Por: Jon Bilbao
Muy pocos músicos que ronden los ochenta años siguen sintiendo la necesidad de ser innovadores en su arte y de crear sin descanso. Michael Chapman, a sus recién estrenados setenta y ocho, aún siente ese impulso y aún lo lleva a cabo. Y atendiendo a algo quizá más importante que la propia voluntad: el guitarrista inglés aún es capaz de hacerlo y de (en el camino) sorprenderse a sí mismo. La guitarra la usa de arco y las canciones, entonces, serían las punzantes y artesanales flechas.
La aguja entra en el surco y comienza la primera canción del esperado nuevo álbum de Chapman, que ha sido grabado al oeste de Gales; se trata de una de las cuatro nuevas composiciones, titulada "It´s Too Late". Ya desde las primeras notas y esas primeras frases repletas de inquietud se intuye que su autor tiene algo que comunicarnos. Aquí hay buen material de base, y además, presentado inmejorablemente. El equipo encargado de vestir las canciones del inglés y de conferirles elegancia no podría ser más acertado: Sarah Smout al chelo, el solventísimo BJ Cole, que ha trabajado con artistas variados como Brian Eno, Scott Walker o Bjork, a la guitarra slide y la figura del folk inglés Bridget St John (que ha colaborado con Chapman desde siempre, incluso en su anterior álbum) cantando un par de voces principales y haciendo coros. Junto a ellos encontramos a Steve Gunn produciendo una vez más, y tocando guitarras y batería.
La segunda canción se disfruta más conociendo la historia que hay detrás de ella, que su autor explicó en una entrevista y que se insinúa en su letra, llena de referencias al pasado, a la tan común memoria selectiva y a lo que pudo haber sido y nunca fue. En ese sentido el disco al completo rezuma arrepentimiento y autoevaluación, y toca también algunos temas favoritos de Chapman como son los trenes y las resacas. "After All This Time", la última canción que señalaba, es un bello homenaje a un antiguo amor, y ya fue grabada hace años para su infravalorado álbum de 1999, "The Twisted Road". En este reciente "True North" se rescata otra de ese mismo álbum que ahora cumple veinte años, la desoladora (y también con voces de Bridget St John) "Full Bottle, Empty Heart". Y como su autor se nutre en gran parte de sus propias vivencias para escribir, aquí encontramos una nueva composición instrumental de lo más evocadora titulada "Eleuthra", nombrada así en referencia a la isla Eleuthera de las Bahamas, donde Chapman veranea cada invierno.
Dos de las más sentidas y acertadas también son nuevas creaciones: la rotunda "Bluesman" y la ensoñadora "Truck Song", que es de lo más certero ,auténtico y penetrante que Chapman ha escrito en años. El instrumental "Caddo Lake" ya había sido grabado por su autor hasta en dos ocasiones, en los álbumes "Americana" (2000) y "Time Past Time Passing" (2008), pero arropada en esta ocasión por su sensitivo equipo, la canción adquiere un color distinto aún manteniendo su evocadora imagen. Vuelve a rebuscar en los rincones oscuros de su ancha carrera rescatando "Vanity & Pride", que interpreta en solitario, y "Youth Is Wasted On The Young", que anteriormente había grabado junto a Thurston Moore. "Hell To Pay" suena a calma urgente, y en esta ocasión con un resultado incluso mejor que en su grabación original de 1997 para el "Dreaming Out Loud", en la que se le daba a la canción un aire (quizá innecesariamente) reggae. La canción para cerrar es la acertada "Bon Ton Roolay", que tiene ambiente de dos de la mañana con la botella de tinto a medias. Un tema rítmico idóneo para despedirse por ahora.
En este oscuro y genuino "True North" el de Leeds ofrece cuatro nuevas e imponentes composiciones, además de otras siete regrabaciones de canciones demasiado ocultas, incluidas originalmente en álbumes con muy poca difusión. ¡Que el mundo escuche al menos ahora parte de la sabiduría de Chapman! Se espera que este sea el primero de futuros lanzamientos por parte de Michael Chapman, pues su pozo de inspiración se ve cada vez más lleno.