influencias variadas que en otros de mis trabajos, pero ésta vez todo está mucho más cerca del rock.
Sigues apostando por el minimalismo, pero creo que ahora hay más instrumentación, más carga dramática y quizás un punto de experimentación que no había en otros de tus trabajos.
Diego: Hay más arreglos que en otros discos, ya que antes algunos eran muy austeros en instrumentación. Además de que la banda base es de rock. Hemos intentado jugar con las texturas, no queríamos que el disco sonara estándar, queríamos darle la vuelta al sonido, jugar con él. Y también es cierto que hay un margen para la experimentación bastante grande en el disco.
Ahondando en las sonoridades lo emparento con el anterior, pero ahora veo ramalazos de Velvet Underground, Nick Cave y Tom Waits, sin dejar de lado esos tics a los “American Recordings” de Johnny Cash…
Diego: Todas esas influencias han estado en las sesiones de preparación del disco. Sobre todo me han interesado últimamente producciones más rockeras. Me han llamado la atención Nick Cave y Mark Lanegan, que también ha estado por ahí. Luego también hay cosas de T Bone Burnette, que a Fernando y a mí nos alucinan, como ocurre con “Raising Sand”, la producción que hizo para Robert Plant y Alison Kraus. Ese tipo de producción nos ha influido mucho. Todas esas influencias pueden formar parte del coctel que hemos propuesto.
En el apartado de canciones te diré que hacía muchos años que no escuchaba una canción tan impresionante y conmovedora como “Allí te Esperaré”.
Diego: La verdad es que me lo está comentando gente. Creo que es una canción que ha causado cierto efecto. Es un corte muy directo y emocional, con una letra río que no se repite nunca. Es curioso porque musicalmente es casi un bucle de estribillos. Armónicamente no hay cambio, pero al variar la letra se crea una sensación de avalancha, de avance que no para nunca. Es una de mis favoritas. Es una canción como muy personal en el texto. Se grabó después de las sesiones, estuvimos a punto de no incluirla, salió en el último momento. De hecho es la última que escribí. Se grabó rápido. La guitarra y la voz es de la misma toma, creo que la canté dos veces. Sé que Fernando la hizo algún recording de guitarra y hay algún melotrón y cuerdas de fondo.
El single de adelanto “Cargamento”, encierra un mensaje final de optimismo y de enfrentarse a un bagaje que es vencible, donde dices “Hay un cargamento de cosas buenas en camino”. Algo que me llamó la atención porque en otros de tus discos tuve la sensación de que andabas pasándolo mal. ¿Estás viviendo un momento dulce en tu vida?
Diego: Es verdad. Creo que los discos reflejan muy bien el momento emocional y personal del autor. En este caso estoy en un mejor momento, tanto personal como creativamente. Me noto con más energía y ganas de pelearlo. Además, en mi faceta plástica tengo muchos proyectos por delante. Estoy en un momento de bastante actividad. Y en lo personal estoy en un momento más estable, que creo que se refleja a la hora de componer canciones. Hay otros discos, uno de ellos “Canciones en Ruinas”, que refleja un momento complicado en mi vida. Era un trabajo austero y árido. Creo que los discos deben reflejar los momentos que vivimos los autores, al menos si aspiras a hacer canciones con un poso de verdad.
Por cierto, es la primera vez en mi vida que pienso en ti y en Lou Reed al mismo tiempo…
Diego: Es una influencia que no me suelen comentar, pero efectivamente es uno de mis autores importantes. No me gusta todo de él, tiene una obra muy larga. Pero sí, como escritor de canciones es una influencia enorme para cualquiera que escriba canciones de rock.
El disco comienza con una canción titulado como “Mi Historia”, donde cantas “Mi Historia tuvo prisa y ahora ya no se mueve”, que parece encerrar un cierto juego y tonos muy autobiográficos.
Diego: Viene a decir un poco que los ritmos que manejo ahora son otros, ya no es el de la juventud. Es una confrontación con el pasado, con ver qué va quedando del paso de los años. Es darte cuenta de lo poco que somos. Mirar atrás y ver todo lo vivido y dónde queda. El pasado es algo que se evapora. Por muchas cosas que vivas al final te quedas solo contigo mismo. No hay mucho más. Somos poca cosa. Es una reflexión sobre el paso del tiempo y sobre ponerlo en tesitura con la vida pasada.
Debo felicitarte por haber incluidos temazos pantanosos como “Esta noche no se parece a ninguna” y “El Río baja Crecido”; o por la genial “No me Niegues nada”, donde el fantasma de Johnny Cash te mira más que satisfecho desde la lejanía al escucharla.
Diego: La referencia a Johnny Cash… es que sus últimos discos me hicieron replantearme muchas cosas en cuanto a interpretación y formas de grabar. Para hacer esos discos primero hay que ser él y hay que tener su edad, viviendo lo que ha vivido él. Los grabó en los últimos años de su vida y se nota. Ese poso y profundidad en las interpretaciones no se puede conseguir en cualquier momento. Sus “American Recordings” son discos en los que cualquier canción que cogía, las engrandecía, partiendo de originales de gran calidad. Hay muchas que me gustan más sus versiones que las originales. Creo que es una cima de la música americana. Más que una influencia, es un altar al que rendir culto lo que tenemos en esos discos de Johnny Cash.
