Por:Artemio Payá
Anton Newcombe ya no es el niño malo que pudimos ver arrasando con todo y con todos en el imprescindible documental "Dig!", allí se nos presentaba un indómito personaje que reunía muchas papeletas para convertirse en otro músico que se nos va prematuramente. Pero no, después de la resaca de aquellos días consiguió rehacerse y enderezar una más que interesante carrera. Decidió irse a vivir a Berlín y, haciendo de la ciudad alemana su nuevo cuartel general y desde donde lleva más de una década disparando sus certeras andanadas lisérgicas.
Su actividad permanece frenética y ya son mas de veinte discos a sus espaldas ahondando en el rock psicodélico mas militante, y aunque si bien es cierto que ha estado en algunas ocasiones jugueteando con el kraut, en el primero de los trabajos que ha publicado este año (en septiembre hay más material) nos recuerda a unos Massacre muy similares a los de sus comienzos, es decir con la mirada puesta en los años sesenta. "Something Else" empieza con "Hold That Tought", uno de los mejores momentos del lote y ya desde el primer rasgueo de guitarra que viene después de la batería ya sabes que los tienes delante, es su sonido marca de la casa. En el resto del trayecto de este particular viaje nos topamos con excitantes momentos como el instrumental jangly de "Animal Wisdon"; la garagera "Skin and Bones", que nos retrotrae a la época de "Take If From the Man"; la penetrante oscuridad de "My Love"; el brillo pop en "Who dreams of cats?" e incluso la guinda que corona la cima de este plástico: los ocho minutos de "Silent Stream”" que no son precisamente para pinchar en la radio ni en un bar, pero si para escuchar en la oscuridad. En sus surcos huele a incienso mientras somos transportados a través guitarras acústicas que a duras penas avanzan sobre una coda cuasi recitada.
Es curioso que The Brian Jonestown Massacre ya no estén de moda, lo estuvieron cuando se editó el mencionado documental y medio mundo pudo ver como Anton quería romperle la cabeza al cantante de The Dandy Warhols, y sí, la verdad que fue muy divertido, pero desde luego es mucho mas gratificante verle mucho más estable mentalmente y continuando con una fantástica carrera de fondo al margen de la industria. El sigue siendo el pope, la psicodelia está de moda pero Newcombe sigue año tras año dando sopas con ondas a la mayoría de bandas que ahora mismo enarbolan el resurgimiento del estilo. Así que vamos a reivindicarlos una vez más y recomendemos este "Something Else", no es su obra maestra pero si otra muestra que dentro del género pocos se mueven con tanta soltura como Anton Newcombe.