Por: Txema Mañeru
Lo primero que queremos decir de Steve Cole, en general, y de esta disco en particular, es que se trata de uno de esos músicos que pueden llevar la música jazz a un público más amplio del habitual en el género. Y éste es un flamante disco cargado de fe y esperanza en la raza humana y de gratitud para sus amigos, familiares y músicos más cercanos. De ahí el explicativo título de “Gratitude” (Mack Avenue Records / Distrijazz). Y es que Cole ha superado un reciente y grave problema de salud dentro de su familia más allegado y mucha gente se ha volcado con él y le han hecho sentir su aliento y apoyo más cercanos.De ahí quizás que su tono ya habitualmente amable, resuene todavía más limpio en este nuevo y esperanzador trabajo.
El primero de los muchos colaboradores que han tomado parte en esta grabación vuelve a ser su productor de confianza, David Mann, quien además toca el saxo tenor a dueto con el de Cole en muchos momentos y aporta flautas, teclados, programaciones y hasta participa directamente en varias de las composiciones más logradas del álbum, como el precioso y sedoso lento que le da título o ese "Starting Over", repleto de tonos optimistas (como todo el disco en general), que cierra la cara A del mismo. Será igualmente el encargado de firmar en solitario el brillante tema final, un "Toronto" en el que aporta su saxo alto además del habitual tenor con el que dobla a Cole en distintas ocasiones.
Para este trabajo de nuevo se va a hacer acompañar de su habitual sección de ritmo desde casi sus comienzos . Te hablamos del bajista Lamar Jones y el batería Khari Parker. Marcus Anderson, que junto a Cole y Mann ya formó parte de su aventura con The Sax Pack, le ha regalado un precioso tema como "Can’t Get Enough", en el que se suma a lo los teclados y varias programaciones.
El resultado general es que estamos ante un disco y un artista que puede gustar a gente no habituada al jazz y que disfruta con artistas como Grover Washington Jr., Norah Jones, Christopher Cross o Kenny G. 20 años desde que debutara con "Stay Awhile", nos encontramos ante un disco amable y muy agradable que cuenta con melodías cargadas de soul, grooves muy melódicos y hasta con momentos de sedoso pop. Ahí se nota su pasión por Curtis Mayfield, de hecho el arranque con "Good News Day" tiene unos aires similares al "People Get Ready". Otro tanto sucede con las guitarras de aromas funky a cargo de Bernd Schoenhart en los ya citados "Starting Over" o "Can’t Get Enough".
Otro momento estelar es, sin duda alguna, la apertura de la cara B con ese clásico de los años 70 que es "Love Balla"’. Una deliciosa balada en la que también tenemos un excelso Hammond B3 (Ricky Peterson), una trompeta (Trevor Neuman) y la destacada voz de John James. Todos ellos están presentes en bastantes temas más como en un animado "Let’s Go", su grito de auto-animación antes del "Toronto" final de Mann, done de nuevo tenemos algún que otro aroma al mejor Curtis Mayfield, por cierto. Agradable, elegante y buen disco para gente de oídos abiertos.