Por: Txema Mañeru
Lo dejamos claro de inicio, “What’s My Name” (Universal) es uno de los mejores, más divertidos y más variados discos de la larga trayectoria en solitario del incombustible Ringo Starr. Eso sí, nunca esperes una obra maestra como algunas de las que pudieron crear sus compañeros en The Beatles, pero ver un concierto de Ringo junto a su All Star Band sigue siendo una divertida experiencia, y enfrentarse a este disco con su banda y muchas más estrellas apareciendo como invitados y colaborando en las composiciones, tampoco está nada mal.
Es inevitable por lo tanto no detenerse en todos esos grandes músicos y compositores que le acompañan, comenzando por Paul McCartney, que toca en la versión de John Lennon, para más deleite y morbo, la tierna, entrañable y lenta "Grow Old With Me". Pero es que además está el gran Joe Walsh de los Eagles en varios temas, Edgar Winter, Dave Stewart (Eurythmics), Benmont Tench (Tom Petty & The Heartbreakers), Steve Lukather (Toto), Nathan East, Colin Hay, Richard Page, Warren Ham, Windy Wagner o Kari Kimmel, entre unos cuantos más. Todo grabado de nuevo en su casa y sin ningún tipo de presiones. Por cierto, que en las mezclas y la grabación vuelve a destacar el nombre de Bruce Sugar para endulzar los resultados.
Unos resultados que comienzan bien con el tema compuesto junto a Joe Walsh, "Gotta Get Up To Get Down". Buenas guitarras de y voces casi rapeadas entre las que destaca también la de Edgar Winter, que también brilla con sintetizador y clavinet. No sé si será por la presencia de Dave Stewart, y por su ayuda en la composición, pero "It’s Not Love That You Want" tiene un agradable aire entre Roy Orbison y The Traveling Wilburys. Lo mejor de un tema como "Magic" es el solo marca de la casa de Steve Lukather. No necesitaba modernizar así un clásico absoluto como es el "Money" de Berry Gordy y Janie Bradford. Un momento destacado sin embargo, con buen estribill,es para un claro single como "Life Is Good". De nuevo brilla la guitarra de Lukather pero atención al órgano de Benmont Tench. Jim Cox destaca con su piano y órgano en un "Thanks God For Music" que recuerda de nuevo algo al Roy Orbison de los últimos tiempos con un pegadizo estribillo y coros. Le toma excepcionalmente el relevo con piano y órgano a Cox un pletórico Benmont Tench en el buen y melódico lento "Send Love Spread Peace", con más aromas a Orbison y un buen solo de guitarra, ahora en manos de Steve Dudas.
El final es para el single y videoclip (casero también) compuesto por Colin Hay y que titula el disco. Una canción compuesta hace años pero que le va a Ringo como anillo al dedo. Buen rock’n’roll años 50 con Lukather saliéndose y Warren Ham soplando muy bien su armónica. Por ofrecerle esta canción, y por las cosas que le están ocurriendo en los últimos años, Ringo se siente bendecido y feliz y eso se nota en los frescos resultados de este disco. Su madre ya le decía de joven que era más feliz cuando tocaba, pero es que el cabrón de él sigue siendo feliz cuando lo hace y cuando graba canciones desenfadadas, pero atractivas, como estas.
Por cierto que Ringo tiene también un nuevo libro publicado el mes pasado y titulado “Another Day In The Life”. Deja fluir en él su amor por la música, los viajes y la naturaleza y nos muestra el mundo visto a través de sus ojos de Ringo. ¡Él ve el mundo con optimismo y alegría y sus nuevas canciones también resuenan de igual forma!