Por: J.J. Caballero
El nuevo disco de los mallorquines The Prussians se atreve a profundizar un poco más en esa entretela de teclados, ritmos bailables y guitarras que se distorsionan cuando deben para grabar un álbum titulado "Karma" que proclama justamente eso, la apelación al destino personal, a la deriva que cada uno de nosotros toma sin sospechar que muy pocas cosas deben ser hechas a voluntad. De las letras, cada vez más elaboradas, también se podría hablar con detenimiento, pero quedémonos con la música y el concepto de canción, aquí más reforzado que nunca hasta ahora en su aún escasa discografía (entregaron otro disco largo en 2014, el más tibio "Mul mul", y un par de EPs con los que fueron dando salida a sus inquietudes sonoras).
Es difícil, por muy poco dado que uno sea a eso del baile repentino, resistirse a la energía pop del tema titular, a la altura de otros hechos por bandas reconocidas en la escena –Metronomy podría ser una de ellas, salvando las distancias-, o al sonido expansivo de la revisión de "Dangerous road", una revisión de uno de sus temas incluido en aquel primer disco, mucho más potente y funk. La música negra, pero la moderna, impregnada de apuntes sintéticos y producida con menos alma pero idéntico groove, es un espejo importante en el que se miran cuando componen canciones como "Call it love", varada también en la factoría Prince de Minneapolis, o el pulso diabólico de "Soul". Un reflejo de los varios bastiones en los que se escora una banda inquieta y decidida. Hay altibajos, prueba de que pese a la solidez alcanzada aún existe un terreno de nadie que edificar con más solvencia. Es el caso de "Man and woman", un tema de electrónica arrastrada que desentona en el conjunto del álbum, al igual que "Two stones", facilona y apenas lograda. No son piezas sin embargo que deban empañar el gran trabajo que The Prussians entregan, en el que muestran conocimiento de causa en la atmósfera de "Worlds end" y la circular "Give up", ejemplos más que dignos del progreso de unos músicos frescos y con un tremendo potencial.
Con "Karma", el quinteto confirma las expectativas generadas hasta el momento al salirse mínimamente de un guión que sigue conteniendo escenas fantásticas, conseguidas a fuerza de un trabajo concienzudo y consecuente con sus pretensiones. Si el destino les es favorable, estas canciones deberían llegar bastante lejos. El karma tiene que recompensarles.