Por: Albert Barrios
Luther y Cody Dickinson nunca se fueron, pero han vuelto. Me explico. Desde que pusieron patas arriba el mundo del blues con su debut del 2000 "Shake Hands With Shorty" , la banda de referencia del denominado Hill Country blues no ha dejado de girar y entregar álbumes con mayor o menor regularidad. Pero como a otros gigantes de la música americana de los últimos 25 años como Warren Haynes o Trey Anastasio, la polivalencia y dispersión ha afectado a la calidad y mensaje de su producción. Multitud de colaboraciones, duetos, grupos paralelos y un largo etcétera han desembocado en una irregular trayectoria en permanente piloto automático. Con “Up And Rolling” regresan, y no es un típico tópico, por la puerta grande.
Grabado en los estudios familiares de The Zebra Ranch, se rodean de referentes y amigos para sumar, no solo para llenar las páginas de agradecimientos. La recuperación de los negativos del viaje que el fotógrafo Wyatt McSpadden realizó a Mississippi en 1996, con los propios Luther y Cody como guías, les ha inspirado para plasmar en notas cómo sonaba esa música del norte del Mississippi entonces y como suena ahora, entrelazándolas de manera natural y fluida.
El álbum se inicia con dos de sus mejores canciones : “Call That Gone” irrumpe de manera directa y pantanosa, pero pronto se revela como una pieza de orfebrería, con sus duelos de flauta y slide, mientras que “Up And Rolling” trota a ritmo de blues con ese espíritu desenfadado de las jams bands . Filtran con más intensidad y rock “What You Gonna Do?” (rescatada de uno de los discos fundacionales del góspel moderno, “Freedom Highway” de The Staples Singers ) con Mavis Staples comandando las partes vocales y es en “Drunk Outdoors” donde Luther nos recuerda que es un prodigio de las seis cuerdas y unos de los máximos representantes del mantra “menos es más”.
En “Peaches” del omnipresente RL Burnside se ponen duros a la manera de “Shake Hands With Shorty”, y” Mean Old World” huele a Allman Brothers por los cuatro costados : su padre Jim grabó a Duane Allman y Eric Clapton durante las sesiones de “Layla”, y con la ayuda de Duane Betts y Jason Isbell realizan una especie de cierre del círculo. “Out On The Road” y “Lonesome In My Home” son cien por cien “ADN NMA”, con voces encabalgadas, guitarras sucias y distorsionadas y toneladas de groove.
En “Bump That Mother” las voces femeninas destacan sobre el conjunto, con una ardiente Hammond en “Living Free” se acercan al R&B más reivindicativo, tocan el cielo con “Take My Hand, Precious Lord” y se despiden a pelo con la mínima “Otha's Bye Bye Baby”. Un disco necesario para reencontrarnos con una gran banda y para reafirmar nuestra (débil) creencia de que nunca perderemos la música de raíces… ¡¡¡Amén…!!!