Por: Txema Mañeru
Independientemente de que los temas que están apareciendo en los discos póstumos de esta última década de Jimi Hendrix sean inéditos del todo o no, su calidad está claramente contrastada. Es cierto que no superan en casi ningún momento el material original, pero está habiendo descubrimientos más que atractivos. Sin ir más lejos en este "Both Sides Of The Sky" (Legacy Recordings / Sony Music) son para mí una absoluta pasada los dos temas con Stephen Stills al órgano y la voz o el tema que comparten protagonismo con las seis cuerdas Jimi y Johnny Winter.
Esta calidad supera con creces a muchos de los discos que se editaron tras su prematuro fallecimiento en las décadas de los setenta, ochenta y noventa. Y el principal culpable de ello es Eddie Kramer. Este prestigioso productor es el encargado de que "Live At Berkley", "Valleys Of Neptune", "People, Hell & Angels", "Freedom – Atlanta Pop Festival" o el fantástico DVD "Electric Church – Atlanta Pop Festival, July 4, 1970" suenen y se vean con una calidad como se merece el legado de este hombre.
Luego también está el hecho de las fantásticas presentaciones de los discos con lujosos libretos, en este caso de 24 páginas, con profusión de estupendas fotografías, completos créditos y expertos textos como los que, en esta ocasión, firma John McDermott. Vamos que la cosa invita a pasarse por www.legacyrecordings.com y comprobar con que puedes sorprender a alguna persona enamorada de la guitarra eléctrica o de Jimi directamente.
Bien es cierto que en el nuevo "Both Sides Of The Sky", por ofrecernos amplios minutajes que en este caso superan largamente la hora, pecan de añadir algunos temas algo de relleno o solo recomendables para los más fans y completistas. No es el caso del arranque con el single previo de presentación de este disco. Un "Mannish Boy" realmente conseguido y con unas guitarras que escupen vitriolo junto a Cox y Miles, en una de sus mejores formaciones. La otra grande fue la de Mitchell y Redding. Ellos le respaldan en un "Hear my Train A Comin’" con claros efluvios al legendario "Voodoo Child".
Ya hemos hablado de la excelencia de las dos colaboraciones con Stephen Stills presentes aquí. "Woodstock" es un clásico y como tal resuena con la magia de Hendrix en las 6 cuerdas. "S20 Fine" es una gozada que bien pudiera haber estado presente en cualquiera de los dos discos oficiales de Buffalo Springfield. "Jungle" es un fantástico instrumental lento que luego adquiere tonos más rock. Pero hay otros instrumentales como "Sweet Angel" o "Cherokee Mist" que no aportan gran cosa a lo mucho bueno que hizo Jimi. Tampoco sobresale el tema cantado, con Miles y Cox de acompañamiento, "Send my love to Linda". En cambio el clásico "Things I used to do" con la fantástica slide guitar de Johnny Winter es una gozada total. Otro tanto tenemos que decir del "Georgia Blues" cantado por Lonnie Younglood, que también toca su saxo y que se va por encima de los 8 minutos y no nos hubiera importado que durara aún más. El cómputo global vuelve a elevarse por encima del notable y sigue sin importarnos que cada par de años nos descubran otra joyita más de estas características.