Por: Javier González
A ver quién es el guapo que le discute la originalidad y la longevidad sobre las tablas al bueno de Carlos Segarra. Cuando muchos de los pipiolos y pipiolas que hoy andan facturando pop blandito no eran ni siquiera un proyecto en la mente de sus progenitores, este barcelonés del barrio de Sants, ya andaba facturando auténticos trallazos de rock and roll, siguiendo la estela más primigenia del género, en castellano para regocijo y disfrute de toda una generación que le encumbró al estrellato al frente de Los Rebeldes.
Si resistir es vencer, Segarra es todo un ejemplo de victoria por goleada. Vivito y coleando durante cuarenta años, efeméride que celebra de la mejor forma posible, tocando en directo y con la reciente publicación de “Corazón de Rock and Roll”, en la que de la mano de Sony recupera todos los trabajos que grabó junto a la discográfica, además de un valiosísimo material inédito que acompañado de un suculento libreto, cargado de fotos y cartelería de toda índole, harán las delicias de todos aquellos que nos declaramos fans de la banda.
Contactamos con Carlos vía telefónica, quien cargado de vitalidad y con unas ganas enormes nos desmenuza toda la actualidad de Los Rebeldes.
En primer lugar enhorabuena por los 40 años haciendo música en un género como el rock and roll en España. ¿Se siente Carlos Segarra como un auténtico superviviente?
Carlos: Hombre me siento un viviente más que un superviviente. Digamos que en una carrera dilatada como la nuestra, lo normal es que haya mucha gente que tiene espacios en blanco y otros que desaparecen. Hay muchas bandas y solistas que no mantienen su marca ni su carrera. Están cuatro y cinco años sonando fuerte, y luego no gozan del favor del público, que en muchas ocasiones solo quiere las canciones del karaoke. En ese aspecto no somos supervivientes, somos una banda viva. Piensa que en este año pasado de 2019, editamos “Rock Ola Blues” que entró en la lista de los 100 más vendidos, aunque fuera en el puesto número 70. Y en el mismo año con Sony Music, nuestra casa de toda la vida, hemos editado la caja de “Corazón de Rock and Roll”. 8 Cds remasterizados más dos con contenidos inéditos, que han llegado al número 17 de la lista de ventas en plena Navidad, que sabes que están todos los buitres del mercado y todas las recopilaciones. Así que eso no es estar vivo sino muy vivo, sobre todo para ser una banda de rockabilly que lleva cuarenta años.
Lo celebráis en directo de la mejor forma que sabéis, tocando en directo y con una caja recopilatoria “Corazón de Rock and Roll”, donde recogéis parte de vuestra discografía. ¿Cómo surgió la idea de editar una caja tan jugosa?
Carlos: En su momento, hace dos años, hablamos con la discográfica y comenzamos a dejar caer la idea de que se cumplían cuarenta años de Los Rebeldes y que, aunque tuviéramos la idea de editar disco nuevo, si tenían la idea de hacer algo conmemorativo, les pedimos por favor que respetaran la calidad del artista. Ya sabes que a veces lo que se editan son poco menos que cintas de carretera y gasolinera. Me refiero a un producto sin remasterizar con fotos para nada elaboradas y cosas del estilo. En definitiva, un producto que no suele estar cuidado. Eso quedó ahí. A principio de 2019 tras la edición de “Rock Ola Blues”, Sony contactó con nosotros para solicitar nuestra colaboración. Nos pidieron temas inéditos y nos dijeron que querían hacer un libreto a todo lujo. Notamos un gran cariño por parte de la discográfica, que es la de los años alegres del artista. Se han juntado el hambre con las ganas de comer y ha quedado un cd box de lujo. De un cd de gasolinera, que era nuestro temor, a lo que se ha editado es como pasar de cero a cien.
Es una edición que recuerda en su formato a “1,2,3, Acción” y a “Rebeldes 79-85”.
Carlos: Esto va más allá porque tenemos muchos más medios, lo otro era una edición un poco más “Juan Palomo”. Ahora contamos con la colaboración de Sony Music, que es donde grabamos los discos para una generación que gozó de una situación privilegiada, ya que salíamos de una dictadura. Participamos de la creación de una explosión artística con música, cine y literatura.
¿Podríamos hablar de que en la edición aparecen los discos en que Los Rebeldes tuvieron una mayor repercusión comercial?
