La primera semana de julio, al margen de por la subida natural de las temperaturas, varias de nuestras ciudades sufrirán un ardor añadido debido a las giras que en los primeros días del mes de julio realizarán Sugar Daddy and The Cereal Killers y Osaka Monuarail de la mano de la promotora All Nighters.
Sugar Daddy and The Cereal Killers son una locomotora de Rhythm & Blues que en sus
actuaciones no olvida el Swing ni el Boogie Woogie. Ver a estos siete italianos en directo es
transportarse a la Norteamérica de los años cuarenta: elegancia sobre el escenario y gotas de
sudor en la pista de baile.
Nacidos en 2009 en la ciudad norteña de Milán,
es ese año cuando Simone Caputo, conocido comúnmente como Sugar Daddy, empieza a
desarrollar junto al baterista Francis Needham y al bajista Roberto Boldi una propuesta
personal partiendo del Blues que ya practicaban en proyectos anteriores. Clave en su sonido
será la sección de viento integrada por Luigi Napolitano, Roberto Dibitonto y Cosimo Pignataro
a los que finalmente se uniría el virtuoso pianista John Bramley. Intercalando composiciones propias, incluidas en su lp "Thirteen Days", con versiones de
grandes clásicos como Muddy Waters, Little Richard, Ray Charles o Louis Prima estos
trabajadores músicos han compartido escenarios por toda Europa con bandas como Ray
Collins Hot Club, Polecats o The Limboos. Desde el día 5 de julio y hasta el 8 recorrerán respectivamente Madrid (Sala Clamores), Zaragoza (Slap! festival), Vallés (Asturias, AMC Boca Negra), Bilbao (Nave 9) y Logroño (Stereo).
Osaka Monaurail, por su parte, bajo un nombre proveniente del tren que llevaba a sus componentes originales de casa a la universidad, el Monorail de Osaka que decidieron escribirlo como Monaurail en homenaje al tema de 1974 de los J.B.s: "J.B.s 'Monaurail", son el primer grupo funk de Japón. Una banda de ocho miembros que desde su nacimiento en 1992 ha querido tocar funk inspirado en James Brown, Curtis Mayfield, Isaac Hayes y por supuesto los J.B.s. Liderados por el carismático Ryo Nakata a la voz, todos vestidos impecablemente con los más elegantes trajes, se mueven al unísono, mientras que la sección de vientos efectúa un deslumbrante despliegue de girar trompetas y hacer sudar al respetable. En pleno baile Nakata recuerda al gran James Brown dislocando articulaciones, moviéndose mientras toca su piano repleto de groove y lleva a la multitud al frenesí con un grito conmovedor. Se podrá disfrutar de todo ello desde el 2 julio y hasta el 6 en en la sala Clamores de Madrid, la Zentral de Pamplona, 16 toneladas de Valencia a Wamba Buluba de Barcelona y en el Slap festival de Zaragoza, respectivamente.