Por: Javier López Romo
Cuando el carrusel de la vida te hace girar en sueños y deseos, en pasión y empatía; cuando los hilos del destino tejen todas esas esperanzas y quimeras, o cuando las fichas de un puzzle encajan perfectas en el engranaje de tu vida. Entonces, todo es perfecto. Y la perfección es tener días soleados y luminosos, o días grises de lluvia, e incluso días de nieve y frío; ese es el anclaje de cualquier cantautor.
Eso quizás pensó Jorge Cánovas mientras se subía a la noria de la semana grande de Bilbao. Y en la cima, a vista de pájaro de su ciudad natal, todas esas vivencias y experiencias le entraron "A Corazón Abierto". Título del primer disco de Jorge Cánovas, donde muestra en forma de canciones, su personalidad más abrupta en el difícil arte de hacer música de autor; un largo y sinuoso camino aprendido y amado. Porque aprendió de los grandes compositores españoles, haciendo sus primeros pinitos sobre un escenario, versionando a gente tan dispar como única, llegando desde Antonio Flores hasta Joaquín Sabina. Y por los escenarios de la vida canta tanto a Fito Fitipaldis, la Guardia, Alejandro Sanz, Pablo Alborán, y todo ese gran elenco de autores españoles; llegando a la admiración por otros como Ramazzotti, U2, Coldplay, etc.
Bien, esas son las raíces del aprendizaje de Jorge Cánovas y sus tributos, pero también son los que a partir de ahí, marcan el camino de su vida musical. Sin escrúpulos, y con la dignidad que atesora, se decanta más por lo que es más íntimo y hondo para sus gustos personales. Ahora es cuando llega el momento necesario, grabar su primer disco. Plantar la semilla de acordes y letras, todo lo que garantiza un ciclo nuevo, y esa propia satisfacción de haber hecho lo que se debía. Aunque cabe la posibilidad de que si no te acerca al triunfo primero, como principio, sí que se perfeccionará con su ejercicio en el segundo; y eso formará la parte más intensa de tu vida. Todo lo bueno, o muy bueno, o todo lo malo, o muy malo de este gran mundo musical, se queda impregnado en más tiempo, más reflexión y más detenimiento...
Y esto lo sabe su mánager: Pilar Vázquez, que sin dudar la valía de Jorge apuesta por él, y hace lo posible porque este disco se grabe, son horas de trabajo, días de insomnio, de caer y levantarse, pero siempre de frente; bien, diría ella, hoy llueve, mañana saldrá el sol... Y claro que hay días soleados si ya tienes experiencia, el conocimiento y la habilidad, de haberlo realizado antes, porque lo vivió, lo sintió y lo sufrió; (recordemos el mismo proceso del disco "Hondo" de Sergio Gisbert.) Gracias entonces Pilar por creer en la música, por vivirla en esa intensidad, y sobre todo por volcarte en estos nuevos talentos que tanto bien nos harán en un futuro tan digno como real. La música es el poder de respirar...
Y esa es la lucha de autor, o el precio a pagar por lo que eres, sientes y trabajas. Se dueño de ti, oí cantar, y ser dueño de ti significa creer en lo que haces, cómo lo haces y, a quién va dirigido. Jorge Cánovas, saca del horno su primer disco, amasado en doce canciones con aliños de pop-rock, y sin faltar el condimento habitual de alguna que otra balada preciosista. Un disco sincero, porque cantar no es más que gritar versos que nacen desde el estómago más comprimido, y por consiguiente, todo lo demás se llena de una profunda huida hacia la soledad del artista encima del escenario, en holas y adioses, en besos y caricias, en amores y desamores, en fin, la batalla de una guerra tan amplia como mortal. Tal es el poder de la música, la música que pretendemos escuchar, vivir y, adentrarnos dentro de nosotros mismos, como un manantial que fluye a borbotones y va directo al río de la vida...