Carlos: Lo que se recoge son los discos desde el 85, cuando salí de la mili, hasta el momento en que dejamos de grabar para Sony Music. También refleja el cambio del vinilo, al mini disc, que no cuajó, y al CD. Luego comenzó la piratería. También hay otras grabaciones interesantes, lo que sumado a la masterización hace de esta colección algo muy interesante. A veces se dice que la tecnología llegó para fastidiar el mundo de la música, pero por ejemplo hay cosas curiosas, grabaciones, que nos han permitido pasar canciones que teníamos en casete al disco. Son cosas que hace quince o veinte años no podías imaginar hacer pero que ahora complementan de maravilla esta edición.
En el recopilatorio aparecen “Rebeldes con Causa”, “Más Allá del Bien y del Mal” y “En Cuerpo y Alma”. ¿Qué recuerdas de aquella etapa en la que volviste a la acción tras tu estancia en la mili?
Carlos: En el digipack aparecen elementos de todas nuestras discográficas, lo que habla del cariño que han puesto en esta caja todas ellas. Aquí aparece Sony Music- Epic Cbs, Mitik Records, además de Emi. Quizás el que más se vendió fue “Mas Allá del Bien y del Mal” y “En Cuerpo y Alma”, con “Rebeldes con Causa” ocurrió que se fue vendiendo a posterior porque cobró un aura mítica. En la caja queda reflejada toda la historia de Los Rebeldes hasta una cierta temporada que es finales de los noventa. Te diré que “Más Allá del Bien y del Mal” es un trabajo en el que hay muchas canciones que ya estaban compuestas con anterioridad. Sin ir más lejos, “Bajo la Luz de la Luna” y “Mediterráneo” eran dos temas que llevaban en el cajón cinco años. Recuerdo que irme a la mili lo sentí en ese momento como una gran putada. Se rompe tu banda, te deja la novia con la que llevas cuatro años, etc... visto con la perspectiva de los años sin la mili no tendría ninguna de las dos canciones anteriores, ni otras como “Maldita Garita”, “Quiero ser una Estrella”… una serie de composiciones que vete a saber qué hubiera ocurrido con mi carrera de no haberlas escrito. Sé que lo que voy a decir va a quedar raro, pero no me importaría volver a esa época para volver a tener veintiún años y ser joven. Quizás, de no haber hecho la mili, mi carrera no hubiera sido la misma y tú y yo no estaríamos hablando.
También hay dos discos que harán las delicias de los seguidores de la banda como es “Perdidos en el Estudio” y “Noches de Acción”. ¿Crees que a nivel de un seguidor consagrado de la banda son los dos más jugosos y distintos?
Carlos: Seguramente. Yo que soy muy freak de las cosas que me gustan. Es decir del rock and roll y de la primera etapa del pop inglés; me refiero a Beatles y Stones. Imagino que para los más coleccionistas serán lo más jugosos. También apreciarán tener en cd y remasterizados todos los temas emblemáticos hasta cierta época. Todo suma. Aunque estoy de acuerdo en que tener un doble cd con cosas raras en directo decanta mucho la balanza. Creo que refleja mucho una época concreta de una banda, deja constancia de lo que algunos vivieron en directo, y para los más jóvenes permite conocer cómo era la banda en aquel momento en vivo.
Me imagino que preparar esta edición habrá sido algo muy interesante. ¿Qué sensación te ha invadido al mirar atrás y ver tantas buenas canciones que tienen tu firma?
Carlos: A flor de pecar de falsa modestia… la verdad es que a veces te ocurre que tienes grandes canciones que olvidas que has compuesto. Ves canciones como “Tardes de Lluvia” o “Rebeldes con Causa”, que si las comparas con el nivel de las letras actuales no admiten comparación. Es algo que ocurre en nuestro caso y también en el de Loquillo y La Frontera, donde ves canciones que si las comparas con el reggaetón actuales son brutales y engrandecen. Vamos a ver que muchas de las actuales riman, pero poesía no es. Digamos que no van a optar al Cervantes. Mirando atrás te das cuenta del esfuerzo y el valor de lo que hicimos siendo chavales de veinte años. Son canciones que si las comparas con lo que se oye actualmente creo que dicen mucho. Teníamos cosas que decir y las decíamos.
“Mescalina” y “Mediterráneo” son dos de tus coplas eternas. ¿Orgullo de gran autor o bien de chaval del barrio de Sants que ha cumplido su sueño?
