Por: Javier González
Foto: Alberto García-Alix
Foto: Alberto García-Alix
Definitivamente el mundo de la literatura rock ha ganado para sí a un escritor de lo más talentoso y notable en la figura de Edi Clavo, el que en otro tiempo fuera el encargado de llevar el ritmo tras la batería de Gabinete Caligari, quien ahora vuelve a revestirse de actualidad al presentar "Camino Soria", el pormenorizada relato que recoge el proceso de gestación de uno de los discos clave de nuestro rock.
Un libro intenso, escrito con precisión y detallado al milímetro que habla de un período muy concreto de la historia del rock, centrado en el ámbito nacional pero que también mira más allá de nuestra fronteras, para acercarnos de primera mano a la realidad, al paisaje sonoro, en el que se facturaron unas canciones convertidas en atemporales e históricas por el propio paso del tiempo.
En una agradable mañana de invierno nos citamos con un Edi Clavo, más locuaz y satisfecho que nunca, para que impartiendo su enésima lección sobre rock vuelva a destapar los rincones de su memoria invitándonos a viajar una vez más "Camino Soria".
Echemos la vista atrás unos años, hasta tu anterior trabajo. Vienes de firmar "Electricidad Revisitada", un gran libro que la gente de prensa reconoció como parte de lo mejor del año en que fue editado. ¿Cómo recibiste aquellos reconocimientos?
Edi: Fue mi primer libro dedicado al mundo de la música y lo hice con mucho interés en abarcar toda mi historia musical, desde que comencé a tocar la batería hasta el final de Gabinete Caligari, e incluso más allá. Es un libro que abarca muchos años, donde traté de dar unas pinceladas de toda mi trayectoria. Creo que Electricidad Revisitada sirve como antecedente a Camino Soria, es el precedente. Ahora abordo y desentraño más pormenorizadamente lo que es el disco que da nombre al libro.
¿Qué sentiste al volver a situarte en el panorama rock, aunque fuera desde una nueva vertiente?
Edi: En éste momento abordo el texto de dos maneras, desde fuera como historiador, y a la vez desde dentro como batería y compositor de las canciones, junto a Jaime Urrutia y Ferni Presas. Creo que es algo muy interesante, ya que es una visión que no tienen muchos autores.
¿En qué momento y de qué forma surge la oportunidad de escribir éste "Camino Soria"?
Edi: Tras escribir "Electricidad Revisitada" me puse a pensar en la siguiente obra en la que quería trabajar. Tenía claro que si había un disco que merecía tener una investigación era "Camino Soria", el trabajo más relevante de toda nuestra carrera. La monografía sobre "Camino Soria" no la había escrito nadie y creía que yo era la persona idónea para hacerlo.
Es admirable ver cómo relatas los pormenores, detallados al milímetro, de todo cuánto acontecía en aquellos días. Como historiador del arte que eres, ¿cómo sueles acudir a las fuentes? ¿Es todo memoria?
Edi: Tras haber estado en la universidad he utilizado las herramientas del historiador, como el contraste de fuentes, para dar forma a mis obras. Jamás he escrito un diario, la verdad, aunque tengo buena memoria y además como historiador tengo la capacidad para acotar cada época y período de mi vida profesional muy bien. Luego he tirado de hemerotecas y bibliotecas. También he realizado entrevistas a Ferni, que tenía muchos datos anotados de conciertos y grabaciones, Francis García, Jesús Gómez, Enrique Bastante…con todos esos datos he elaborado el relato de la grabación de "Camino Soria".
Me gusta leer tus obras porque no te quedas en lo que rodea al disco en si, sino que vas más allá, mostrando un retrato de lo que eran los ochenta…Ausencia de infraestructuras en una década colorista y de fatal recuerdo para los grandes dinosaurios del rock, con su Radio 3 y sus popes, con su payola de la mano de los 40 Principales.
Edi: Tienes toda la razón en lo que dices. Radio 3 nos apoyó fuerte como bandas que veníamos del underground. Luego llegó un momento en que el relevo de todo aquello lo tomaron los 40 Principales. Lógicamente tenían una audiencia de cinco millones de oyentes diarios, aquello fue lo que nos hizo llenar plazas de toros, estadios, vender muchos discos, etc… También fue algo que benefició a las dos partes de aquel ámbito profesional. Primero Radio 3 y luego los 40 fueron auparon al pop-rock español de Alaska y Dinarama, Mecano, Radio Futura, Loquillo y Trogloditas y Gabinete Caligari al estrellato. Ellos son los que nos levantaron, no voy a renegar de los 40 por su comercialidad, fueron necesarios para llegar al máximo de público posible.
