"Yo me dedico al mundo del sentimiento, no al del ocio"
Por: Kepa Arbizu
Lo deslizará en varias ocasiones Manolo Breis a lo largo de la entrevista. Lo suyo son las canciones, los sentimientos. Palabras que podrían sonar manidas y carentes de verdad en otra boca pero que avaladas por las canciones que el murciano nos ha ido presentando durante años tienen todo su sentido. Tocado por esa varita melódica que irradia el mejor pop y la música de raíces norteamericana, "M", que así de escueto pero rotundo lleva por título su nuevo disco, recoge algunas de las composiciones más logradas por su parte en un contexto donde esa intimidad y recogimiento adopta una forma elegante y perfectamente vestida.
“M” es el título de tu nuevo disco; también la inicial de tu nombre, Manolo, de tu ciudad de origen, Murcia, ¿son indicios de que estamos ante canciones de un carácter más personal?
Manolo Breis: Pues no había caído en lo de Murcia, pero también. En un principio “M”hace referencia a la inicial de mi nombre y a la “M” de música. Después me ha ido apareciendo continuamente, el otro día mismo tomando una Moritz con su M gigante, me hizo mucha gracia. Definitivamente es una letra que va asociada a mí en muchas facetas de mi vida. Respecto a las canciones del disco, no creo que éstas sean más personales que otras que haya escrito, pero el disco en sí mismo tiene un fuerte carácter personal, por apuesta, por el tiempo que he estado sin componer, ni grabar, ni nada relacionado con la música. Es mi forma de volver en primera persona.
¿Es la autobiográfica la manera de expresarte o desde la ficción también uno puede mostrarse muy personal?
Manolo Breis: Yo escribo desde la primera persona, soy yo, mis cosas y mi forma de entender el mundo. Creo que al mundo le sobra ficción y falta realidad. Detrás de una pantalla no hay mucha realidad, hay mundos imaginarios e ideas preconcebidas que distan siempre mucho de lo que pasa en la calle. Para mí, hacer canciones es un ejercicio de honestidad, no lo puedo disociar de mi y escribir desde la distancia.
Estas nuevas canciones parecen tener en común, expresado de maneras muy diversas, esa sensación de ruptura, de dejar atrás un camino...
Manolo Breis: No es algo premeditado, pero puede ser que tengas razón. Escribiendo canciones salgo de mi rutina y es mi vía hacia la libertad dejando atrás todo lo demás. Cuando escribo supongo que quiero romper con todo y afrontar sin barreras y dejar aparcado todo lo que me rodea. En definitiva es una búsqueda de ser libre y yo lo consigo así.
“Esta vez no contéis conmigo”, “me voy de aquí”, son algunas de las expresiones que se escuchan. Aunque quizás pertenezcan a otros contextos, ¿durante estos años has tenido alguna vez la tentación de tirar la toalla y abandonar la música?
Manolo Breis: Muchísimas veces, incluso creo que en cierta medida en Breis ya no hay toalla que tirar. Sigo haciendo canciones, discos, y toco en directo cuando las circunstancias lo permiten, desde una óptica puramente egoísta. Me mantengo en pie porque me da aire, es mi vida desde hace muchos años y sin música me encuentro perdido, me faltan piezas del puzzle para ser feliz. La repercusión y el reconocimiento son valores menores en estos momentos, como es lógico me gustaría contar con todo ello, pero no es el objetivo.
“M” me ha resultado un disco más producido, con énfasis por hacer más complejas las canciones, creando una sensación de mayor variedad en el conjunto ¿era una idea premeditada o el resultado al que te han llevado esas canciones naturalmente?
Manolo Breis: Pues la idea del disco era hacerlo muy básico, acústica, voz, armónica y algo de percusión. Pero después las canciones me van pidiendo cosas, en mi cabeza suenan de forma diferente y la cosa se va enredando. La producción final ha sido fruto de lo que las canciones me iban pidiendo. Aunque el disco suena muy distinto a como lo había concebido en un principio, estoy muy orgulloso y satisfecho del resultado final. Creo que es el disco que mejor reproduce sonoramente todo lo que es la música de Breis, hay country-rock, pop, rock, folk,… es un abanico amplio.
Influencias muy variadas en las que da la sensación sin embargo todo surge del sonido americano...
Manolo Breis: Totalmente. No es algo buscado, es que es lo que he escuchado toda mi vida y es de la única forma que sé hacerlo. Quizá de la mano de algún productor iría hacia otros caminos, pero produciendo yo, esto es lo que sé hacer. Sería muy interesante trabajar con alguien que tenga una visión de mi música un tanto diferente a la mía, o a lo mejor acabamos a palos, pero me gustaría probar en algún momento. Hasta la fecha he trabajado solamente con tres productores, Fernando Rubio, Alejo Stivel, y Miguel Zanón, todos ellos muy cercanos a mi forma de encarar mis producciones, así que realmente me apetecería romper un poco mis propias reglas.
Una de las canciones que más me llama la atención de este trabajo es “Nunca es suficiente”, que me parece incluso sostenida por un ritmo de post-punk, ¿también es parte de tus influencias?
Manolo Breis: Tengo influencias que ni yo mismo sé que las tengo. No escucho mucho post-punk pero ahí está la canción. Es lo que te comentaba antes, grabo una canción y de repente en mi cabeza suena de una forma totalmente diferente a como la estoy oyendo por los altavoces, y tengo que volver a ella. Es un misterio maravilloso al que nunca le doy la espalda.
