Por: Txema Mañeru
Akkerman es, indiscutiblemente, uno de los más prestigiosos guitarristas europeos de todos los tiempos. Comenzó su andadura desde la más tierna infancia con Johnny And The Cellar Rockers y pronto despuntó con su destreza a las seis cuerdas al frente de los legendarios Focus, uno de los grupos más prestigiosos del rock progresivo y el hard-rock fuera de Gran Bretaña. Los holandeses estuvieron en lo más alto de las listas de muchos países en la primera mitad de los años 70.
Luego seguiría una dilatada trayectoria en solitario con muchas improvisaciones con su guitarra más habitual, la Gibson Les Paul. Formó también la banda de rock Brainbox, desató su locura y pasión por Frank Zappa, colaboró con Bogert y Caprice y ya en los 80 formó Forcefield junto al gran Cozy Powell y a Ray Fenwick (Spencer Davis Group). Antes, en 1973 fue considerado por Melody Maker como mejor guitarrista del año por delante de Eric Clapton y Jimmy Page. Ha hecho de Zappa, pero también jazz, new age, progresivo, hard-rock con ecos blues y momentos cercanos a la música clásica. Por algo recibió el premio musical más prestigioso de su país, Holanda, allá por 2005, el Golden Harp Award, y hace siete años fue nombrado Caballero en la Orden de Orange-Nassau.
Ha tocado varias veces con gran éxito en nuestro Ciclo de Conciertos de pequeño formato, Musiketan, que lleva años celebrándose en la Sala BBK de la Gran Vía bilbaína y que otra vez ha traído un impresionante cartel que puedes conocer en www.pserrano.com y en el que vuelven a repetir habituales como Elliott Murphy & Olivier Durand y mujeres clásicas de los últimos años como Kate Rusby, Sarah McQuaid o la gran revelación de los últimos años Gaby Moreno y su “New Sound of Old Soul”. Una inauguración, el 13 de octubre, que contó con la gran cantante de Americana y música de raíces Lizanne Knott. Ahí tuvimos a Akkerman en 2003 y nos volvió a sorprender hace tan solo dos años él solito con su guitarra.
Ahora ha regresado ocho años después de su anterior trabajo y lo ha hecho con este estupendo y variado “Close Beauty” (Music Theories / Mascot / Top Artist). Demuestra estar en forma y muy bien rodeado por lo que es su banda habitual cuando no actúa en solitario, con una sección de ritmo compuesta por David de Marez y Marijn Van Den Berg, y unos teclados, también la buena producción, en manos de Coen Molenaar. Comienza el álbum de manera sumamente espiritual con un "Spiritual Privacy", con aromas hasta flamencos por momentos y luego con buenos devaneos progresivos. Resuena más eléctrico en "Beyond The Horizon" entre tonos amables y una buena melodía que cautivará hasta a los seguidores de Mark Knopfler.
Siguen los experimentos flamenco-progresivos en "Reunion" pero aquí sumados con momentos más planeadores con bases programadas. El tema titular está cargado de belleza con su acústica, el piano y un ritmo básico. Se acercará a la música clásica de siempre e incluso a la contemporánea en "Retrospection", canción que tiene hasta teclados de aires barrocos. Buen jazz con agradable melodía, destacada guitarra, piano y órgano en "Tommy’s Anniversary". Logradísimos punteos sobre un ritmo vivo observamos en "Fromage", justo antes de la despedida con "Good Body Every Evenin" y repetición de fórmula con su guitarra eléctrica acercándose de nuevo un poco a sonoridades jazz, sobre aromas latinos y a lo largo de más de ocho minutos. así queda conformada una apasionante hora de viaje instrumental en un disco que brilla desde su preciosa portada muy “Hipgnosis”.