Quizás la mayor crítica que muchos les hacemos es que en aquella búsqueda de la comercialidad, llegó un momento en que el hecho artístico se les olvidó por completo.
Edi: Sí, es cierto. Yo reconozco que nosotros aprovechamos el momento. Y ellos se subieron al carro de la modernidad en el que estuvimos un montón de bandas como las antes citadas y algunas más como Héroes del Silencio y Danza Invisible. Por eso no hay que renegar de las dos visiones de difusión de la música que existieron en los ochenta.
Reflejas a la perfección aquellas giras demoníacas, anarquicas y los interminables tiempos de espera en la vida del músico.
Edi: Había que tocar donde te contrataban. Ibas rellenando las casilla del itineario como en los barcos a medida que salían galas… De Murcia a San Sebastián y de ahí a Huelva. Tenías que coger la furgoneta e ir donde hiciera falta. Te levantabas a las siete de la mañana, tras tocar, y hacías quinientos kilómetros, por aquellas carreteras de dos carriles. Quizás habías dormido unas horas, pero teníamos veintipico años y físicamente aguantabas el tirón. Era lo que había. Los conciertos eran donde se podía tocar, ya fueran campos de fútbol, polideportivos, salas o discotecas, una situación que yo creo que no ha cambiado mucho. Los camerinos solían ser vestuarios de campos de fútbol, pasillos, algo que era así sobre todo en los conciertos públicos y gratuitos, de ayuntamientos y diputaciones.
También hablas del tema de las drogas con toda naturalidad.
Edi: Nosotros no inventamos nada. Si había fiesta, había alcohol y algo de drogas, eso siempre ha existido. Creo que el gran acierto de todo es saber cuál de aquellas sustancias es la que mejor te sienta. El alcohol y las drogas han existido en el mundo del espectáculo toda la vida, no lo voy a negar, ni vamos a ir de castos. La realidad es que nosotros siempre tuvimos la cabeza bien amueblada y creo que supimos nadar y guardar la ropa para que no se nos fuera de manos y nos afectara.
Atendamos a lo que atañe a "Camino Soria", el disco. ¿Sentíais que era el momento preciso de dar vuestro golpe definitivo sobre la mesa?
Edi: Quizás no tuviéramos claro que fuera el golpe maestro, aunque sí que sabíamos que habíamos cambiado de una compañía independiente a una multinacional como EMI que era mucho más grande. Había que vender, tener un éxito, ir a por ventas cercanas a cien mil copias. También vivíamos nuestro momento rey Midas, todo lo que tocábamos se convertía en oro, estábamos en el instante óptimo de creación. Se juntaron las dos cosas. El momento y la inspiración eran uno.
¿Cómo era la simbiosis de la banda en aquel momento?
Edi: Para grabar un disco a la altura de "Camino Soria" hace falta magia. Un grupo en un momento muy concreto con magia, sabiendo tocar y sonando como una banda de verdad. Un gran productor y un diseñador que nos entendió para plasmar una gran portada. Un genio como Alberto García-Alix que nos hizo una magnífica fotografía de Soria. Creo que se juntó todo. Fue nuestro momento. Todas las bandas lo tienen. Los Beatles tuvieron "Sgt Peppers", los Rolling Stones, "Exile on Main Street", Lou Reed, "Transformer", David Bowie "Ziggy Stardust", luego te puedes mantener o caer en decadencia, pero todas las grandes bandas han tenido un momento mítico y álgido, un disco redondo, el nuestro fue Camino Soria.
Tú sueles referirte a la santísima trinidad del rock. Canciones, cohesión y contexto.
Edi: Las canciones que son fundamentales, sin ellas no hay nada que hacer, aunque seas guapo. La cohesión, el armazón estético de toda la historia para vender el producto, y el contexto, que debe ser el adecuado, si alguien sale hablando de toros hoy en día le tirarán piedras, pero nosotros salimos hablando de algo que nadie trataba. Teníamos canciones, cohesión y contexto. Bingo, "Camino Soria".
