No es la palabra “cantautor”, con toda la carga simbólica con la que tantas veces carga, la más exacta para definir a Carlos Chouen. Tampoco sería justo apartarle por completo de lo que musicalmente aporta dicho concepto, ya que sí está presente en su actitud artística, lo mismo que encontramos muestras inequívocas del rock urbano en ella. Así, fluctuando entre esa raíz más lírica y acústica y una más eléctrica y contundente, llega un nuevo disco, "Refugio", en el que apuesta por su faceta más directa pero en el que nos encontramos con una forma de trabajar donde se multiplican los detalles, logrando un repertorio de lo más variado y colorido.
Unas novedades que solo hacen ratificar una personalidad tan firme que permite ser moldeada por el momento actual de inspiración y mantenerse igualmente identificativa. Tras un breve parón alejado de la música, el reencuentro con este gaditano nos incita rápidamente a comunicar con él y a interrogarle sobre su nuevo trabajo...
Han pasado seis años desde que publicaste un disco con material nuevo (“En la frontera”), ¿sentías la necesidad de descansar a la hora de componer-grabar? ¿ha ayudado para que regreses con más ganas?
Carlos Chaouen: Necesitaba parar, limpiar, reconciliar y renovar energías. Dejé de tocar un tiempo y me centré en otras cosas. Ha sido un tiempo muy provechoso y productivo. Llevo casi dos años desde que empecé a maquetar y entre otras actividades me he permitido hacerlo muy a gusto y conscientemente. Desde luego regreso con más ganas y ganas de otro tipo. Es el disco que más he disfrutado en todas sus facetas y de hecho tengo más ilusión que con ninguno de los anteriores, para mí es el primero.
Musicalmente es un trabajo muy diverso, hay desde rock urbano a country, incluso pasajes progresivos, flamenco.. ¿Tienes la sensación de haber sido especialmente libre en estas canciones?
Carlos Chaouen: Siempre he sido un poco libre, y por eso hice cosas tan diversas, pero en éste es verdad que por primera vez asumo todo el proceso y he tocado más que nunca, he intervenido a cada paso para que se aproximase lo más posible a cómo yo oigo las canciones cuando las compongo. Me representa mejor esta producción. Siempre me han dicho “tú solo con la guitarra transmites más que todos tus discos”, pues con este creo que hemos acortado esa distancia. La libertad, aún con sus riesgos, es el mejor espacio creativo y vital.
También es importante para el sonido del disco Curro Ureba de Trafalgar Estudios. Le dimos bastantes vueltas en el estudio al sonido de baterías y guitarras sobre todo, además de otros detalles como ciertos aspectos más añejos, brutos y naturales, y más en mi modo de componer o interpretar, dejando fallos o detalles que en otra producción serían imposibles. Yo me suelo cansar muy pronto de mis propios discos y éste, que lo acabé de grabar el verano pasado, me sigue ‘poniendo’. También la gente me transmite esa sensación, ¡el disco suena añejo y contundente!
Entiendo que nunca tuviste ningún reparo en que te quedara un disco tan variado...
Carlos Chaouen: No me preocupa porque la vida y todos nosotros somos variados. Sé que a la gente le gustan las etiquetas, pero a mí no. Oigo músicas diversas, leo autores diversos, siento cosas diversas, amo cosas diversas…., me parece natural que eso se refleje en las canciones. No soy de estilos, creo que hay buena y mala música, buenas y malas canciones en todos los sentidos.
Mi idea inicial era grabar ocho canciones más “rockeras” y otras ocho en otro ambiente, y timbres, que son las que reflejan las dos últimas de este disco. Me convencieron de hacerlo en dos partes así que así lo hicimos. Claramente hay siete canciones en un contexto de producción y dos en otro. Para mí es muy enriquecedor aportar esos matices, que también están en mi día a día.
Mi idea inicial era grabar ocho canciones más “rockeras” y otras ocho en otro ambiente, y timbres, que son las que reflejan las dos últimas de este disco. Me convencieron de hacerlo en dos partes así que así lo hicimos. Claramente hay siete canciones en un contexto de producción y dos en otro. Para mí es muy enriquecedor aportar esos matices, que también están en mi día a día.
Y esas dos canciones (“El loco” y “Divina-mente”) que se mueven en un territorio muy curioso, de sonidos entre flamencos-árabes contemporáneos, ¿debemos verlas como indicios de un nuevo camino que puedas tomar?
Carlos Chaouen: Es lo que te decía, claramente están en otro contexto al resto del disco. Hay más canciones de ese estilo, algunas de ellas me gustan bastante, y sin duda en el futuro exploraremos esos territorios, por otra parte tan afines a mí, ya que no están lejos de temas como “Este querer” o “Flores secas” del disco “Respirar”.
Lo que sí están todas las canciones de este disco son llenas de detalles y matices instrumentales, lo que las decora muy bien sin llegar a saturarlas, ¿te has dejado llevar más que otras veces a la hora de jugar con el “vestido” de las canciones?
Carlos Chaouen: Les he dado solo lo que me pedían, en otros discos creo que había sobreproducción y arreglos que en realidad no tenían nada que ver con el espíritu de la canción. Aquí todo es más coherente y más personal.
