"Ahora lo que me apetece es dedicar el tiempo a mí mismo y a lo que quiero, que es este disco"
Por: Sergio Iglesias
Fotografía: Ricardo Roncero
"Sueños y tormentas" es el primer trabajo en solitario de Fino Oyonarte, un disco en el que el artista almeriense pero madrileño de adopción, muestra su lado más personal. Textos autobiográficos, melodías elaboradas y una gran cantidad de arreglos de cuerda hacen de él un disco sorprendente e imprescindible en el que descubrimos al Fino más intimista y sosegado.
"Sueños y tormentas" es tu primer trabajo en solitario, un disco que, a primera vista, puede parecer minimalista pero en el que, sin embargo, encontramos una gran cantidad de arreglos instrumentales…
Fino Oyonarte: Sí. Tiene un aspecto minimalista en el sentido de que en principio era muy acústico o muy básico, aunque se le fueron añadiendo una serie de pinceladas que, poco a poco, fueron enriqueciendo las canciones. Las guitarras y la voz las doblé porque a mí siempre me ha gustado ese tipo de producción, basándome un poco en Phil Spector, pero los demás arreglos son cosas que fuimos probando y, de hecho, al final hubo que restar. Fuimos probando cosas con sintes y así y veíamos que no hacían falta muchos arreglos, pero sí que es cierto que tenía algunas melodías en la cabeza con cuerdas y tuve la suerte de poder contactar con Phillip Peterson a través de Daniel Lorca de Nada Surf , que me dijo que nos iba a hacer cosas alucinantes. Esas melodías que yo tenía en la cabeza estaban un poco ambientadas en Nick Drake, en los Beatles de "I am the walrus"… imágenes que yo le contaba para que se hiciera una idea de lo que queríamos; también le tradujimos las letras para que lo entendiera y la verdad es que se hizo un gran trabajo. Después le dimos otra vuelta aquí con Ana Galletero y otra más en la sesión que tuve en Río Bravo en Valencia con Xema Fuertes y con Caio Bellveser, que no habían oído nada pero que enseguida lo pillaron todo. Desde la idea inicial que yo tenía, se fueron metiendo pequeños detalles que creo que le dan un punto orquestado muy bonito y estoy muy contento con el resultado. Realmente sí que tiene ese punto de sencillez, es un disco que no está sobrecargado, aunque haya momentos como, por ejemplo, ese final apoteósico de cuerda en "Atrapado" o la instrumentación fantástica de "Estos años", pero, si realmente lo abrimos un poco, es un disco que se mantiene absolutamente con guitarra y voz
¿Es este el trabajo más ambicioso de tu carrera?
Fino Oyonarte: Hombre… yo diría que es más sencillo que ambicioso. Pero sí es cierto que nunca me había atrevido a hacer algo tan personal, porque incluso en Clovis, que era un proyecto bastante personal compartido con Cris (Cristina Plaza), había alguna canción que podría ser el germen de esto como “Los pies fríos” aunque ahí había sintes y alguna guitarra eléctrica. Realmente, es un disco que parece sencillo pero que ha sido complejo, sobre todo a la hora de escribir de esa manera que puede parecer tan natural, porque ha habido que darle muchas vueltas. Imagino que todos los músicos que escriben sus letras tienen su forma de hacerlo y yo en ese sentido tenía menos experiencia. Conozco a gente que escribe maravillosamente como Josele (Santiago), que tiene un estilo muy desarrollado y hay otros que me gustan mucho y a los que me puedo acercar como Javier Sánchez de Ama, por esa forma tan sencilla de escribir, también me gusta mucho Rafa Berrio, aunque tiene mucha retórica en sus letras, y me ha sorprendido mucho José Ignacio Lapido, aunque musicalmente no esté tan cerca de él, y por supuesto, me encanta la manera de expresar las cosas de Kiko Veneno. En ese sentido, mis amigos dicen que tengo una manera muy sencilla de escribir y que no hace falta ningún manual para descifrar mis letras.
Letras, como dices, claras, pero sobre todo, valientes, en el sentido de que no se ocultan pasajes autobiográficos…
Fino Oyonarte: Tampoco era esa mi intención. En un principio quería ver qué me salía y tuve bastantes bloqueos, porque no sabía si escribir sobre sensaciones más externas. Pero, al fin y al cabo, tenía sentido hacerlo como finalmente lo he hecho, ya que era una necesidad que tenía de hacer esa búsqueda interna, y también era algo que tenía pendiente desde hace años, así que lo he intentado hacer y me ha salido esto. Hay cosas que realmente me daban un poco de pudor como las letras de "Atrapado" que son bastante oscuras porque estás hablando de tu enemigo interno, de tus multiegos, de que un día estás de una manera, otro de otra… Esos conflictos que, al final, se han convertido en un tema increíble que, al principio, casi no podía ni cantar, ahora lo puedo hacer y me da momentos maravillosos. Sí que en cierta manera es autobiográfico porque ha surgido así, y se ve claramente en temas como "Afortunado", una reflexión con imágenes del pasado, de cuando eres un chaval y tienes ilusión por hacer un montón de cosas, que cuenta situaciones de mi vida y de mi yo actual que se ha forjado a lo largo de los años; también es muy evidente el tema autobiográfico en "Cien pasos", donde se habla de una segunda oportunidad después del problema de salud que tuve y en el que hablo de que hay que ver lo positivo, que es que sigo vivo.