Carlos: Las dos cosas a la vez, caballero. Recuerdo que cuando empezamos a hacer canciones con Loquillo, me daba mucho apuro hacerlas. Pensaba para qué voy a escribir canciones si las que a mí me gustan ya están escritas. Era músico, sí, pero Rebeldes comenzamos siendo una banda que versionábamos clásicos del rock and roll. Comencé haciendo canciones que rimaban y que trataban de imitar las letras del rockabilly americano en castellano. Luego con base de rock and roll te vas soltando y escribes canciones cuya letra han cambiado la vida de mucha gente.
Carlos: Me quedo con el ahora donde puedo vivir todo. Ya te he dado el titular; el momento es ahora.
La caja recopilatoria muestra a las claras el asentamiento de Los Rebeldes en la élite de nuestra música y su tránsito de los ochenta a los noventa, en un momento complicado, donde las bandas nacionales cantando en ingles jodieron casi todo el panorama. ¿Cómo viviste aquel periodo tan concreto?
Carlos: Para mí cuando que me licencié en el 84, los años ochenta comenzaron en el 85 y acabaron en el 97, siempre lo digo. Hubo grupos que cantaban en inglés y me hacía mucha gracia porque tengo muchos amigos castellanos que te decían “si es que esto me gusta muchísmo” y luego cantaban en inglés. Había mucho estudiante que quería equipararse a la gente de fuera. Siempre pensé que era una cuestión de complejo de inferioridad que nunca sentí. Quizás fuera porque mi generación entroncaba con letras que conocíamos en castellano de Los Salvajes, Lone Star y Los Sirex, que pese a venir de los sesenta tenían letras bastante cañeras, luego el castellano no era un tabú. Yo estaba acostumbrado a escuchar desde los ocho años temas en inglés de Eddie Cochran, Buddy Holly, Elvis Presley…pero pensaba que si tenía que componer algo, debía ser algo que pudiera interesarme a mí y a mi generación. Cosas que pasen aquí y ahora, no en Wisconsin y Alabama, donde no he estado, no sé si voy a estar y no me interesa un pimiento lo que pase allí. Me interesaba más el gazpacho manchego que una hamburguesa en una barriada de Memphis. Digamos que interpreto aquello como que hubo una cierta sensación de inferioridad. Pero vamos que uno de Almansa no escribe inglés como escribe castellano.
Os habéis mostrado inasequibles al desaliento e inmunes a los cambios de estilo y modas. ¿Sois el vivo retrato de que el viejo Rock and Roll firmó un pacto con el diablo para ser más eterno que la propia vida?
Carlos: Pactos con el diablo siempre hay que hacer. Llámese rock and roll, hacienda o compañía discográfica. El diablo siempre está allí, pero hay que saber jugar con él. Lo que hay hacer es creer en lo que haces. Ver que eres importante en tu vida y en la demás gente. Y aunque vayas añadiendo elementos en tu música, siempre debes conservar tus raíces. Recuerdo que nos han hecho entrevistas gente que, por decirlo de manera suave, no son muy fans de la música de Rebeldes y me decían “es que no has evolucionado”. Vamos a ver hacer las cosas mejor es evolucionar. Lo que no hemos modificado ha sido nuestro estilo ni nuestro género. Es como trabajar de técnico de sonido y pasar a trabajar en un banco, eso es algo distinto. A nosotros nos ha gustado crecer, descubrir música, pero siempre manteniendo una raíz. Nosotros no hemos cambiado de palo.
Y además en algunos casos habéis conseguido que chavales de barrio se conviertan en mitos de nuestro rock.
Carlos: La industria de la música la creamos nosotros, La Frontera, Loquillo, Ilegales…porque de repente si miras las listas de hace cuarenta años, lo mejor que había eran los cantautores, en el mejor de los casos, a la vez que baladistas y pachangueo Tiempo después en España hubo una lista de éxitos que era realmente potente, con gente de nuestra generación compitiendo con Michael Jackson y Bruce Springsteen por el número uno. Fíjate si logramos cambiar la película.
Desde nuestra última conversación, se han producido los fallecimientos dos mitos como Tony Luz y Sleepy Labeef, a los que estabas especialmente ligado. Evidentemente, nos gustaría recordarlos como admiradores de sus carreras que somos.
Carlos: Durante dos veranos en mi juventud fui el bajista de Sleepy Labeef, una máquina de rock and roll coetáneo de Elvis. Era muy fan de él. A la España de aquellos años venían muchos rockabillys, pero todos británicos como Matchbox y Crazy Cavan. De pronto viene Sleepy Labeef que era un mito. Un buen día me llaman de su discográfica, donde siempre íbamos allí a rapiñar discos, para decirme que había venido de gira con un batería y un pianista, pero no tenían bajista, y claro, como yo me sabía todo el repertorio pensaron en mí para acompañarles. Recuerdo que con diecisiete años era el líder de una banda donde la media de edad superaba los treinta, tenía narices. Por otra parte, Tony era mi padre espiritual en Madrid durante los cuatro años que viví allí. Tony Luz era una gran persona, músico y arreglista. Si quieres un día quedamos solo para hablar de Tony Luz. Queda pendiente.
