Por: Txema Mañeru
La verdad es que no conocía aún este delicioso dúo de auténtico gipsy-blues. Y la verdad es que se han convertido en perfecta música de cabecera para levantarse de la cama y para escuchar en el momento de relax antes de acostarse en el día a día. Su música suena así, cotidiana y entrañable a un tiempo. Sabe y huele a hogar ye so siempre es reconfortante. Ellos son buenos chicos aunque vengan de las Badlands de las praderas de las Montañas Rocosas de lado canadiense.
Sus guapas canciones suenan, muy a menudo, realmente ancestrales. Sin embargo son temas nuevos compuestos por ellos mismos y con sus inquietudes personales merodeando por las cuidadas letras de dichas canciones. Ellos son el nativo A.W. Cardinal, de la etnia Metis de los Cree y con una poderosa voz que te llama la atención al instante. Toca su guitarra con auténtica maestría. La delicada sección de ritmo la pone una única persona. Se trata de la encantadora Jasmine Colette, más conocida por Badlands Jazz. ¿Y cómo es que única persona forma la sección de ritmo completa? Pues porque toca el contrabajo, pero también lo golpea cuando es necesario. Además tienen tiempo para tocar variadas y coloristas percusiones con sus pies. De todas formas, puedes estar tranquilo porque en el precioso disco cuentan con cinco ayudantes más que dan un gran colorido y fantásticos resultados de cara a redondear unas preciosas canciones hechas con el corazón.
Entre ambos tocan música que en muchos casos tiene ya más de un siglo de vida. Sobre todo cuando se acercan al ragtime y al blues más arcaico del Delta del Mississippi. También se acercan al más vetusto folk y al swing y otros ritmos antiguos del primer jazz. En directo son una máquina engrasada con sus piezas en perfecta conexión. Te hacen bailar aunque tengas las cadera más dura que la de Piqué o incluso la mía. Tienes que escuchar maravillas como la inicial "Big Black Mamba". Magia pura con la gran voz de Cardinal, el piano y el Hammond B3 de Darcy Phillips y el saxo barítono de Jerry Cook. Luego siguen con el delicioso swing de "Smoke Rings For My Rider" que parece remontarse un siglo atrás con el destacado piano y el saxo, ahora tenor de Cook, que también toca el clarinete en algún otro tema. Tras ello te será muy difícil no caer rendido a sus pies. Creo que "Bare Knuckles & Brawn" es su tercer disco y ya estoy deseando que la gente de FOLC Records nos publique también los anteriores.
Por cierto, estoy seguro que los Dr. Maha’s Miracle Tonic estarán flipando también con los sonidos que sacan esta insólita pareja. Son compañeros de sello y puedes buscar su reciente EP de cuatro canciones, en vinilo claro, en www.folcrecords.es. Se titula "Boogie Mama!" y gran parte de su sonido tiene bastante relación con lo que hacen Blue Moon Marquee, aunque el quinteto bilbaíno tenga aún una mayor apertura estilística.
Pero regresando a estos nativos canadienses hay que destacar esa delicia sensual titulada "Hard Times Hit Parade" en la voz de Jasmine. La trompeta con sordina de Jack Garton le da un toque a lo Chet Baker. "As I Lay Dying" es puro Tom Waits del "In The Heart Of The Saturday Night" o del "Blue Valentine". Cierra la cara A una "High Noon" en la que brilla la exquisita y nítida guitarra de Cardinal y la trompeta de Garton.
La cara B se abre a ritmo de swing con las seis cuerdas invitadas de Paul Pigat en "The Red Devil Himself". "Wayward" es otro buen blues más o menos gitano con olor de nuevo al Tom Waits más tabernario y con destacados piano Hammond y guitarra. Se despiden los completísimos 40 minutos con la solemne y melódica "Lost & Wild" que tiene un tono crooner a lo Jimmy Scott. ¡Un encantador final para un grupo que nos encantaría disfrutar por aquí con él!