En "A Corazón Abierto" son doce afluentes que llegan a un mismo cauce, a un mismo destino: ¡El mar! Cualquier canción con su historia, con su vida, en su entorno, será siempre cantada y contada, porque al elegirla es lo que él desea contarnos. No es otra la razón de que si afinamos el oído, en lo más subrepticio de nosotros, percibimos una voz, la suya, la nuestra reflejada, que nos advierte: "Vayas donde vayas, yo iré siempre a un paso de ti, por delante de ti, junto a ti...". Porque esta es la verdadera compañía de viaje, si estoy en tus oídos y llegas hasta el fin, es porque has conseguido escuchar el disco entero. Y sí. Supongo que si has llegado hasta ahí, es porque el disco es merecedor de escucharlo de principio a fin. Utilizando como sugerencia y materia, la posibilidad de haber forzado la atracción, hacia este nuevo icono de la canción de autor que tanto nos gusta, para bien mejor que para mal. Intercambiándonos canciones y crítica, como frases afables entre dos mundos que se derriten en uno como la nieve. Amor y oyente.
Y después de este frío y nevado invierno, cuándo todo se entumece y aletarga, no sé si yo voy a él, o él viene a mí... El caso es que coincidimos en tiempo y en sonido. Así que volveré a la noria de Jorge Cánovas, subiendo pletórico al ascenso musical como si se tratase de la Semana Grande de Bilbao, a punto de ver desde lo alto, la salida fulminante de su primer disco: "A Corazón Abierto". Doce cortes, doce porciones del roscón del rock, ¿dónde estará la sorpresa.? Y la sorpresa reside en que las canciones encajan una en la otra como si de un cuento se tratase. Abre el disco con el primer tema que ya engancha: "Mi Superhéroe", un tema especial, cariñoso, y emotivo; donde expresa un amor incondicional sin fisuras, pero con miedos también al no ser el héroe elegido, pero sabes que la libertad y bienestar de otra persona, a la que tú le das todo el poder, confianza y sobre todo amor, es lo más maravilloso de un florestal mundo; y lo cierra con la misma dignidad, y alevosía en su último corte de esta misma canción, al piano, a pleno pulmón, con una clara emoción contenida, el sentimiento y la responsabilidad de lo que pueda significar la paternidad. En esta vida, siempre cargada de héroes, cotidianos o divinos, pero todos cargados de amor y heroicidad...
El segundo corte de "A Corazón Abierto" es "Como un sueño", una balada en un semitono, donde hay promesas, la vida, como esa noria de la que hablabámos antes, gira y gira a su compás, ahora estás arriba, luego es abajo, pero siempre es el amor la ruleta donde apuestas cada día y triunfas un día y fracasas al siguiente; pero si las promesas se cumplen, esos latidos golpearán en forma de un bajo y en forma de canción. Toda una declaración... el tic-tac del músculo del corazón. Entra en tercera posición lo que será el primer single del disco, "Agonía del olvido", y entra con fuerza y destino, una canción preciosista y sutil, donde el ápice del amor es una fuga con el falso horror de la caducidad enamorada, ¿no existe un dios que pueda dejar de acoger a estos seres enamorados? Bien, a veces me pregunto, que he de olvidarte si no ha existido... No hay una respuesta clara si el autor canta: "Yo no quiero oír más gritos, en la agonía de tu olvido, el pensar que ya no hay nadie, y lo que tienes no ha existido, no,no,no...". Hay que estar demasiado radiante en este baile, porque ya no perturba este olvido a su memoria. Ni dolor, ni cicatrices, ni besos, ni fisura alguna, si de repente te mandan a los avernos del olvido. Sé bien, que hasta el amor perfecto, cuando existe, apenas puede durar un breve instante, o queda para siempre; si hay cooperación, sigilosas coincidencias, y lo que es mejor, maneras insinuadas de guiños y palabras.
