Por: Txema Mañeru
Desde su discográfica nos venden este segundo disco homónimo de The Band como su obra maestra. Esto es muy discutible, ya que su debut, “Music From Big Pink”, fue todo un descubrimiento con el mérito añadido de ser su debut. Prueba de su grandeza es la reedición 50 Aniversario que Universal publicó el pasado año con excepcional sonido y jugosos extras realmente.
Aquel debut antológico, con mucha influencia y “presencia” de Bob Dylan, puede que sea superior en conjunto a “The Band”. Eso sí, en este segundo disco es en el que más éxitos figuran y es el que contiene más temas clásicos de la banda. Buena prueba de ello es que es el disco con mayor representación en su gran canto del cisne que fue “The Last Waltz” en forma de triple vinilo, pero también de película de Martin Scorsese, considerada una de las mejores películas rock de la historia, sino la mejor.
Este “The Band” también aparece con sonido remasterizado en 5.1 Surround y en una edición extendida y muy recomendable que se va hasta los dos compactos. No falta la obligada edición en doble LP de 180 gramos ni una Superdeluxe limitada por su precio estratosférico. El álbum fue grabado en la casa de Hollywood Hills que fuera propiedad de Judy Garland y Sammy Davis Jr. Una de sus perlas más indiscutibles del disco es "The Night They Drove Old Dixie Down", uno de esos temas que condensan todas las muchas habilidades de la banda. Ese sonido con dos teclistas y hasta con cinco voces variadas, con dos o tres de ellas que podrían triunfar fácilmente en solitario. ¡Pura magia con aromas sureños y de Nueva Orleans!
Igualmente nos vamos a encontrar con ese contagioso single titulado "Rag Mama Rag", que viene, por cierto, en vinilo de 7” en la edición limitada Superdeluxe que incluye los dos compactos, los dos vinilos y un precioso libro. También ha salido como single en su nueva y más que apreciable versión en los jugosos extras con ese sensacional piano y la fiesta musical total. Pero es que además se abre con esa fanfarria celestial en "Across The Great Divide" como sólo ellos eran capaces de hacer. Grandes juegos vocales vuelve a haber en una "Up On Cripple Creek" con destacado órgano y más sonidos del sur y de Nueva Orleans. Ya hacia el final siempre me ha enamorado ese precioso lento que es "The Unfaitfl Servant" y su genial piano y esos punteos acústicos de Robertson.
Los seis extras del primer compacto llevan su duración casi hasta los setenta minutos y destaca ese single en versión alternativa de "Rag Mama Rag" y la de "The Unfaithful Servant". Resultan a su vez más que curiosas las mezclas instrumentales de "Look Out Clveland" y "Up On Cripple Creek".
El segundo compacto supera los 75 minutos y destaca sobremanera la presencia del "Live At Woodstock, 1969”" en sus "Original Rough Mixes". Gran sonido que comienza con el genial órgano y las hermosas voces de "Chest Fever". Los juegos vocales en "Baby Don’t You Do It", unidos a los juegos entre piano y órgano, son deliciosos, sumando a ellos el remate de los punteos de Robertson. Hay que reseñar el genial encadenamiento de las hermosas y emocionantes ‘Long Black Veil’, ‘This Wheel’s On Fire’ y ese ‘I Shall Be Released’ con la voz aguda al límite. Además su mayor éxito el siempre contagioso ‘The Weight’ y su estribillo para corear.
Además podremos encontrar siete "Additional Studio Bonus Tracks" con el outtake estéreo de "Get Up Jake" o la toma vocal alternativa de "Rag Mama Rag". Resulta una buena mezcla alternativa la ofrecida por "The Night They Drove Old Dixie Down" y mejor todavía es la toma alternativa de "Jemina Surrender" y la perfomance alternativa de "King Harvest (Has Surely Come)", tema que cerraba con brillantez el disco original.
Hay que mencionar el sensacional libreto de 28 páginas con nuevas notas interiores que contiene esta edición. Muy amplias, detalladas e interesantes y a cargo del gran crítico y escritor Anthony DeCurtis. Además encontramos magníficas fotografías y completísimos créditos. El disco está en montones de prestigiosas listas con lo mejor de la historia y también aparece en el libro de “Los 1001 Albumes que debes Escuchar antes de Morir”. Desde luego que oír a The Band y oír “The Band” es algo obligatorio si quieres conocer una de las páginas más brillantes de la música americana de raíces de todos los tiempos. Quizás estemos ante la mejor reedición publicada durante el 2019.