¿Ese susto fue fundamental para pensar, recapacitar y decidir que era el momento de sacar este disco?
Fino Oyonarte: Hace mucho tiempo que tenía en mente hacer algo más personal. Yo estoy muy contento con mi función y mis vivencias en Los Enemigos que, para mí, es una parte muy importante de mi vida. Aunque haya podido participar más o menos en la parte creativa, ya que Josele lleva el peso fundamental en ese aspecto, pienso que he tenido un peso muy importante en muchas otras facetas de la banda. Pero sí que tenía una necesidad de hacer algo propio… quizá lo tuve con Clovis y con Los Eterno en cierto modo, pero después de ese problema de salud sí que decidí que tenía que hacer eso que tenía pendiente, prácticamente desde que empecé en la música y que no había hecho, quizá porque no me había llegado el momento, porque no me había atrevido o porque siempre he dedicado mi trabajo a los demás en producciones o en grupos. No puedo ocultar lo que me costaba enfrentarme a esto y quizá podía haberlo hecho cuando era más joven, pero estoy orgulloso de todo lo que he hecho hasta ahora y en este momento más, después de haber dado este paso y de haber abierto esta puerta para el futuro.
¿Podríamos resumir este paso con la frase de "Afortunado": "Ahora que voy más despacio dame tiempo para mí"?
Fino Oyonarte: (Risas) Pues no lo había pensado así. La verdad es que sí, pero me cuesta porque soy un todoterreno y todo lo que hago lo vivo con mucha intensidad; eso está bien pero es que, cuando iba a hacer algunas funciones, parecía que iba a ser la última y estaba dejándome la piel de tal manera que mi cuerpo dijo "¡Basta!". Está bien hacer giras, sacar discos, editar libros… eso es lo bonito y lo mágico de esto y me di cuenta de que, a base de trabajo, de esfuerzo y de ilusión, las cosas se van consiguiendo, pero el problema es intentar disfrutar en todas las fases. Mira… por ejemplo, esta mañana me acaba de llegar el vinilo y me ha hecho una ilusión muy grande porque, para conseguirlo, ha tenido que pasar mucho tiempo, ha habido mucho trabajo, pero también muchas decepciones y quebraderos de cabeza… Por eso, en cuanto lo tienes en la mano solo piensas “¡buah!, me voy a casa a tomarme una copa de vino escuchando el vinilo, porque me lo merezco y paso de todo lo demás”. Pero después también esto pasa, no es la meta. Por eso sale en el disco el monte Alfaro, que está en Almería, porque muchas veces nos lo planteamos todo como si fuéramos a subir una montaña hasta que lo haces y te das cuenta que después hay otras 30… pues esto es igual: ya tengo el disco, pero ahora hay que plantearse hacer la promoción, tocarlo en directo… todo lo que es esa subida simbólica a la montaña hay que hacerla, pero disfrutando del paisaje, porque de nada sirve dejarse la piel y llegar sudando. A veces, a mí me cuesta disfrutar de esos momentos pero ahora estoy muy contento con este nuevo disco y estoy deseando que lo escuche la gente. Quizá cuando era más joven no me lo habría planteado así, y me he sorprendido a mí mismo porque había cosas que ya tenía pensadas, pero ha habido muchas otras que han ido surgiendo. Aunque está bien tener las cosas en la cabeza, a veces, hay que dejar un margen a la libertad.
¿Notas mucha diferencia entre trabajar solo o como componente de una banda?
Fino Oyonarte: La diferencia fundamental es que todas las decisiones las tengo que tomar yo y en el proceso de creación del disco he tenido muchas dudas. Por suerte, ahí he tenido a la pobre Cris martirizada en muchos aspectos, ya que ha sido la primera que me ha ayudado en todo y me ha animado a enfrentarme a esto, porque sabía que yo quería hacerlo desde hace muchísimos años. Aunque somos compañeros y pareja, ahora cada uno tiene su proyecto y ha sabido mantenerse al margen para no influirme con sus ideas y me ha forzado para que tome las decisiones. Yo puedo tener muy claro las cosas en una producción o cuando dirijo a unos chavales e intento tener ese papel, pero aquí tenía muchas incertidumbres y me tiraba días pensando que lo que iba haciendo no valía para nada… ese tipo de cosas forman parte del disco y, como te decía, las ha vivido muy de cerca Cris. Cuando estás en un grupo como Los Enemigos, Josele trae una composición y la vamos trabajando en el local entre todos, haciendo un trabajo de equipo también en los directos; con Los Eterno fue una experiencia fantástica y muy gratificante porque todo era improvisación, fue como un encuentro con la música, disfrutar por disfrutar en el salón de mi casa, que se convirtió en un local de ensayo donde quedábamos y fue un experimento muy chulo y muy en común, igual que con Clovis. La gran diferencia es que ahora quería trabajar de otra manera, coger el lápiz y la guitarra, e ir paso a paso.
