Por: Oky Aguirre
No hay más que ver la portada de "Cloud Symbols", lo último de Graham Parker, para darse cuenta de que te lo vas a pasar bien. Sobre todo a los que nos va el rollo este del pub-rock, género bien denominado si nos referimos a la influencia que tuvo la Americana Music en las Islas Británicas, recuperando las raíces del rock´n´roll de los 50-60, el blues, folk, country y demás... Otra cosa es la posición de perdedores, o de artistas de segunda fila, que los medios se han encargado de vendernos de esta versión inglesa de las raíces americanas. Tiempos en donde las ventas y posiciones en listas estaban más ocupadas en posturitas glam-rock, encumbrando muchas veces a quien artísticamente no lo merecía, mientras delante de sus narices pasaban adolescentes con talento, con los bolsillos vacíos pero llenos de "positive vibrations", sin aún ellos saberlo. Uno de ellos fue Nick Lowe, el Lee Perry británico, lider de Brinsley Schwarz y productor de un disco clave como "Howlin´Wind", que vio a Graham Parker, admirador de Dylan, Stones o Van Morrison, lo que luego vieron en él Paul Weller, Joe Jackson o Elvis Costello –Lowe también produjo el debut del Buddy Holly inglés "My Aim is True" en 1977. Más tarde, Nick sería el responsable de dar su lugar en el mundo a unos tales The Pogues, con su "Rum, Sodomy and the Lash". Qué sería de la música sin bares…
Por eso, se reconoce enseguida en la portada ese matiz tan importante que separa el humor británico del americano, que se traslada perfectamente al mundo de la música. Los ingleses siempre han sabido reírse de ellos mismos, mientras que los americanos suelen hacerlo de los demás.
Graham Parker asume su posición, a pesar de llevar más de 20 discos a sus espaldas, de soportar una perpetua carga de perdedor, con las nubes encima como el coyote del correcaminos. Nosotros somos del coyote. Perdedores eternos con sensibilidad; asiduos clientes del pub de la portada del "Muswell Hillbillies" de los Kinks o auténticos fanáticos del "Losers" de JJ Cale.
"Girl in Need" abre un disco con la esperanza de retomar aquellos sonidos perdidos del mejor Van y su "Britght side of the road", que se hacen palpables después de los dos minutos que duran "Ancient Past", donde te das cuenta de lo que separa lo mediocre de lo bueno, y lo bueno de lo excelente, con un estilo vocal muy cercano a John Hiatt, con esa voz que sale desde muy dentro, abriendo mucho la boca para dejar correr ese chorro de soul.
Con "Brushes" y su rockabilly pausado, como Brian Setzer (que por cierto presenta gira 50 aniversario y reunión Stray Cats) cuando fundó su orquesta, asumiendo que sus caderas ya no aguantaban, pero lleno de música que tenía que transmitir, y con dos preciosidades como "Dreamin'" e "Is the Sun out Anywhere", nacidas de un tío que lo ha sido todo en la transición del soul en tiempos de punk-rock. Todo el disco transcurre sin altibajos, transmitiendo la banda una sensación de relajación y swing que nos traslada a cualquier bar con buena música, en la que bien podría estar sonando "Every Saturday Nite" con sus vientos en plan Dexys Midnight Runners o "Bathtub Gin", clara muestra del dominio que el señor Graham tiene hacia todos los géneros americanos, dotándolos de contagiosas "positive vibrations" en temas como "Nothin´from you", cuando la música se hace para pasarlo bien, con ese rhythm & blues que Ben Vaughn clavaba con temas cortos con pianito, escobillas y guitarras acompañadas de "ohhh" y "ahhhh".
The Goldtops es la formación actual de Parker (Martin Belmont, Geraint Watkins, Simon Edwards y Roy Dodds), en un nivel muy próximo a aquélla maravillosa brass band que fueron The Rumour, que actualmente están apareciendo como invitados en la gira de presentación de un disco que no aparecerá en cabeza de las listas de ventas, pero que no dejará de reposar en las nuestras. ¿Quién no recuerda esa maravillosa "You´ve got to be kidding"?; ese "¿Estás de coña?" que nos preguntamos todos cuando una cancioncilla nos llega. Lo mismo que un buen libro, como "Pasión no es palabra cualquiera", de Joserra Rodrigo, lo más bonito y sensible que ronda por redes y librerías, recordando hermosas canciones como "Passion Is no Ordinary Word", para abstraernos de este mundo en que vivimos. Y todo eso es justo lo que pasa mientras escuchas este "Cloud Symbols". En la música y en la vida, hay que hacer caso a los mayores.