Le sigue "No dejes", a medio camino entre la balada y el pop sugestivo, o a huir, o a ponerte esos grilletes que atan encadenándose a los sentidos como placer. Ese dictado que traza las parábolas de emociones, esa visión de que hombre o mujer sueña con alguien que lo mire en la noche. ¿Y de dónde sale este viaje de huir o quedarte? ¿Este asalto tan súbitamente amoroso? ¿Sale de mí, sale de nosotros, tú mismo eres esa sensación, acaso? No huyas si estás dispuesto a compartir el premio del deseo y la pasión. Establecer una relación impredecible y sin fin, resulta ser más complicado, escudriñar el desnudo de otro y sus reacciones, con ese juego desafiador y transgresor puede llegar a una cierta forma de consentimiento. A mis viejos años, no voy a negar de que el amor es otra cosa, que siempre el amor es otra cosa, pese a los riesgos que ya ofrece este objeto de frágil cristal. En el ecuador del disco aparece "El Deseo", es una de esas canciones que parece que se quedan como ocultas en un disco, pero no por ello pasa desapercibida para el oyente que a la primera escucha impacta y te atenaza. De letra tan preciosista como poética, tan impactante como literal. En fin, todo un lujo para este disco tan abierto. Y es que este deseo tan sublime es más real que la realidad misma. De abrumadora ilusión, tan brutal como a veces incestuosa, porque a veces despiertas en esas turbulencias del sueño que te alejan de tu cama habitual. En este deseo no se duerme a calderilla, ni a ráfagas; se duerme despierto y con insomnio. Sintiendo que también se ha dormido en quimeras y deseos, sin saber si alguna vez se estuvo ausente en minutos u horas, en días o meses, quizás en años. Pero siempre de vuelta, y en esta canción se aprende, o me hace aprender el inmutable orden del universo del amor. Porque amor y deseo es lo mismo que sexo y vida, cualquier iniciación lo es el uno del otro, con el mismo hambre y alimento en todos sus ámbitos. Quizás esta canción tenga la suficiente belleza como para buscarla, ella es el vehículo, una llamada más, un despertador que sonara a la llamada del deseo...
Me gusta porque me hace llorar, y si lloro, es porque amo cual ""Planeta de rosas", proyecto de canción en la que puedes cruzar ríos, mares y océanos con tal de llegar a la fina arena de playa, a ese lugar que elegiste para ti. Y a buen seguro, en esa orilla, es que la vida puede rescatarte de lo bien o lo mal que pueda irte, es un gran canto cuando sientes que tanto tu vida como la que gira a tu alrededor, explora recursos generosos y gratuitos, si tú aportas tu granito de arena, o tu más sincero latido de corazón. Es una canción de entrante ajardinado, en la cuál toda la floresta es hallada y bienvenida... Son sensaciones que cualquier ventajista sacaría partido, no es flor de un día, es asegurarse de que en una pareja se edifique una fortaleza cautelosa frente a los embates que llegan de fuera, y aún siendo así, lo que comienza, llega a ser tolerablemente duradero. Tengo experiencia en esto... Y llega el corte séptimo y todo es como en "Blanco y negro". Como sientes, como vives, como amas, como luchas; y bueno, todo hace indicar que siempre es en blanco y negro, no hay más tonalidades, es como si aquí no hubiese más color; y no lo hay. Espacio y tiempo se dan la mano para gritar que no hay ni tan siquiera tonalidades grises, bueno pues hagamos digestión, y sobre todo busquemos otra dimensión más aséptica. En blanco y negro es ese rock and roll tequiliano que te hace bailar en cada plaza de pueblo, o de barra de bar al amanecer, pero siempre, siempre haciéndote mover en lo que sientes, o a semicolor o a color entero; como quieras, tus bailes y tu vida siempre bajo imágenes en claroscuro, o sino píntalo tú como desees. Es tú decisión. Pero en su decisión, todos sus definidores se quedan cortos, es como si el antifaz de las sublimaciones, buscasen el ojo avizor que intenta ocultarlo todo. Proyectar esa luz cuando se le interpone un obstáculo opaco, nos demuestra nuestros falsos pudores e hipocresía, es su liberación... Quizás sea así de sincero, mi primer baile en blanco y negro, fue tras la barra de un bar de pueblo... Y, sigo estando aquí y ahora es del color del arcoíris.