¿Qué tal ha sido la grabación en Estudio Uno?
Fino Oyonarte: La grabación para mí es un ritual. He cogido cosas que he aprendido del pasado y también he hecho cosas que quería hacer, como grabar en un estudio como Estudio Uno con tu micro bueno, con una buena acústica… podía haberlo hecho en casa, pero era una necesidad que tenía. Como te decía, para mí la grabación es un ritual en el que reflejas un momento muy determinado de tu vida; Por ejemplo, yo grabé el primer disco de Los Planetas y, si lo hubiera grabado seis meses más tarde de lo que lo hice, habría salido totalmente distinto. Yo quería vivir esa experiencia de grabar ahí y tuve la suerte de contar con Cesar Verdú, compañero, amigo y gran profesional como técnico y productor que ha estado a mi lado dirigiendo la grabación. Se hizo en dos fases, primero las acústicas, la voz y alguna base, paramos un tiempo porque él tenía mucho lío con León Benavente y después lo terminamos en octubre. Podía haberlo hecho con otra gente y terminarlo antes, pero quería tener a mi lado una persona como él, que no fuera demasiado impulsiva y que respetara lo que yo quería decir y, en ese sentido, ha tenido un grado de implicación muy grande.
Productor de Los Planetas o Lagartija Nick, miembro de Los Eterno y Clovis, bajista y fundador de Los Enemigos… y a pesar de todo, ahora prácticamente tienes que empezar de cero. ¿Cuesta asimilar esto de volver a ser un “debutante” después de tantos años de carrera?
Fino Oyonarte: Sí, pero no es la primera vez que me pasa, y por eso me muevo entre la ilusión y la decepción, entre esos "sueños y tormentas" que dan título al disco… pero yo quiero y necesito hacer esto y expresarme de esta manera y ya está. Sé que me estoy autoeditando en mi propio sello que, aunque es algo que está muy bien porque te deja un margen de libertad muy grande, supone mucho más trabajo en otros aspectos discográficos que me quitan tiempo para la parte musical, pero cuando has tomado esa decisión, tienes que correr con todas las consecuencias. Entonces, después de todo lo que he hecho, es un aliciente iniciar una nueva fase que es la que deseaba, y lo único que deseo es que no sea algo puntual sino, como te decía antes, una puerta que he abierto para caminar por este camino, sin olvidar que Enemigos es un proyecto que en mi vida ha significado y significa mucho y, de vez en cuando, tenemos nuestro reencuentro, estamos en contacto y vamos haciendo los conciertos que nos van saliendo. Pero ahora hay que hacer las cosas con más cabeza y yo no puedo tener muchos frentes abiertos a la vez, antes no sabía decir que no a nada y podía estar con cinco cosas a la vez, pero el toque de atención que he tenido, y del que hablábamos antes, ha servido para que me relaje. Ahora lo que me apetece es dedicarme tiempo a mí y a lo que quiero, que es este disco.
¿Cómo van a ser los directos de presentación de "Sueños y tormentas"?
Fino Oyonarte: Estoy tan liado con la promoción que, prácticamente, ni he montado la banda, pero ya tengo en mente varios formatos. He hecho un disco que creo que se sale un poco de lo convencional, porque es un disco muy intimista y reposado, que necesita de una serie de condiciones para escucharse en directo, así que empezaré en acústico, tal vez con cuerda, en un formato que no había hecho antes. Para después de verano sí que me planteo un formato con banda más convencional, aunque todo está por diseñar… pero ten por seguro que fijo que este disco lo voy a tocar en directo. De todas formas, ahora, de momento, lo que me interesa es que la gente escuche el disco con calma e interés.
Hablas de un disco "poco convencional", pero ¿crees que es un disco complicado de escuchar?
Fino Oyonarte: No, simplemente hay que tener la disposición de prestar atención. Es un disco que, si lo escuchas con un poco de volumen, ves que suena bien y tiene su texto, su reflexión… es el paisaje de un tipo que lleva años en la música y que, de repente, ha dado este paso más personal, pero sí creo que hay que escucharlo de manera reposada. Está claro que, hoy en día. ha cambiado la manera de escuchar música, e incluso a mí me ha pasado alguna vez lo de escuchar una canción tras otra sin dejarlas acabar y me he mosqueado, porque parece que quieres escuchar cinco o seis cosas a la vez. Pero si escuchas un disco entero con tranquilidad, lo saboreas de una manera diferente y, si encima te gusta el vinilo como a mí, todavía mejor, porque notas unas sensaciones diferentes que, al menos yo, percibo. Entre toda esta avalancha de información en la que vivimos es complicado hacerse un hueco para que escuchen tu disco, pero yo espero que, por lo menos, sea bien acogido… al que le guste, bien, pero al que no, tiene mucha buena música para elegir.