Por: J.J. Caballero
El debut de esta cantautora catalana se produjo hace un par de años con un magnífico trabajo titulado "Silver Blaze", cuya producción venía firmada por una buena colega de aventuras sonoras e idénticas filiaciones musicales como Joana Serrat. Sorprendió entonces la inteligente forma de aglutinar influencias de clara base americana con una visión natural de las fuentes y una personalidad peculiar reflejada fundamentalmente a través de una voz joven y fresca, curtida paradójicamente en ambientes que a oídos no demasiado avezados podrían resultar del todo ajenos. Ahora entrega un segundo trabajo anclado en la misma tradición pero aumentado con matices nuevos que denotan esfuerzo y enriquecimiento de forma palpable.
Otro colaborador habitual de la Serrat, Bernie Sánchez, se encarga de tomar el mando para que todo continúe en el sitio deseado. En "Landlords" Marta Delmont, la valiosa autora de la que hablamos, se adentra en carreteras ya ampliamente transitadas pero intenta validar la travesía con excelentes muestras de rock sureño de largo recorrido, con reminiscencias a paisajes desérticos y la melancolía bien entendida de temas como "Another Load" o "Go North", de títulos ya de por sí elocuentes. El concepto se amplía con los arreglos de violín de "For Sale" y el baile al que incita un muy animado "The Reckless". Los altibajos son la tónica, en el buen sentido, de un disco limpio y cristalino, que tiene mucho más de country que de alt-rock por mucho que haya de ello en la perturbadora atmósfera de "No Prescription", donde un inquietante piano se engarza en un oscuro diálogo con unas guitarras acústicas de insospechada profundidad. Tal vez aquí pueda la Delmont abrir un nuevo camino, cuanto menos una vía secundaria por la que arribar a nuevos puertos alejados de la gentrificación. Una esperanza secundada por el ramalazo rockero de "Ostende" y su grandísimo galope de hammond o el goteo de pop onírico de "Second Parts", donde el juego de teclados tiene otras buenas cosas que decir. Mucha miga, como se podrá deducir.
Un mínimo sector del mercado discográfico y otra nimiedad en cuanto a número de público al que llegará esta pequeña joya no deberían ser óbice alguno para el progreso de una carrera ya en pleno avance que anota una muesca importantísima con este "Landlords" de intensa y pausada escucha. Los caminos polvorientos siempre van paralelos a las principales autovías, y contaminan mucho menos.