“Jesús ha estado presente en todo momento dentro del álbum en la mente de cada uno”
Por: Sergio Iglesias
Fotografía: Antonio Olmedo
Lagartija Nick se han empeñado en mantener vivo el legado de Jesús Arias, el hermano del cantante Antonio Arias. Si en su anterior trabajo, “Crimen, sabotaje y creación”, se recuperaban varios temas del malogrado músico granadino y el pasado año publicaban un EP con canciones inéditas que escribió a su amigo Joe Strummer, en esta ocasión la banda se ha embarcado en uno de sus proyectos más ambiciosos al recuperar los apuntes que Jesús tenía para una faraónica obra en la que, a través de un viaje musical, rinde homenaje a aquellas ciudades devastadas desde el cielo por el odio y el salvajismo más desolador.
¿Cómo se te ocurre la idea de transformar en disco los apuntes de tu hermano Jesús?
Antonio Arias: Siempre hay una pregunta por ahí que es “¿por qué hablar tanto de este hombre?”, “¿por qué tanto sacar esa obra que no pudo ser publicada en su momento?”... pues este disco es la respuesta a por qué lo reivindicamos tanto. Dentro de ese gran volumen de material, nosotros teníamos que seleccionar sólo una parte y, en algunos casos, lo seleccionamos por la envergadura de la letra y su capacidad poética y, en otros casos, eran canciones que ya estaban terminadas, pero la elección de los textos fue la carretera que guió el camino del disco.
¿Encontrasteis el audio de alguna grabación o sólo eran notas escritas?
Antonio Arias: Eran notas y algunas estaban más acabadas que otras; era necesario revisar todo eso que, para nosotros, era tan cercano, no sólo por ser familia, sino también por trayectoria como grupo, y de ahí que no nos costase aventurarnos en todo ese material, ya que hay muchas referencias estilísticas que mantenemos como grupo. De todas formas, en cada caso nos hemos dejado llevar por lo que necesitaba la canción.
Por lo que hemos podido ver en las notas de Jesús, esa meticulosidad que tenía supongo que os habrá facilitado mucho el trabajo…
Antonio Arias: Así es. Él apuntaba absolutamente todo en su ordenador, en su diario, en mails… era capaz de apuntar una misma idea en varios sitios. Gracias a esa meticulosidad se pudo recuperar todo ese material porque, aunque no se pudo leer el disco duro, lo que no estaba en un sitio estaba en otro.
Había que ver cuánto material había y, como yo me mudé hace dos años, pude ordenar todas las libretas por décadas, lo que facilitó mucho el trabajo… date cuenta de que él empieza escribiendo poesía a los 15 años y, desde entonces, no dejó de escribir nunca, así que imagínate.
Había que ver cuánto material había y, como yo me mudé hace dos años, pude ordenar todas las libretas por décadas, lo que facilitó mucho el trabajo… date cuenta de que él empieza escribiendo poesía a los 15 años y, desde entonces, no dejó de escribir nunca, así que imagínate.
¿Intentasteis ser lo más fieles posibles a lo que pensabais que él habría querido, a la hora de abordar el disco?
Antonio Arias: Sí, esa aproximación es una especie de bicefalia que había en el estudio: por un lado, la posibilidad que teníamos de manejar todo ese material con libertad pero, por otro lado, tenerlo presente y respetarlo a él y a su obra.
Jesús ha estado presente en todo momento dentro del álbum en la mente de cada uno, en unos casos nos dejábamos llevar por ello y, en otros, nos frenábamos por ese respeto y porque veíamos que estaba mejor tal y como lo había dejado él.
En esta última etapa de Lagartija Nick parece imposible separar de la banda el espíritu de tu hermano Jesús, presente de una u otra forma, en vuestros tres últimos trabajos (“Crimen, sabotaje y Creación, el EP “El testamento del sol” y este “Los cielos cabizbajos”)
Antonio Arias: Eso parece; todo empieza con dos canciones del disco anterior, luego el maxi de Strummer y Lorca del que me hablas y ahora este. Cada cosa que íbamos descubriendo de su obra era un viento que nos hacía movernos hacia otros espacios sonoros, y en esta ocasión encontramos un bonito reto en poder trabajar con una orquesta clásica y con unos coros gracias a sus diarios y sus apuntes; finalmente, eso se convirtió en un aprendizaje en el que las distorsiones tienen menos presencia, pero el impacto emocional es tanto o más grande que en trabajos anteriores de Lagartija.
¿Ha sido muy complicado llevar a cabo este trabajo o ya estáis acostumbrados a estos retos?
Antonio Arias: Era un poco como el Alpe D´Huez, cuando veías una canción con 30 pistas de orquesta, más los sintetizadores, más la guitarra más el coro… la verdad es que daban ganas de salir corriendo (risas).
