Por: Txema Mañeru
¡Qué ganas tenía de escribir y publicar una reseña, por fin, de un disco a nombre de Reese Wynans! Tecleo en el buscador y me salen montones de reseñas con su nombre. Comenzando por The Allman Brothers Band, Boz Scaggs, Larry Carlton, Delbert McClinton, The Lonely Boys y mil más. Para mí es uno de los mejores pianistas, y teclista en general, de la historia del blues, aunque se ha acercado con gran gusto y fantásticos resultados a muchos otros estilos musicales. Hasta militó en los Double Trouble de Stevie Ray Vaughan y Joe Bonamassa no hace nunca un disco sin él y fue, precisamente, quien más le animó a hacer este "su" disco. Creo que ambos estarán plenamente satisfechos con los resultados.
Lógicamente, con todo su bagaje para otros artistas la lista de "Friends" invitados es de cortar el hipo. Además del propio Bonamassa tenemos muchos grandes de varias generaciones como Sam Moore, Warren Haynes, Keb’ Mo’, Mike Farris (Screaming Cheetah Willies), Kenny Wayne Shepherd, Chris Layton, Tommy Shannon, Noah Hunt, Vince Gill, Doyle Bramhall II, Jimmy Hall, Bonnie Bramlett, Josh Smith, Paulie Cerra o Jack Pearson, entre otros. Las canciones, según el propio Wynans, abren ventanas hacia diferentes épocas y diferentes tiempos de su carrera. También "Sweet Release" (Provogue / Top Artist Promotion) contiene mucho más que blues, aunque domine este estilo y le acompañen muchas figuras del género compañeras en el gran sello de este estilo que es Provogue. Quizás el mejor sello de la actualidad al respecto con permiso de Alligator Records.
Así comienza con guapos aires a soul negro en la estupenda "Crossfire", en la que brilla su órgano, pero también las guitarras y vientos. Tenemos fantásticos instrumentales para los amantes del sello Blue Note como son "Say What!" o un "Soul Island" en la que se sale con el órgano y que encantará a los fans de Booker T. & The MGs. Funk excitante con voces a lo Sam & Dave encontramos en "That Driving Beat". El tema titular es un fantástico lento de aires country-soul que hará las delicias de los amantes de la música de John Hiat o Delbert McClinton. ‘"Shape I’m In" nos trae rock’n’roll clásico con piano casi honky-tonk y aires a Jerry Lee Lewis, pero con guitarras de puro rock. "Riviera Paradise", como su título indica, es un delicado masaje instrumental casi cercano a la cocktail music o el easy-listening, pero con punteos al estilo del Santana más clásico de mediados de los 70.
No falta por supuesto el puro blues-rock eléctrico de ‘So Much Trobule’, de nuevo con brillo para su piano, y con una brutal armónica o el maravilloso blues acústico con solo voz, piano y ¿dobro? de "I’ve Got a Right To Be Blue". El final no podía ser más que con un "Blackbird" en forma de demostración en solitario al piano con sonidos de jazz íntimo para clubs de noctámbulos. Acabaremos a lo fácil... Puedes hacer otro disco de esta calidad, con acompañantes o no, cuando te salga… de las teclas!