Por: Sandra Sánchez
Esta es la historia de Natalia García Poza, madrileña del 85 que, atrapada por la música americana, cambió su nombre por Nat Simons. Compuso sus primeros temas, los subió a MySpace y comprobó cómo tenían una gran aceptación. Eso le llevó a tocar en distintos locales de la capital, guitarra, armónica y su voz, y a ir dándose a conocer en la escena musical madrileña con poco más de veinte años. La ola siguió cobrando forma y haciéndose cada vez más grande. Así, grabó un primer disco, "Home on High", en 2014 y un EP, "Trouble Man", en 2015, ambos con buenísima acogida de crítica y público. Las radios especializadas le daban un lugar de honor entre los discos que pinchaban y así llegó a la noche en que Nat fue telonera nada menos que de The Jayhawks, en Barcelona. Fue ahí donde su líder, Gary Louris, la descubrió y se propuso trabajar con ella.
Y llegamos al presente, a la publicación de "Lights", un álbum grabado en Durham, Carolina del Norte, donde la artista pasó una temporada viviendo en un motel de carretera y componiendo sus temas, que produce el propio Gary, quien también se anima a prestar guitarra y voz al disco.
Al lado de Louris y de Nat encontramos al dúo de folk Hiss Golden Messenger, y juntos crean este precioso disco de música americana, que convierte a la artista en una de las mejores exponentes del género en España.
Componen "Lights" diez canciones luminosas, que tocan distintos géneros dentro del country, con algún toque de blues, algún otro de pop, pero siempre con un denominador común, todos los temas se encuadran cómodamente en la americana. Si te gusta el género, el disco te va a fascinar. Hay temas más líricos, como "Happiness" o "Golden Feather", otros más potentes, como "People" (sin llegar a ser en ningún caso agresivo), "Desire", más blues, "Into the Woods", muy folk, guitarra y voz; y "You just can´t Imagine", con un toque más pop y en el que la voz de Nat recuerda muchísimo a la de Imelda May (también va en esa línea la fantástica "The way it is"). Una voz la suya, en todo caso, con personalidad y a punto de alcanzar la madurez; y un disco con un tono general amable y sin estruendos, muy bonito de escuchar y que trata distintos temas, desde el amor a la soledad entre la multitud.
Gary Louris ha dicho de Nat que su forma de cantar es poderosa y sus composiciones muy sólidas. Sin duda es lo que refleja este trabajo, bien armado y que Nat presenta en distintas ciudades del país en una gira que acaba de comenzar y continuará hasta el verano.