Le sigue "Pequeña", un bocado de sabores agridulces en los que te apetece degustar sus encantos, hay un chico de Jersey que es capaz de conducir toda la noche para volver a saborear esos encantos, Bueno no somos de New Jersey, pero degustamos por igual amores que dejan posos de café, o sorbos de nostalgia en un fluir de marchas y soledades, supongo que la vida continúa con sus te quieros y sus dulzuras, pero si te vas, no olvides que: Te quiero, y cuánto te echo de menos... El café de las mañanas, la comida en la mesa, la cena de atardeceres, el sueño compartido, es un largo cursillo de aproximación, de encanto, del proceso corriente de un amor joven o viejo, pero el que acerca los corazones enamorados, los cuerpos enamorados, y fundidos en uno sólo. Al final del disco nos encontramos con "El cuento". Hay cuentos que acaban bien o mal, son relatos, historias, hay cuentos que dictan tu estado, hay relatos en los que se sueña en regresar y volver al mismo tiempo, pero siempre hay algo que castra el encantamiento de encantar. Hay ratos de verdad, de ensoñación, de disfraces en la rutina cotidiana. Hay momentos sublimes, bonitos, excelsos, planificados en el perdón y la locura de ver pasar y soñar esas emociones que a ti y a mí, nos llegan disfrazados de sangre y veneno. ¿Dime, cuál es el precio del perdón? El cuento es algo que al oírlo es respirar al otro lado del rock, donde todo queda y es así...
Bien, y si "Tírame un beso" es ese final nunca deseado. Me quedo ahí, esperándolo, buscándolo y saciándome de esos labios factibles y deseosos. De esos que pido si mi amor me los entregas... Esta canción preciosista es como una bocanada de aire fresco, que entra y se queda en tus pulmones, y habita oxigenando todo el cuerpo. Aquí el protagonista está henchido de amor, ¿A quién convenceremos de que en cada amor nos va en serio la vida? Y en cada escaramuza de él uno emplea toda su fuerza, e incluso toda la resistencia que puedes llegar a sacar de tu propia debilidad y flaqueza. Eso es lo que veo y oigo en "Tírame un beso". Y aún así, quizás dada mi condición, es una plenitud inexcusable entre dos personas, cualquiera que sea su sexo, que proyectan una plenitud juntos. Es un acierto, es una canción que gusta, y mucho. Y como final llega para mí una canción de frescura total, quizás no es la mejor, pero tampoco peor, "Soy". Un rock de alta graduación alcohólica, (una balada, si se puede encajar como tal, lo dudo) una bala en la recámara de una recortada rockera. Tiene ritmo y swing, letra, fuerza y sentimiento. El personaje se desnuda de su segunda piel para no caer expuesto en su quebrado espejo. Hay disfraces, pero sin máscaras, hay paisajes con vértices, hay un mundo ahí fuera por explotar sobre cuerpos desnudos. Hay tantas y tantas metáforas reales o irreales en esta canción que la hacen abrupta y hermosa. Un caminante que va por la vida rastreando senderos, y en sus ratos libres, para y toma respiro y sensaciones nuevas, en las cuales pinta sonrisas y afectos; por tanto no le teme a nada ni a nadie, y da aullidos de lobo en la alborada. Sí, es una canción intuitiva como sugestiva, "Soy" es una canción que llega, ahora bien, no sé si ella me llega a mí, o yo llego a ella. El único sostén es que será bienvenida sea en el formato que sea. El resultado final es un binomio emocional e intrínseco. Letal. Preciosa.
Cierra el disco tal y como lo empieza, con "Superhéroe", pero esta vez se aleja del metal para aporrear teclas de piano, así, desnudo, piano y voz, fuerza y sentimiento, pasión y entrega. Pero sobre todo unas ganas locas de aportar su personalidad más paterna. Hay inocencia y espíritu, hay amor e inquietudes, hay destino ensimismado en su propia hermosura. Y en cada escaramuza de esta vida, hay un sentimiento, un amor que lo envuelve todo, donde se emplea toda la resistencia que se saca de su propia flaqueza, aunque se esté convencido de que pueda ser la última oportunidad que exista. No son tan mentidas, no. Estoy convencido, o me hacen estar convencido de que, hay más alegría y orden, dentro del estruendo de fuegos artificiales que se elevan en un cielo cargado de colores y ausencias... Yo quiero estar en esa fiesta.
Solo me queda felicitar el buen hacer de Jorge Cánovas, hay un trabajo digno detrás de esto, hay un buen hacer en "A Corazón Abierto", hay sentimiento, trabajo, y cariño. Hay rock&roll, para quienes nos gusta, hay baladas preciosas de soltar lágrimas, para los que nos emocionamos; pero hay una gran cosa detrás para que esto siga en el espiral. Trabajo, esfuerzo, ganas. Y si todo este compás se vuelca hacia la dignidad de un trabajo bien hecho, habremos conseguido la equidad de perfeccionarlo, bajo la realidad de una búsqueda que no hiera, si el lector no sobrepasa su imaginación hacia otro lado. Si en "A Corazón Abierto" hay momentos idílicos y secuaces, si por el contrario, este trabajo tiene ese ángulo de triángulo equilátero, dónde cualquier vértice somos nosotros mismos, bien, si después de escuchar este disco y sus mensajes de amores, no los captas, tú estás muerto, y si mueres por todos los mensajes equitativos que ofrece este disco, y si no los lees, tu vida está condenada al olvido. Pero no creo que esa sea tu aptitud, sé que eres inteligente, luchas, amas y mañana el sol como dice mi amiga Pilar, brillará en otra tonalidad...
Para acabar de descifrar un poco la evolución del disco, de este trabajo, en el cual vuelvo a mencionar a la mánager Pilar Vázquez, que es la que apostó por este rostro nuevo, guapo si, me contengo... Y lo lanzó a Verkami, para aportar en mecenas el pago necesario para poder grabar este discazo. Ella es ese soplo de mar en su propio rincón, y sabía que aportaría lo necesario para cumplir esta realidad. Ella es el alma mater de lo que será este triunfo de Jorge Cánovas y su "A Corazón Abierto". Ella es la rubia de Jersey, y a los que no tenemos esta condición amorosa, ella es el amor en mayúsculas. Quedo en la nostalgia de que ella siempre será Bobby Jean que canta Bruce. Y si en el disco hay fuerza, no física, sino espiritual y honda, hay guitarras que hieren corazones, hay bajos que dictan golpes de corazón, hay magia y eclosión amorosa, desde esta percepción, hay un éxito arrollador. Porque hay una garganta boscosa, de túneles de olas y amores, de blanca espuma en playa, y de largos azules en mar abierto, de bosques verticales, y de túneles terrenosos que nos brinda su desconcertante grandiosidad.
Son meses de trabajo en equipo, personas a las que hay que nombrar:
Manager: Pilar Vázquez; Diseño: Logaidea; Fotografía: Jimsor; Producción musical: Rober Une y Daniel Tomás ; Mezcla y masterización: Asier Ercilla; Músicos: Jesús Gancedo, Pedro Hoyuelos, Carlos Gutierrez, Daniel Tomás y Cristina Fernández; Canciones: Jorge Cánovas y Daniel Tomás.
Y después de esto, sólo desear lo mejor de este mundo musical hacia Jorge Cánovas, sabes que soy tu acólito fans, en mí se quedan muchas cosas de tus canciones, de esos sentimientos cargados de hermosura, y ese amor lo recibo como ese vino añejo y embriagante hasta anular los sentidos... Tengo fe en ti, tengo ganas de que "A Corazón Abierto", sea el principio de algo mucho más grande que un primer disco. Quiero pelearme con quien sea, por tener una buena entrada en tus conciertos. Será señal de que desde el principio nunca estuvimos equivocados... Pero permíteme darte un consejo, el último, y como ruego; no te conozco, y no sé de tus ansias, sólo un pero, porque me llegas, me anulas, me diviertes, y me haces amar en otra dimensión establecida... la mía. Se tú, siempre tú, y verás como ser dueño de ti, es lo más maravilloso de esta vida, pretendiendo hacer lo que has de hacer. Mis mejores augurios en tu nueva faceta musical, fuera de estos tributos, ahora eres tú... Jorge Cánovas en su "A corazón abierto". Todo lo mejor en tu carrera, y recuérdame amigo si todavía sigo vivo en este enfermo mundo... Estaré encantado de poder criticarte en tu segundo disco.
Ten la certeza de que tu trabajo es grande y estaremos apoyándote.
Son ya muchos años, demasiados, persiguiendo ínfulas de éxitos y abrazos; desde aquellos años ochenta, comentándolo todo, deseaba tener algo como esto para resarcirme... ¡¡¡ Felicidades !!!