Siempre he creído que es el mejor disco pop-rock en castellano. Sus letras, el aroma que desprende, todo lo que le rodea. Y luego su comercialidad bien entendida y su estética de rock español añejo.
Edi: Sintetizamos el gusto por lo español. Decidimos hablar de Soria que es una ciudad que más allá de España no suele resonar. No es rockera. Ni es como Memphis o New York, ni era Groenlandia. Es un reflejo del castellano, de un páramo, sin nada aparente. Nos pareció muy nuestro. La realidad que reflejamos es la del cochinillo y el vino tinto. Es nuestra definición del rock.
En las reseñas de la época se hablaba de un álbum muy Beatles, aunque yo creo es que es mucho más, más abierto musicalmente…
Edi: No, no es solamente eso, son muchas influencias. Está Sinatra, Presley, Kinks, en esos toques tan costumbristas, Lou Reed y The Doors. Es la sublimación de todo lo que nos había influenciado como oyentes del rock.
¿Por qué crees que "Camino Soria" ha perdurado en el imaginario colectivo?
Edi: Creo que tiene la calidad suficiente. Como ente, como LP, el formato antiguo del rock, con el vinilo y sus caras a y b. Ha perdurado. Ha sobrevivido a los avatares del tiempo. Hace dos años cuando comencé el libro lo escuchaba en casa y me di cuenta de que había aguantado muy bien el paso del tiempo. Quizás hacía veinte años que no lo oía y me sorprendí diseccionando de nuevo las canciones a todo volumen. Es digno de escuchar, las modas no lo han azotado. Ha envejecido con dignidad, creo que tiene el marchamo del clásico. Es vigente a través de las épocas.
Te he dicho muchas veces que personalmente creo que es la gran obra de nuestro rock patrio. ¿Qué opinas tú?
Edi: Es la obra cumbre de Gabinete Caligari. Y luego creo que es una de las grandes obras que se creó en nuestra música en los años ochenta junto con "Deseo Carnal" de Alaska y Dinarama, "El Ritmo del Garage" de Loquillo y Trogloditas, y "La Canción de Juan Perro" de Radio Futura. Creo que son discos fundamentales, significativos del pop-rock de los años ochenta.
¿Qué recuerdas del ascenso hasta la cima que conllevó?
Edi: En su momento no te da tiempo a pensar. Hay mucha vorágine de grabar, tocar, promo, viajes, comidas y fiestas. No te das cuenta ni de que ganas dinero, lo ves más tarde. En ese momento estás en movimiento continuo. No era consciente del éxito ni de la repercusión. Estábamos trabajando en él nada más. En ese momento estaba en la vorágine. Viajando, tocando y grabando. No daba tiempo. Nos ha ocurrido muchas veces no saber dónde estabas tocando. Estás en continuo movimiento.
¿En qué momento recuerdas haber sido consciente de haber llegado a lo más alto del estrellato?
Edi: Hay un momento cumbre que es cuando tocamos en el Hipódromo en el 25 aniversario de los 40. Recuerdo que había unas cien mil personas y que tardamos un montón en llegar ya que las carreteras estaban colapsadas. Una locura. Aquello fue la cumbre. Luego tocamos en Las Ventas y fue muy importante, pero aquello del Hipódromo fue una locura.
Tu vida era una fiesta en aquellos momentos. ¿Cómo de complicado es tener contacto con la realidad cuando nada es real?
Edi: Nosotros hemos sido fríos ante el agasajo. Lo admitíamos pero no nos lo creíamos demasiado. Estábamos centrados en componer y tocar. Las fiestas estaban ahí, aunque no seguíamos el rollo de los que nos daban la palmada en la espalda. Luego todo aquello trajo sus consecuencias, ya que cuando llegaron las vacas flacas muchos de los de la palmadita fueron los que nos abrieron la fosa. La realidad es que en Gabinete Caligari hemos sido bastante fríos con la prensa.
El final del libro es sintomático, vienes a decir que "La culpa fue del Cha cha cha"...
Edi: Fue la canción que más éxito popular tuvo, la que más éxito nos dio. Pero la realidad es que hay solamente se abría el camino de seguir haciendo lo mismo una y otra vez, o volver a los orígenes. Quisimos volver atrás y nos quedamos a medio camino entre lo uno y lo otro. Hubo en cambio de época, ya que los indies estaban llamando a las puertas del cielo, y nos quedamos en mitad de la nada. