"Ser rockero no está reñido con dejar que entren invitados en la habitación de tus gustos, que se conozcan y se hagan amigos."
Por: Kepa Arbizu
Por: Kepa Arbizu
El que fuera guitarrista de la banda rockera 69 Revoluciones Santiago Ruiz, aparece ahora ataviado bajo ropajes oscuros, cubierto con gran sombrero y sobre todo, y lo más importante, pertrechado tras un proyecto personal, Elsanto, que nos lo ubica en un contexto musical con directrices comunes a las pasadas pero a su vez muy diferente y de gran interés. Influido directamente por el sonido de raíces tradicional, sin olvidar dilatar esas fronteras hasta difuminar los límites con lo latino en ocasiones, su manifestación adopta una forma sombría, árida, a pesar de una rica musicalidad, y de imponente calado lírico. Características más que sobradas para llamar nuestra atención y contactar con el hombre que hay detrás de este apodo, ¿o es al revés?....
¿Es Elsanto la representación más personal y pura de Santiago Ruiz o la creación de un personaje con su particular banda sonora?
Elsanto: Tiene parte de uno y de otro. Santiago Ruiz no suele hacer la compra con sombrero, pero mientras la hace sí piensa en canciones... Creo que es mi lado más oculto el que sale con Elsanto, puede llevar a equívoco por la imagen, creo que en muchos casos se nos olvida que desde Johnny Cash a Bruno Mars ellos interpretan o interpretaban un papel muy cercano a ellos. No me interesan los artistas que cuentan su vida por Instagram o narran su vida cotidiana, en el mundo actual se ha perdido el misterio que entraña ponerte delante de un micro y componer canciones.
Cuando uno inicia un proyecto nuevo como éste, ¿las canciones utilizadas provienen de un cajón donde se han ido guardando a lo largo del tiempo o están realizadas expresamente para él?
Elsanto: En este caso había solo bocetos de canciones, fue cuando decidí sacar un disco propio cuando empezaron a tomar forma. Creo que también jugó un papel importante una situación personal bastante convulsa, tenía cosas que expresar y no quería hacerlo en una canción o en cinco como con 69 revoluciones, necesitaba tener espacio.
Tu estilo está alimentado por las raíces del sonido americano, pero no solo, también hay presencia de lo latino, lo que ofrece en ocasiones un ambiente fronterizo muy personal, ¿es una de las características que distingue a este proyecto?
Elsanto: No quería quedarme estancado en un estilo, quería dejar fluir todo aquello que me saliese de dentro. A lo largo de mi carrera me he encontrado con gente como Tino Digeraldo que me ha influenciado sobre todo en el gusto por el flamenco y por músicas más tradicionales. Ser rockero no está reñido con dejar que entren invitados en la habitación de tus gustos, que se conozcan y se hagan amigos.
Dentro de esa utilización de las raíces de la música estadounidense destaca la elaboración de un sonido muy particular: cuidado, oscuro, polvoriento, con mucho peso instrumental.. ¿ha habido una dedicación específica para lograr ese tipo de ambiente sonoro?
Elsanto: Sí, una parte importante de este disco era encontrar un sonido especial pero que al mismo tiempo apoyase las letras, jugamos con cámaras de reverberación y ecos analógicos para conseguir ese sonido particular. Tenía claro con quién quería grabar, y Acme estudios con Miguel Herrero a los mandos ha sido determinante para conseguir eso que tenía en la cabeza. Sí eliges a alguien para compartir algo tan personal, mejor siempre que sea capaz de leerte la mente, y en este caso con Miguel todo fluyó muy natural, ya sabía lo que quería cuando le envié las demos. Un crack.
Autoproduces el disco, una labor que has hecho para otros músicos y que ahora también la asumes aquí, ¿te ha ayudado ese currículum a considerarte el más idóneo para dar la forma definitiva a tus propias canciones?
Elsanto: No quería molestar a nadie con mis insomnios y a altas horas de la madrugada, así que mejor encargarme yo de todo. Pedirle a alguien la producción de esto hubiese sido una putada (risas).
Y ya puestos te haces cargo además de casi todos los instrumentos...
Elsanto: Tengo mi propio estudio y no era el momento de pedir a ningún colega que se acercarse. En el proceso de composición me ayudaron los baterías Javi Planelles, de Eldorado, King Sapo, 69 Revoluciones, y Jota Armijos (New Day, 69 revoluciones, Sex Museum), ambos excompañeros de batalla y grandes amigos. Sin sus tambores maqueteando hubiese sido imposible sacar esto para adelante. Aprovechaba sus horas libres entre clase y clase y les ponía a tocar en el local mientras les grababa. Los dos son tan fáciles como yo de convencer, un par de cervezas y a grabar...
Autoproduces el disco, una labor que has hecho para otros músicos y que ahora también la asumes aquí, ¿te ha ayudado ese currículum a considerarte el más idóneo para dar la forma definitiva a tus propias canciones?
