Por: Txema Mañeru
Relativa y agradable sorpresa la del nuevo disco de la leyenda escocesa Lloyd Cole. El hombre que firmó hace 35 años una auténtica obra maestra como Lloyd Cole & The Commotions titulada “Rattlesnakes”, regresa ahora con un disco cargado de sonidos electrónicos. Pero es que el inglés ya había hecho en el pasado otros álbumes cargados de sintetizadores y con mucha música electrónica dentro de ellos. De hecho, él se define como gran seguidor de este tipo de sonidos desde que escuchó el inolvidable e histórico “No Pussyfooting”, con la firma de Robert Fripp & Brian Eno. ¡Buen gusto, sin duda! También se ha declarado admirador de Kraftwerk, y el rock alemán en general, del Robert Palmer más sintético y ha declarado que su artista favorita de los últimos 15 años es Robyn.
Para este nuevo trabajo vuelve a contar con el que fuera guitarrista de los Commotions, Neil Clark, quien aporta muchos momentos cargados de brillantez. En la producción, con los sintetizadores y las programaciones, repite el gran Fred Maher, que se hizo famoso trabajando con Lou Reed y con quien ya ha colaborado en otros buenos discos de Lloyd, como “Broken Records” o “X”.
“Guesswork” (earMUSIC / Top Artist) contiene tan solo ocho canciones pero merece la pena perderse dentro de bastantes de ellas. Así abren fuego los más de siete minutos reposados de la hermosa "The Over Under". Ya decantándose a tope por los sintetizadores viejos y por las programaciones nos cautiva con la hermosamente electrónica "Night Sweats", con un toque a los estupendos The Blue Nile, que también guarda grandes momentos para las guitarras de Cole y Clark. Cierra la cara A la solemnidad y la pura magia de "Remains", con varias gotas de amor y pasión, y donde de nuevo se vislumbran algunas guitarras realmente brillantes que pueden recordarnos a las de Tom Verlaine.
La cara B se abre con "The Afterlife", que deja paso a "Moments And Whatnot" que suena, sí, casi a Kraftwerk. ¡Y qué? ¡Es cojonuda! También es genial la despedida con "The Loudness Wars". Otra preciosa y entrañable melodía para acabar por todo lo alto y que seguro que volverá a cautivar a gente que aprecia a The Blue Nile, Robert Palmer u otras propuestas más cercanas en el tiempo como Richard Hawley.
"Guesswork" es su primer disco de canciones en seis años y es un disco realmente disfrutable tan bueno o mejor que ese “Standards” del 2013. ¡Buen regreso que nos deja con ganas de más brillantes y “diferentes” canciones!