Por: Albert Barrios
El Sur, ese estado (posiblemente) más mental que geográfico, es en estos días extraños un continuo hervidero de genio y talento, de música e ideas. Una nueva/vieja generación de músicos que saben de dónde vienen, pero sobretodo, a dónde van. Los sevillanos Goodbye Rosario se estrenan a nivel discográfico con un álbum repleto de color y sabor, un "melting pot" sin complejos donde los diferentes gustos y puntos de vista confluyen naturalmente en pos del bien común.
El disco se abre con "Sin palabras", una intensa píldora de power pop instrumental que ratifica la vital importancia de una sobrada solvencia instrumental para poder desarrollar ideas y conceptos. "Ahora soy" rezuma lo mejor de ese pop español de los ochenta con letras de alta graduación y un más que definido gusto por los estribillos pegadizos, mientras que en "Utopía" miran atrás, a los referentes clásicos del pop barroco californiano de los sesenta y a los Love más pulidos.
En "Sin sentido" Chary Jiménez asume la responsabilidad en las tareas vocales, con un desparpajo naif que dota a la canción de una inmediatez absoluta. "Historias de desamor" es toda una declaración de intenciones de la banda: Tequila, Hendrix y Black Crowes conviviendo en perfecta armonía, con un gran trabajo de Pablo de la Riva en la steel.
"P.S.Blues" supone uno de las pocos momentos de respiro, una balada que precede a "Naturaleza muerta", pop con intensidad y energía. "Ginebra2" cabalga soleada a lomos de amplios coros, arpegios y el omnipresente bajo de Carlos Valiente, y en "Ying& Yang" Miguel Ángel Soto da rienda suelta a su amor por el southern rock más universal. En "La noche americana" predominan las guitarras más setenteras, y cierran con la canción más potente y larga del álbum, un vistazo a la música que reinaba en los noventa con toques de Pearl Jam, Radiohead y hasta Alice in Chains.
Una más que solida primera piedra, un disco donde unos músicos con larga trayectoria y contrastada capacidad unen ideas y esfuerzos para entregar un LP de esos que se quedan largo tiempo en tu equipo de música. Gran variedad de influencias, algunas más clásicas y otras más inesperadas, una búsqueda para apartarse del camino recto, de las etiquetas, siendo honesto con uno mismo y con la música que ama.