Yo creo que, en la evolución del grupo, el trabajo que hicimos en su momento en producciones grandes nos vino muy bien, y esta vez pensamos que ya teníamos la experiencia para involucrarnos sin que nos devorase el proyecto y que podíamos aportarle la vida necesaria para que echara a volar. La verdad es que era un gran reto producir temas tan largos, pero todo el bagaje anterior nos hace, si no ser más listos, sí ser más aventureros.
¿Ayudan estos retos a que vuestro trabajo sea más entretenido?
Antonio Arias: Eso es, es importante para no aburrirnos, sólo se vive una vez y hay que aprovechar el tiempo para poder acercarte a todos los retos musicales a los que te puedas enfrentar. Nosotros somos un grupo bastante ecléctico en ese sentido de buscarnos en cada disco, y este yo creo que es uno de los proyectos más ambiciosos en los que nos hemos embarcado.
Y qué importante es que la banda esté tan involucrada como tú en un proyecto tan personal ¿no?
Antonio Arias: Claro, pero es que Jesús no era sólo mi hermano, sino que era hermano de todos, hay un vínculo emocional muy grande que nos arrastra a toda la banda… la verdad es que ha sido un trabajo en el que, al involucrarse tanta gente y con tantas ganas, gana en fuerza colectiva y eso se nota mucho en el resultado final del disco.
Teniendo en cuenta todo el material que hay, ¿existe la posibilidad de que en un futuro haya una continuación de este disco?
Antonio Arias: Yo creo que sí. De hecho, el año pasado, para que no se quedara en el tintero, hicimos una interpretación de algunos de los temas de este proyecto en Granada con la compañía de Estrella Morente porque, en los papeles de mi hermano, estaba esa voluntad de acercarse al cante flamenco. Todo aquello, que quedó muy bien registrado y que podría ser publicado en un futuro de alguna manera, era bastante diferente de lo que, finalmente, hemos sacado en el disco donde, prácticamente no hay nada de flamenco, así que esto que hicimos el año pasado es una opción que está ahí y de la que podemos tirar cuando veamos que hace falta ampliar el repertorio en directo.
Además, como en los apuntes se hablaba de diferentes ciudades y países, este trabajo ha hecho que, musicalmente, el grupo viaje más que de costumbre porque hay elementos subsaharianos, momentos más fríos, los guiños a Japón… hay material de sobra para ampliar todo esto.
Además, como en los apuntes se hablaba de diferentes ciudades y países, este trabajo ha hecho que, musicalmente, el grupo viaje más que de costumbre porque hay elementos subsaharianos, momentos más fríos, los guiños a Japón… hay material de sobra para ampliar todo esto.
Gernika, Sarajevo, Somalia, Hiroshima… Parece que, lo que tu hermano pretendía era hacer un repaso a las grandes tragedias del siglo XX a través de estas ciudades… Si viviera hoy, no dejaría de escribir un segundo, viendo lo mal que está todo en tantas partes del mundo…
Antonio Arias:Alguien, tal vez podría pensar que estos son temas de los que hemos hablado demasiado, pero no por obvio dejan de tener una gran importancia a la hora de reflejar el mundo en que vivimos. El hecho de que esa especie de “interior- exterior”, de “guerra fuera-guerra dentro” y de dar la voz a la víctima en todo este proceso, hace que el viaje a través del álbum no sea sólo a través de esas ciudades masacradas, sino a través de una experiencia vital en la que cualquier persona se puede sentir identificada por ese efecto… y afecto que le ponía a la vida de las personas; el hecho de mirar a la víctima y las cosas que componía mi hermano lo alejaban de su presente pero, a la vez, lo hacían muy actual.
En este nuevo disco también os estrenáis en una nueva discográfica, ¿qué os lleva a acercaros a Montgrí?
Antonio Arias: Pues nuestro manager también lleva a Cala Vento, que son los responsables del sello así que, de esa cercanía y, como el roce hace el cariño, eso hizo que, de una manera natural, nos implicáramos con esa idea y pasión de los trabajos autogestionados. Montgrí han pensado mucho en el proyecto y no han escatimado en nada, ha sido muy gratificante trabajar con esos conceptos artísticos más allá de los mercantiles… que tampoco hay que dejarlos de lado.
¿Cómo vais a trasladar este trabajo al directo?
Antonio Arias: Hicimos una presentación en Vic y vimos que podemos trabajar con orquestas y coros de diferentes lugares a través de una comunicación, porque con los que hemos trabajado en el disco, podemos movernos como mucho hasta Madrid; así que la idea es presentarlo a lo grande con mucha gente. Como te decía antes, esto es un proyecto en el que se han involucrado muchas personas con mucho talento, algo que le hubiera encantado ver a Jesús; todo esto facilita que no sea como bañarse con Moby Dick, pero ya tenemos experiencia en hecatombes y, gracias a esa maravillosa experiencia con Morente en “Omega”, podemos salir veintitantos al escenario sin morirnos del susto, y esto va a ser algo parecido… Hay que agradecer todo a toda la gente que se entrega a este tipo de locura y que, gracias a ello, nos hacen soñar con la luna.