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Lidia Damunt: "Nacer en Marte"

Por: J.J. Caballero 

Escuchar cada nuevo disco de Lidia Damunt es como abrir una caja de sorpresas. O quizá sea más apropiado decir una caja de música. Sabes que vas a encontrar algo delicado, lleno de corazón y hecho con la magia con que se hacen las pequeñas cosas. No es poca cosa, sin embargo, lo que ha conseguido con este magnífico “Nacer en Marte”, pues probablemente sea el trabajo más consciente e inspirado que esta mujer ha conseguido entregar hasta el momento. Dejando de lado la concreción pop de las recordadas Hello Cuca y dando un volantazo a su tradicional concepto del pop, logra preservar su identidad y se entrega a la labor, nada fácil muchas veces, de hallar unas melodías más diáfanas y casi dignas de un trabajo de orfebrería. Así, son “Tu presencia” o “Tú me das” (esta última acercándose con valentía al mainstream) una curva cerrada en su camino, una oportunidad de pararse a disfrutar del paisaje antes de continuar una ruta menos acústica, llena de presencias estimulantes en múltiples camas y arreglos y casi recreándose en una producción propia del r&b americano, como parece indicar el formato de “Esta emoción”. Sí, no por inesperado el sonido deja de ser menos valioso.

Es tan completo el viaje que también reposta en los ambientes latinos, como hace en “Felicidad” y “La equilibrista”, donde el tex-mex aparece de repente quién sabe si para quedarse. Porque las letras apasionadas de la Damunt, una contadora de historias para enmarcar que por fin se atreve a hablar claro desde la ironía y la entrega emocional, encuentran un vehículo perfecto en su habitual mezcla de pop y folk, ahora ampliados a los ruidos que llenan el mundo. Hasta sintetizadores incorpora, en una suerte de retrofuturismo descrito por ella misma, en la explícita “Desde el futuro”, y rasguea una lap steel guitar que lejos de desconcertar al oyente lo reorienta hacia un nuevo cruce en el que los estilos y los prejuicios se diluyen como el azúcar. Y eso es lo que hay en su música, mucho azúcar, aunque bien diluido por los efectos colaterales de la producción de Sergio Pérez, otro experto en trabajos artesanales y prácticamente redondos como este.

Si este álbum contiene la que podría ser la mejor canción de su carrera, “Sucesos”, y puedes perderte en él una y otra vez para volver a encontrarte en otro punto totalmente diferente pero igual de seductor es porque la faena ha sido tremendamente bien rematada. A artistas como Lidia Damunt, murciana afincada en Suecia, la música hispana le debe mucho más de lo que ella misma podría adivinar. “Nacer en Marte” no la hace una extraterrestre, pero sí una de las más preciadas rara avis que puedan poblar nuestros auriculares.