Café Berlín, Madrid. Jueves, 21 de marzo de 2019.
Texto y fotografías: María Solano Conde
Pasaban once minutos de las nueve de la noche cuando Jacobo y su banda asomaban la
cabecita de entre los bastidores del Café Berlín. Tras una fugaz ojeada al auditorio irrumpieron
sobre las tablas que a lo largo de una hora y media acogieron el concierto de despedida de "Fuego artificial" (2017). La batería de Gonzalo Maestre anticipaba los primeros compases de "Deshielo", la elegida para
comenzar. Sin tiempo que perder, se sucedieron "El activista" y la canción que da nombre al
cedé, para después dar las buenas noches y presentar la actuación. Rememoró, en ese momento,
la emoción que suponía volver a ese escenario, en el que "no tocaba desde… nunca", reconoció,
ante el estallido de risas de la concurrencia. No se trata, sin embargo, de un lapsus: el albaceteño
y su guitarra eran asiduos del Café Berlín en su antigua ubicación en la calle Jacometrezo, a
apenas unos metros del nuevo local.
"En tu volcán" sonó, por tanto, por primera vez en el escenario de la Costanilla de los Ángeles,
seguida de la tragicómica —como él mismo la definió— "Vacaciones en el mar". Ambas, al igual
que las anteriores, con la evolución y los nuevos arreglos que han ido incorporando a lo largo de
este año y medio de gira y que logran potenciar al máximo las cualidades de cada canción. Como
el espectáculo de luz y color que se produce al quemar la propia pirotecnia, jugando con el
nombre del álbum.
"Qué silencio… ¡gracias!", exclamó, rompiendo la calma que se había instalado tras los aplausos
del público. Carcajada de los asistentes: por un momento, la ausencia del murmullo casi
omnipresente en cualquier espectáculo en vivo daba la impresión de que verdaderamente nos
encontrábamos en la capital alemana, con perdón por el cliché.
Tras una de sus favoritas del disco, "Mientras estés ahí", Serra daba paso a la parte del
repertorio en la lengua de los Beatles con "On & On", perteneciente a "Don’t Give Up" (2014), y
abrían un ínterin en acústico en el que pudimos escuchar "The word I never say", del epé
homónimo (2012) e incluso cantar "Long ago" y su pegadizo "All I really needed was a kiss / just
a kiss / oh, darling". Y lo hicimos muy bien… no lo digo yo, lo aseguró el propio Jacobo.
"El imperio" y "La brecha" pusieron fin a la primera parte del concierto. Unos minutos después
Jacobo Serra volvía al escenario, esta vez sin la compañía de Gonzalo Maestre y Adrián Seijas,
los músicos multiinstrumentistas que junto con él conforman el formato trío elegido para esta gira.
Al intimismo de "Fly away" cantada en solitario le siguió el jazz, con la entrada en escena de Archi
Alpízar. Pianista y amigo de Serra, juntos solían versionar sus temas favoritos de Cole Porter,
Chet Baker… "y toda esa gentuza"; de nuevo, no lo digo yo sino Jacobo, desde el privilegio para
ironizar que le otorga su más que evidente admiración hacia ellos. De Baker precisamente fue el
tema elegido para interpretar esa noche, "I fall in love too easily", que bordaron uno a las teclas y
el otro a la voz.
Una vez reincorporado el resto de la banda, poco a poco se iba intuyendo el final del concierto,
que llegó de la mano de "Icebergs". Con ella, Jacobo Serra y un Café Berlín prácticamente a
rebosar dijeron adiós oficialmente a "Fuego artificial". Aunque lo cierto es que, como suele
decirse, se trata más bien de un "hasta ahora", pues sus canciones han venido para quedarse.