Elsanto: No quería molestar a nadie con mis insomnios y a altas horas de la madrugada, así que mejor encargarme yo de todo. Pedirle a alguien la producción de esto hubiese sido una putada (risas).
Y ya puestos te haces cargo además de casi todos los instrumentos...
Elsanto: Tengo mi propio estudio y no era el momento de pedir a ningún colega que se acercarse. En el proceso de composición me ayudaron los baterías Javi Planelles, de Eldorado, King Sapo, 69 Revoluciones, y Jota Armijos (New Day, 69 revoluciones, Sex Museum), ambos excompañeros de batalla y grandes amigos. Sin sus tambores maqueteando hubiese sido imposible sacar esto para adelante. Aprovechaba sus horas libres entre clase y clase y les ponía a tocar en el local mientras les grababa. Los dos son tan fáciles como yo de convencer, un par de cervezas y a grabar...
Hay un tono, y casi una temática, común en buena parte de las letras y que creo resume bien la canción “Monstruos”, llamando a sacar y mostrar los fantasmas de cada uno como primer paso para enfrentarlos y quién sabe si superarlos..
Elsanto: Sí, es el fruto de una época convulsa, dejar proyectos que te han ocupado la mitad de tu vida hace plantearte muchas cosas. En las canciones de este disco siempre hay algo de mí pero al mismo tiempo se desarrollan como un guión cinematográfico. No quería quedarme en canciones autobiográficas y personales sino pintar situaciones y personajes que evocasen sentimientos.
Dentro de ese contexto más crudo y oscuro aparece un tema como “El viento en la cara”, que parece tener otro tono, más romántico, dejando los muertos aparcados por un momento…
Elsanto: Es la única canción de amor del disco, no todo son penurias (risas).
Surgió a raíz de una frase en un mensaje de móvil que me mandó una chica con la que tuve una pequeña relación. Esa frase está tal cual en la canción y le dije que iba a hacer una canción con ella. No falté a mi palabra.
Aunque sea común en el disco ese tipo de sonido ya comentado hay algún despunte de rock eléctrico y directo, como “Óxido”, no sé si se tratan de reminiscencias que perviven de tu pasado en la banda 69 Revoluciones o consideras este proyecto actual un punto y aparte respecto a aquello...
Elsanto: 69 revoluciones es mi pasado y mi presente. Somos íntimos amigos y seguimos manteniendo nuestro cuartel general. No tocamos juntos pero sí nos emborrachamos y nos contamos nuestras cosas, así que después de 20 años hemos mantenido lo mejor de tener una banda. Vuelvo a decir que la cabra tira al monte y todavía me siento más cómodo con una guitarra eléctrica y watios a mi alrededor. Podría ser un poso de 69 Revoluciones, pero hay tanto de nosotros ahí que no puedo separar una cosa de otra completamente.
Y dejar atrás un proyecto como aquel, ¿tuvo que ver con el riesgo de la monotonía, que uno ya no es el que era cuando empezaste allí o es consecuencia de querer expresarte de manera más intima y personal..?
Elsanto: No, fue una decisión conjunta. Nos miramos a los ojos y sabíamos que había pasado una época y era hora de crecer por separado. Desde luego que ninguno es igual, Teo y yo íbamos a hacer 20 años tocando juntos y eso da vértigo. Hemos pasado de todo y hemos aprendido a ser autónomos, era el momento de aprovechar esa experiencia.
Emprender un camino en solitario, donde uno se pone al frente de todo y no está flanqueado por un grupo, ¿produce cierto miedo o vértigo?
Elsanto: Vértigo, sobre todo vértigo. Te tiras al vacío sin lona. Luego te acomodas y llegas a estar a gusto. Cuando asumes el papel de artista los éxitos los compartes como anfitrión y los fracasos te lo comes en la intimidad, es ley de vida, así que intentas que todo sean éxitos, te exiges el triple que estando en una banda.
Y a la hora de poner tu voz al frente del proyecto, ¿ha sido un proceso complicado o te has encontrado cómodo cantando?
Elsanto: Me costó mucho al principio, y pieza clave fue Miguel Herrero de Acme estudios. Sabía que necesitaba ayuda para esa parte y era de las pocas personas en las que podía depositar mi confianza y que me hablaste claro respecto al tema vocal. La producción del disco es prácticamente mía pero sin la ayuda de Miguel para enfrentarme a mis miedos hubiese sido un fracaso. Me ayudó a tomar seguridad y a confiar en mí para encarar esa parte del viaje.
Tocar en directo acompañado por una banda, ¿ahí las canciones adquieren otras formas al empaparse de la identidad de esos otros músicos o intentas que recreen fielmente el contenido del disco?
Elsanto: En directo nos olvidamos del disco, cada uno hace su parte como él quiere. En este caso propuse el directo a íntimos amigos con los que no hubiese tocado nunca pero sabiendo que éramos compatibles. La fórmula resultó, en directo me olvido de la parte más tradicional, por inmediatez y por presupuesto. Es una banda de rock haciendo canciones, que es de lo que se trata. Hacer canciones...y la gente que me acompaña sabe mucho de eso.