Por: Txema Mañeru
Escribo la reseña de este nuevo y gran disco de Little Steven And The Disciples Of Soul cuando aún estoy degustando el gran sabor de boca que dejó su espectacular concierto en el BBK Muisc Legends Festival en La Ola (Bizkaia). Como muchos esperábamos se comió a Ben Harper y a los propios The Beach Boys. Se hizo absoluto triunfador de esta cuarta edición y tras él, pero a bastante distancia, un servidor se queda con las potentes actuaciones de Watermelon Slim y Paul Collins Beat. Este “Summer Of Sorcery” (Wicked Cool Records / Universal) es el primer disco de Little Steven hecho exclusivamente de temas propios en 20 años. Bien es cierto que en el anterior y recomendable "Soulfire" ya había bastantes temas interesantes firmados por él.
El disco llama la atención desde la presencia y colorista presentación en un reluciente digipack y un amplio libreto con todas las letras y más guapas ilustraciones. El diseño está a cargo de Louis Arzonico pero está clarísimamente inspirado en el gran dibujante de cómics Frank Frazetta. Un acierto más para un trabajo cargado de ellos. En su actuación y en el disco le acompaña su flamante banda de 14 músicos con tres despampanantes coristas afro y 5 músicos de viento dirigidos por el saxo de Eddie Manion que también se encarga de ello en la E.Street Band de Springsteen. Eso sí, como guitarrista y director musical está un grandísimo Marc Ribler, que se encarga de muchos más solos que el mismísimo Steven. Pero es que además hay otra docena más de músicos colaboradores especialmente en esa bomba latina en directo y en disco titulada "Party Mambo!".
Little está "grande", inspirado y con ganas. Más aún de las siempre muchas que ha puesto en su trayectoria en solitario y a disposición del "Boss". Quedó muy satisfecho con "Soulfire" (Universal), y no era para menos. Su alma estaba en llamas otra vez y su liderazgo emociona. Todavía quedó más encantado con la gira acompañado de sus 14 músicos que inmortalizara en "Soulfire Live!" para nuestra satisfacción. Entonces se animó aún más y decidió que era el momento de combustión, alma e inspiración para hacer su primer disco en más de 20 años sólo con temas propios. Eso es lo que tenemos en "Summer Of Sorcery", que es además una celebración o especie de disco conceptual que captura la comunicación del arranque del verano.
Steve está orgulloso y tiene razones para ello. Por sus canciones, por su disco, por su banda y por lo que desarrollan en directo, superando al mismo Boss. El disco comienza con el soul-rock a lo Bruce Springsteen de "Communion". Grande e ideal para abrir sus nuevos conciertos. Sigue con ese ya citado "Party Mambo!" que es una fiesta de ritmos latinos, congas, coros afro y sabor al mejor Santana. La escuela New Jersey de Bruce, Southside Johnny o Gary US Bonds surge en "Love Again" y los aromas a blaxplotation y funk a lo Curtis Mayfield e Isaac Hayes se instalan con "Vortex". No faltan algunos de sus habituales destellos doo-wop que recuerdan también a Dion o The Beach Boys y con destacado trabajo vocal de las chicas. Esto sucede en "A World Of Our Own". "Soul Power Twist" es puro baile y felicidad y parece que éste, y algún otro momento más, pudieran estar dentro de una versión actual de "Grease". Con "Superfly Terraplane" llega su homenaje al rock’n’roll de Chuck Berry y el funk regresa en una "Education" de impecable estribillo y guapos punteos de Ribler. La balada "Suddenly You" tiene un toque a Willy DeVille y suena elegante y sedosa.
No faltará la buena cuota de blues eléctrico con los punteos y el destacado piano en "I Visit The Blues". Y aún se guarda lo mejor para el final, con un tema homónimo que supera los ocho minutos con algo de la épica de Bruce, sobre todo a base de acústicas y su emocionada narración. Pero es que luego aparece la gigantesca banda con su merecido lugar y con momentos muy especiales para vientos y teclados. ¡Muy buen y variado disco y mucho mejor espectáculo de rock’n’roll para ver en directo!