La próxima gira se antoja toda una celebración. ¿Qué tenéis pensado de cara a la misma? ¿Habrá alguna sorpresa?
Carlos: La formación con que saldremos de gira con Rebeldes es la habitual, con Miguel Escorcia y Lucky Martínez, a las guitarras, Celso Sierra, al contrabajo y Cuti Vericad, a los teclados, además de un servidor. Luego tendremos como invitados a Jaime Stinus, Dani Nel-lo y Moises Sorolla, que van a hacer parte del show con nosotros, ya que han sido parte de nuestra historia y han colaborado en ésta caja. Cuando me llamaron de Sony para pedirme cosas inéditas de la banda, me pilló de mudanza, entonces recurrí a Dani Nel-lo que es muy hormiguita. Cuando él entró en Rebeldes, ya era fan de la banda. Conservaba cosas que yo ya había tirado, entradas de conciertos, maquetas… También Jaime Stinus tenía grabaciones y Moises Sorolla guardaba carteles de conciertos. Su implicación fue tremenda. Entonces se me ocurrió invitarles a las presentaciones de esta caja en la que han estado tan presentes. Aunque hablando de directos te voy a dar una primicia. El concierto de Joy Eslava se va a filmar para que haya una edición el año que viene. Mucha gente me decía que si no editaríamos nada en vivo y nos hemos animado. El concierto del día 22 de Febrero en Joy, con invitados como Moises Sorolla, Jaime Stinus y Dani Nelo, además de Loquillo, se va editar y grabar.
Vamos que hay que ir porque va a ser toda una celebración…
Carlos: La implicación de todos es total. Si la gente mira en nuestros Facebook, verán una serie de ensayos que han tenido lugar en Valencia, donde ya aparecen Moises, Dani y Jaime, junto al resto de la banda. La idea que manejamos es ir haciendo más ciudades para presentar la caja poco a poco. Aunque en un año sacar el disco y la caja y que ambos entren en lista de los más vendidos es algo tremendo. Lo bueno es que estamos tocando para la gente que viene a vernos y sus hijos, así que no todo está perdido. Tenemos una franja de edad muy joven que viene a vernos cosa que nos encanta.
¿Qué planes de futuro manejas a medio y largo plazo?
Carlos: Después de “Rock Ola Blues” y la caja, tenía la intención de entrar al estudio para grabar un disco con canciones nuevas. Pero vamos a editar el directo del concierto que daremos en Joy Eslava en Dvd y Cd, por lo que creo que tendré más tiempo para seguir haciendo canciones. Es algo que me dará esperanzas porque creo que saldrá un trabajo tan bueno como “Rockola Blues”, que ha gustado mucho en general tanto a los medios como al público. Cuando llevas cuarenta años en la carretera, te das cuenta de que a muchos otros compañeros la gente no quiere oírles sus nuevas composiciones, sino las que se saben del karaoke. El hecho de que a mí no me suceda eso es una maravilla. Normalmente de cada disco se me quedan tres o cuatro canciones que la gente pide para el repertorio y que se saben en los conciertos, lo cual es una auténtica maravilla. Con “Rock Ola Blues” creo que hicimos un disco realmente bueno, que disfrutamos grabando y componiendo. Quizás podría haber hecho dos trabajos en vez de uno tan bueno, pero mira, son de esas veces que se te aparece la virgen y haces un discazo.
¿Llegarán Los Rebeldes a vivir el que sería su sexto cambio de década en activo, algo que solo está al alcance de Loquillo e Ilegales, creo?
Carlos: Lo vamos a intentar. Mientras tenga cosas que contar, fuerzas y ganas de hacerlo, además de que haya alguien que nos quiera escuchar, trataré de hacerlo. Estaré dando la brasa con un corazón de rock and roll que es lo que tengo.
Por nuestra parte es todo, Carlos. Mil gracias. Como siempre es un inmenso placer hablar con un mito de nuestro rock, tan accesible y locuaz como tú.
Carlos: Gracias a vosotros. Da gusto hacer una entrevista buena, no con becarios que no saben ni cómo te llamas. Encantado y hasta cuando queráis.