En tus discos, éste incluido, tocas casi todos los instrumentos; ¿es una cuestión de comodidad, de necesidad por controlar todo? ¿Nunca has tenido la tentación en este proyecto de que recaiga la parte instrumental en otros músicos?
Manolo Breis: Mi primera intención con este disco era reunir a la banda y grabar en directo, que fuese un disco muy natural y espontáneo. Pero como casi todo en esto de mi carrera musical, las cosas casi nunca van por donde yo quiero, sino como puedo. Por circunstancias no pude hacerlo así y tenía dos opciones, esperar por tiempo ilimitado o ponerme a grabar. Esto segundo lo vi como mejor opción. Sigo teniendo en mente la idea de reunirnos y grabar en directo un EP, audio y video, con canciones de este disco, espero poder llevarlo a cabo.
Aunque finalmente “Imán de mujer”, tema de Aute, se ha quedado fuera del disco, eres proclive a los “covers”, ¿a través de las versiones uno es capaz de expresarse de manera personal?
Lo veo como un juego muy divertido. Coger una canción que me gusta mucho y ponerme a grabarla a ver qué sale. No lo veo como una manera de expresarme sino más bien como una curiosidad, un guiño.
Según dice la nota de prensa, en el disco encontramos canciones que habían sido descartadas en su momento o apartadas, ¿qué cambia en una composición, o en la visión que tienes sobre ella, para que quede relegada o que sea rescatada y dada una “nueva vida”?
Manolo Breis: Cada canción creo que tiene su momento, hay algunas que hace mucho tiempo no tocaba, otras que habían quedado olvidadas y otras que les he vuelto a dar una vuelta a la composición. Todas estas canciones me representan, señalan correctamente lo que soy a día de hoy. Me parecen indispensables.
Creo que también ha habido una cierta limpia de canciones de cara al resultado final, ¿te suele obsesionar el hecho de no meter nada en el disco que no sea lo estrictamente necesario?
Manolo Breis: El disco lo he hecho solo, con la única visión de mis oídos. Esto limita bastante el poder tener una lectura global de todo lo que has grabado porque te pierdes entre tanta escucha. Una vez acabado, yo tengo mi forma personal de ver el resultado del disco pero soy consciente de que se me escapan cosas. En ese punto pedí a colaboradores habituales que me dieran su opinión de orden de canciones, selección final, etc. Yo les hago bastante caso, son oídos no viciados que me aportan mucha luz y de ahí vienen esos “rescates”y selección final de canciones.
Tus canciones siempre tienen una intención melódica muy potente. A la hora de buscar o de pensar en esa aspiración, ¿partes de ciertas bases-ideas fijas e intocables sobre las que trabajar o la canción nace totalmente libre y sin fronteras?
Manolo Breis: Cuando me brota una canción no sé hacía donde va, ni lo pretendo. Dejo que la historia fluya a ver dónde me lleva. Soy un gran apasionado de la melodía, es lo que más me transmite en una canción. Maestros de crear melodías como The Jayhawks o Low me vuelven loco precisamente por eso. Yo sigo trabajando intentando encontrar la melodía adecuada, el verso perfecto, es una búsqueda sin final y ahí está la magia de la composición, nunca se acaba, siempre lo puedes hacer mejor.
Hoy en día, sin casi industria musical, las redes sociales, como de alguna manera es en tu caso, se convierten casi en el espacio principal en el que promocionarse, ¿te parece el mal menor o un contexto que verdaderamente ha roto esa distancia existente entre músico y oyente?
Manolo Breis: En cierta medida me parece una gran mentira. Cierto es que hay una relación directa con el público, pero para eso el público te tiene que conocer. Es la única forma que tengo de dar a conocer mis canciones e intento difundirlas lo más que puedo, que es muy poco. Por ahora seguiré esta vía, aunque no creo que sea la más efectiva, hace falta apoyo real, promoción real, poder salir a tocar y defender tus canciones delante de la gente, y todo eso es realmente muy complicado. La gente no tiene tiempo de pararse a escuchar un disco completo, se escucha 20 segundos de una canción y pasa a otra cosa, hay como prisa en todo lo que se hace.
Las redes sociales venían a cambiar el mundo y la forma de relacionarnos, todo más transparente y democrático. Hoy en día con toda la expansión de las redes sociales y sus cambios, como leí hace poco, hemos pasado en 10 años de la Primavera Árabe a Donald Trump, el cambio ha sido sin duda a peor.
Y precisamente en ese contexto musical actual donde la inmediatez, los selfies, instagram y la necesidad del rápido reconocimiento son la norma común para alcanzar relevancia, ¿en qué papel te ves o crees que adopta una propuesta musical como la tuya?
Manolo Breis: Creo que estoy casi fuera de juego. Yo hago discos, no hago canciones de consumo, ni hago discos producidos para sonar en festivales. Hago discos para ser escuchados y disfrutados. Quizá es un concepto muy antiguo pero yo soy un enamorado de ese concepto de comunión con un disco. No pienso cambiar mi forma de entender la música, la respeto demasiado y he crecido así, mi tiempo de cambiar ya pasó. Soy un tipo al que le dan vergüenza ajena los selfies desde el escenario para enseñar que he tocado y había gente en el concierto. Con esto creo que ya me explico bastante.
No hay nada que me haga más feliz que recibir un mail contándome como se han identificado con mis canciones y dándome las gracias por hacerle sentir. De eso va todo esto, de sentir. Yo me dedico al mundo del sentimiento, no al del ocio.