Th’ Booty Hunters: "Speaking of the Devil"

Por: Txema Mañeru 

Ahora mismo nuestros Dead Bronco y los catalanes Th’ Booty Hunters son dos de los mejores representantes de la música country más aguerrida en este país. Por supuesto que ambos no son nada puristas y nosotros lo celebramos. Los primeros han bautizado el estilo de su último disco, el excelente "Driven By Frustration" como "americana sludge", que parece una locura pero se acerca mucho a los sonidos contenidos que han aumentado su dosis metálica y violenta. Th’ Booty Hunters mantienen también su garra punk y sus toques metálicos y de rock setentero, aunque se acercan a sonoridades más folk y el violín protagoniza varios momentos estelares a lo largo del excelente nuevo trabajo. Siguen manteniendo con todo su espíritu outlaw de sus adorados Johnny Cash, Waylon Jennings o Hank Williams. Aunque llevan prácticamente treinta años en esto, algunos siguen bautizando su estilo como "garrulograss". No es erróneo pero no abarca, en absoluto, lo mucho que se han ido expandiendo. En su diálogo con el diablo siguen siendo voces importantes Hayseed Dixie, Hank III o G.G. Allin, pero también están invitados al coloquio Tony Joe White o los Slim Cessna’s Auto Club.

El inicio del álbum es impecable con "Last drink for a dead man", un sensacional bluegrass campestre con excelente bajo al que se le suman aromas irlandeses cuando entra en acción el fulminante violín. Ya el tema titular es una salvajada country-punk marca de la casa. Esa suavización para bien se nota en una "20 Dollar Job" con los excelentes coros de Miriam Swanson y de nuevo con guapo violín y lap steel guitar. Siguen adorando a Johnny Cash y lo muestran a la perfección en "In a Holler", con su voz sonando más grave que nunca. "The Ship that never Sails" trae otra preciosa melodía y un violín con aires clásicos casi como los de Paul Roland

En la cara B tras la agresiva, hasta en el título, "Black’n’Decker", llega una borrachuza y outlaw "Keep on Dope", con ese aire a himno para conciertos al estilo de los ya mencionados Slim Cessna’s Auto Club. "Rotten Swamp" lo dice todo con su título, es un precioso lento con grandes punteos con la guitarra eléctrica. Solemne, oscura y profunda, casi como WovenHand, suena "Sickness of Pain". Eso es justo antes del cierre más clásico con el country-punk "Agonic Blues", con nuevos coros para festejar en sus incendiarios directos, pero que luego tiene un final de puro hard-rock años 70. Unos drectos de los que te puedes informar en www.thbootyhunters.com donde también tienes sus estupendos discos. ¡Se admiten sombreros de cowboy y tachuelas!