Por: Sergio Camiña Martínez
Hace ya algún tiempo que la cartagenera Marta
Casanova afrontó un nuevo proyecto musical
bajo el seudónimo de MAVICA. Bajo este álter
ego (el cual no es más que un juego con las
iniciales de su nombre de nacimiento, Marta
Virginia Casanova), la artista nos dio un 2018
repleto de anticipos de lo que hoy es una
realidad: su debut discográfico.
"Gone", como así se llama su primer trabajo,
llegaba a todas las plataformas el pasado 18 de
enero. Lo hacía, meses después de lo inicialmente previsto, lo cual da muestras de la mesura con la
que la joven ha trabajado en volcar lo mejor de sí en este proyecto. Lo cierto es que ha
llegado en uno los momentos más dulces de la trayectoria de esta murciana de 24 años: muchos la
ven ya como una de las mayores artistas emergentes del momento, una joven promesa del folk pop.
Su creciente popularidad, la ha llevado a pisar ya escenarios tan importantes como el Mad Cool o el
Mercat de Música Viva. Y no es para menos, ya que, hablar de MAVICA, es hablar de una de las
voces más personales salidas de nuestro país en los últimos años. Todo esto, sin mencionar su, más
que solvente, faceta de música y compositora.
Recientemente en una entrevista definía este trabajo como algo muy personal y
como "la versión más primigenia" de sí misma. No se equivocaba. La artista ha escogido el formato
EP para darse a conocer y es un acierto pues, cada una de las, solamente, cuatro pistas de "Gone",
representa una etapa en su corto pero intenso recorrido vital. Un recorrido que pasa por ciudades
como Cartagena, Madrid, Berlín y Londres.

El mencionado pasaje de su vida, la llevó finalmente a Londres, ciudad en la que se ha asentado y,
cuya influencia, como hemos dicho, es palpable en su obra. Allí compuso la última canción para
este trabajo, "To Lie Alone", y reunió el valor para dar por finalizado el proyecto e iniciar la grabación.
Quizás fue porque allí sintió la inspiración de algunos de sus mayores ídolos de la infancia, todos
ellos, artistas británicos: Bowie, Police o los Beatles, todo esto sin hablar de su devoción por la
malograda Amy Winehouse. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que sus influencias artísticas son
profusas y muy variadas, pasando también por el terreno nacional (confesable es su admiración por
Antonio Vega) y por las inexorables referencias de su música a Bon Iver o Ben Howard, por
ejemplo.
Con todo, ahora entendemos la portada de "Gone", en la que una foto de la infancia de la cantante,
aparece triplicada y superpuesta: hay varias Martas y todas confluyen en MAVICA. El principal
valor de este proyecto y de ella misma como artista, es que ha sabido crear un sonido e identidad
propios: sin salirse del folk pop, ha experimentado con una producción electrónica y con unas
querencias muy soul y blues, seguramente fruto de su exitosa colaboración con el productor Pablo
Serrano (PBSR). Se une, así, a contemporáneas como Pavvla u Odina (con la que recientemente
compartió una muy recomendable versión de "Visions of Gideon" en Menú Stereo de Movistar +).
Junto a ellas, MAVICA forma parte ya de una generación de artistas femeninas que han llegado para
quedarse.