La canción puede cambiar absolutamente (como las personas) depende de cómo la vistas o en qué contexto la coloques, pero (como las personas) las verdaderas canciones son mejores cuanto más desnudas.
El disco se abre con "Los que haremos Rock and roll", en la que cantas: "ya nos deshicimos del dolor / ahora quiero vivir en plena libertad", ¿es una declaración de intenciones respecto al tono global del disco?
Carlos Chaouen: Creo que sí, es un autoreconciliación y autoperdón. Creo que a veces eso es necesario. Los que hicimos rock and roll somos los que haremos rock and roll, pero en plena libertad. En ese sentido creo, y me lo han dicho también, que sin pretenderlo es el disco más claro y positivo, más luminoso y menos retorcido.
Carlos Chaouen: Bueno, como decía, estoy de acuerdo en la apreciación. Es verdad que la tristeza y el dolor es un caldo creativo enorme, pero realmente es una tortura romántica que pierde su belleza precisamente cuando se cristaliza en una forma de entender las cosas. La belleza y el arte deben poder concebirse desde todos los lugares.
Yo también considero que es un disco más feliz, o por lo menos más soleado, más positivo, ¿se puede también escribir desde la felicidad o, por lo menos desde la no tristeza, o esa sensación de "drama" sigue siendo el estado óptimo para la creación?
A lo largo del álbum resulta recurrente esa reflexión sobre dejar atrás los altibajos para llegar a un punto más estable, ¿se trata de un disco que recoge un momento determinado en tu vida?
Carlos Chaouen: Pues sí, creo que siempre en mis canciones me he desnudado bastante, es la manera en la que entiendo hacer canciones, desnudar verdades. Y sí, desde luego es un momento de búsqueda y encuentro, de lucidez y estabilidad, que imagino se filtra en las canciones.
“Refugio”, título de tu nuevo disco, es una palabra lo suficientemente abstracta como para sugerir muchos significados, ¿cuáles se esconden en este caso?
Carlos Chaouen: Podemos decir que hay muchos niveles, pero para todos los públicos se podrían configurar tres niveles de reflexión. Primero la necesidad de refugio social, con los enormes problemas de refugiados por guerras, hambrunas, clima, etc… Por otro lado los refugios sociales de las personas, familias, amigos, posesiones, títulos, esperanzas, etc, donde cada vez hay más aislamiento, soledad, falta de comunicación externa e interna; hay personas que necesitan refugio de sus propias familias o entornos. Y a un tercer nivel de qué y en qué nos refugiamos personalmente, dónde reposa verdaderamente nuestro ser, nuestra verdad, nuestra honestidad personal ante nosotros y ante la realidad.
Entre medias de este trabajo y su predecesor apareció el disco y DVD "7300 días", que recogía tus canciones en directo, ¿qué papel tenía ese disco: un resumen de tu carrera, el fin de una época..?
Carlos Chaouen: Yo lo veo casi como ambas cosas. Se recogen allí más de 40 canciones y para mí si es un punto y aparte, un punto de inflexión personal y musical.
También has publicado en alguna ocasión poesía, ¿son dos formatos para ti muy diferentes, el de la poesía y el de escribir la letra de canciones? Cuando te pones a escribir, ¿ siempre eres consciente desde el primer momento para qué formato (poesía o canción) lo estás haciendo?
Carlos Chaouen: Hace tiempo que no escribo poesía, por así decir. Tampoco lo ejercité mucho realmente. Me gusta componer, letra y melodía para mí es como una sola cosa, se llaman mutuamente. Solo publiqué un cancionero pero añadimos algunos textitos más, no lo llamaría yo poesía a aquello; creo que hay más poesía en las canciones. Ahora me estoy planteando publicar, pero aún estoy ordenando material.
En el tiempo que has estado de parón musical te has dedicado a tu profesión, la de psicólogo, ¿cuando has estado ejerciendo dicho trabajo te ha proporcionado ideas para hacer canciones o diferencias ambas facetas claramente?
Carlos Chaouen: Realmente mi profesión esencial a lo largo de la vida ha sido hacer canciones, aunque nunca dejé de formarme en mi otra vocación. Todo ha ido en paralelo, fin de carrera en 1997 y primer disco en 1998. He tenido la suerte de hacer dos cosas que me gustan vocacionalmente.
Realmente para mí, aunque obviamente todo influye en todo, son facetas muy diferenciadas, espacios y disposiciones muy distintas, aunque todo está conectado y las canciones también son terapéuticas en cierta medida, o son compañía, o reflexión para muchísimas personas.
Realmente para mí, aunque obviamente todo influye en todo, son facetas muy diferenciadas, espacios y disposiciones muy distintas, aunque todo está conectado y las canciones también son terapéuticas en cierta medida, o son compañía, o reflexión para muchísimas personas.
¿Y hasta qué punto tus canciones, el proceso de hacerlas, ejercen de psicólogo para ti mismo?
Carlos Chaouen: Eso me resulta imposible de medir, pero está claro que los procesos expresivos o de autoanálisis pueden ayudar a acompañar procesos y cambios psicológicos, pero ojo con tantos "eventos" terapéuticos como hoy se comercializan; lo más importante es la voluntad, conciencia y esfuerzo de la persona que quiera un cambio en su vida; los cambios reales siempre vienen de dentro y no de circunstancias o poderes externos.