En otras entrevistas me has confesado que a veces tu carrera ha sido esclava de tu vida. Sin embargo en este disco te siento más libre que nunca…
Diego: Es verdad que nunca me he puesto ningún límite ni cortapisa. Desde que empecé mi carrera en solitario realmente hice discos para hablar de lo que necesitaba y me apetecía hacer. En este ocurre igual. Aquí no se ha tenido en cuenta más que la musicalidad de los temas, algo que nos motiva realmente. Yendo a los terrenos de sonidos y producción que queríamos ir, sin prejuicio. Nos hemos abierto a influencias diversas, si surgía una idea de otros discos, se escuchaba, fuera de quién fuera. Nos hemos sentidos libres totalmente.
Cierras el círculo con “Las Rutas Desiertas”, donde quizás me encuentre al Diego Vasallo más cercano a Duncan Dhu en años, hablo de que es un corte cercano a “Mundo Real”. ¿Crees que es una bonita forma de cerrar el círculo?
Diego: Puede ser… tiene esa cadencia soul, como tenia “Mundo Real”, esos ritmos lentos soul que siempre me han gustado. Esta canción la queríamos tirar por ahí. No he sido consciente de la asociación, ahora mismo las tendría que comparar, sinceramente. No lo había asociado. Pero puede ser, por qué no. Hay influencias que permanecen siempre. El soul me ha gustado siempre, sobre todo ciertos artistas. He abierto el abanico de influencias al soft-soul que en discos anteriores no estaban. Es reflejo de la apertura de miras de la que venimos hablando.
Antes comentábamos que este es tu disco más rockero, el que más agradecerá una banda de rock tocándolo al completo. ¿Cómo tienes pensado llevarlo al directo? Y sobre todo, ¿nos encontraremos con una gira extensa y quién sabe si hasta de festivales?
Diego: La idea es tocar con la banda que tengo montada, luego las cosas son como son. No es fácil hacer cincuenta conciertos. Mi propuesta la veo para salas y pequeños teatros. El tema de festivales lo probé una vez, pero creo que mi propuesta no funciona. No me veo en ese circuito. Con el disco anterior estuvimos durante dos años y medio rodando, con treinta conciertos realizados, que para mí está muy bien. Nosotros estamos dispuestos a hacer todo lo que salga y se pueda. Luego hay que pelearse, cerrar los bolos, pero no es algo tan fácil.
Me imagino que cada vez se hará más complicado hacer un repertorio de canciones, dado tu enorme legado. ¿Cómo afrontas la selección de temas?
Diego: Se está haciendo difícil con cada disco nuevo, la verdad. Salen muchas canciones que me apetece tocar. Hice una selección amplia para jugar con ella en vivo. De este disco, por ejemplo, tocamos siete. Luego me gusta coger varias de cada trabajo. Desde “Criaturas”, que creo que al final se ha caído la que cogimos, hasta aquí, hice una selección amplia y las probamos. Unas se han caído, porque ciertas composiciones funcionan mejor que otras, y otras se han sustituido. A partir de “Canciones de Amor Desafinado”, tocamos de todos los discos, algunas muy modificadas. De “Canciones en Ruinas”, que era un disco casi sin banda, hacemos adaptaciones muy distintas a las originales.
Es tu primer disco autoeditado. ¿A qué se debe?
Diego: Es mi estreno en la autoedición. Alguna vez tenía que caer. He estado en Dro-Warner y Subterfuge, me apetecía probar la autoedición. Es bastante más trabajoso en todos los aspectos, pero haces lo que quieres. No tienes que convencer ni explicar nada a nadie de tus elecciones, tanto musicales como de cualquier otro tipo.
¿Eres consciente de que has factura tu mejor disco en solitario?
Diego: Sí, tengo esa sensación, pero soy prudente porque a los músicos lo último que hemos editado, nos parece lo mejor. El paso del tiempo pone a los discos en su lugar. No sé si el mejor, pero está entre los tres mejores que hecho seguro.
¿Nunca te has planteado hacer una pequeña reedición de algunos de tus trabajos ya descatalogados?
Diego: Me encantaría que las hubiera, sinceramente, pero la mayoría del catálogo es de Warner. Yo solo podría editar estos dos últimos discos. Ojalá se decidan a hacer una tirada pequeña. Además, como bien dices, hay discos descatalogados. Hay trabajos a los que tengo mucho cariño, como el que hice con Roger Wolfe, “La Máquina del Mundo”, que es imposible de encontrar en formato físico. Bueno, creo que todos mis discos son imposibles de encontrar en formato físico. Además, en mis conciertos no tengo stand con venta de discos, ya que no suelo tener una persona que se ponga ahí para venderlos. Quizás en algún concierto de los próximos que tengo lo hagamos, pero vamos de algunos discos solo me queda una copia. Ojalá se decidan a reeditarlos.
Por cierto, ¿crees que habrá una última oportunidad de volver a sacar a pasear el nombre de Duncan Dhu?
Diego: No creo, sinceramente. Salir con Duncan nos requiere mucho esfuerzo tanto a Mikel como a mí.
Gracias por todo, Diego. Cómo siempre, ha sido un placer.
Diego: Gracias a vosotros.