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Chris Masuak & The Viveiro Waves Riders: Intensidad a la hora del vermut

La Posada Del Diablo, Alcalá de Henares. Sábado, 1 de febrero del  2020  

Texto y fotografías: Skar PD 

Los lugares del rock, esos donde se celebran los conciertos, tienen su propio imaginario y el nombre tiene su importancia porque son como la antesala de las sensaciones esperadas.

La Posada del Diablo en Alcalá de Henares tiene un nombre sugerente donde los haya. Ubicada en uno de esos edificios con pedigrí, léase del siglo XVII, han reutilizado la planta inferior debajo del bar, o sea, el sótano, transformándolo en una especie de “The Cavern” y allí, ¡El Diablo Club y Hey Ho! Club de Rock, auténticos, y escasamente reconocidos, dinamizadores culturales de la ciudad, donde llevan más de un año organizando conciertos a la hora del vermut, que es una hora muy de garaje o de punk o de psycho, o de…una hora musical, vaya.

El vermut y la música fueron los responsables de la aparición en escena de una de esas leyendas que parecen solo ser apreciadas por un pequeño grupo de fans irredentos. Y el amor, claro. ¿Qué hace un canadiense, australiano de adopción, poseedor de un curriculum envidiable en esto del rock’and’roll viviendo en Viveiro desde hace unos cuantos años? Chris “Klondike” Masuak tiene una trayectoria inmaculada, desde Radio Birdman a su penúltimo proyecto Klondike’s North 40 pasando por The Hitmen o New Christs y miembro de la ARIA Hall of Fame. Vamos, que si vas a ver un concierto suyo lo haces con absoluta garantía. 

Desde la primera nota ofertada por Chris Masuak & The Viveiro Wave Riders la intensidad se hizo presente, la intensidad emanada del "Hand Of Law" de Radio Birdman y su infecciosa intro de bajo y su peligroso estribillo “La mano de la ley está sobre nosotros ahora”, y continuada con "1776", la primera aportación de su reciente disco "Adrees To The Nation", que acabó por definir las coordenadas por donde iba a transitar el concierto. “Para bailar”, así presento el batería a "This Bar", excepcional medio tiempo de The Hitman y recuperada para la ocasión en el último disco de los de Viveiro.

Y puestos a reivindicar el reciente disco sonaron así de seguido "Gun Song", "Trance" y "Ffts", antes de que abordaran el "I-94" del primer EP de Radio Birdman, ahí es nada, y por momentos, lo de Wave Riders, o sea eso de cabalgar las olas, cobró todo el sentido. "Gravity" sonó a respiro. A ese respiro profundo que solo te da el blues, porque a estas alturas el sonido compacto y excelente, la maestría a la guitarra y la voz casi mágica del señor Masuak, se había adueñado del todo. 

“Vimos a los Stooges y a MC5” y "Do the Pop", del decisivo "Radios Appear" de los Birdman, sonó a bofetada a mano abierta de esas que te dejan casi sin respiración y coreando "do the pop" a voz en grito, porque si hay que sacar la vena a pasear pues se saca. Que nadie se lleve a engaño , a guitarra del Masuak es deudora de los power chords del hard rock y del proto punk de los mencionados en la canción, pero a la vez tiene esa sensibilidad melódica del power pop ,y "Another Lost Weekend", una preciosidad de canción, inmersa en su anterior disco "Brujita", lo dejo meridianamente claro.


Para el final, que no fue tal, dejaron otra de las joyas de los Birdman, que poco importa que el compositor fuera su “amigo” Deniz Tek, ya la que la guitarra del Masuak, trasladando el riff original de The Ventures, dio todo el sentido. El homenaje a "Hawai 5.0" que es "Aloha Steve and Danno" sonó a telefilme, sonó a surf y hasta a bolero, que no por casualidad sonaron las notas del "Bésame Mucho" entremezcladas con la sintonía de la citada serie.


No hubo bises, no hizo falta pedirlos porque a pesar de haberse despedido decidieron continuar y cobró protagonismo otra de esas bandas, The Screaming Tribesmen, que dan lustre el curriculum del señor Masuak, representada por "You Better Run", que destila felicidad en cada nota y "Date With A Vampire" y su declaración incondicional de amor a una chica vampiro. Al fin y al cabo, puede que fueran las 4 de la tarde, pero estaba oscuro y estábamos en una "cueva".

Un nuevo recuerdo a The Hitman llegó con "Didn't Tell The Man", una recta final "made in Viveiro" (¡que divertido y fiestero el Viveiro Rocks) con una de esas canciones que dan sentido a las fiestas patronales, antes de llevarse definitivamente todo por delante con la tremenda "Niagara", que bien podía hacerles opositores al Resurrection Festival de su localidad, sin desmerecer.

Al acabar lucia el sol, que es lo que tienen los conciertos a la hora del vermut, así que te colocas las gafas pertinentes, y te recreas un poco en el buen concierto que acabas de ver y en estar seguro de que ver en directo a personajes como Chris Masuak, que además vive aquí al lado como quien dice, es todo un privilegio. No estamos para desaprovechar privilegios a poco que te guste este vicio de los buenos conciertos en garitos y con valor añadido si son con la historia y la distinción de La Posada Del Diablo.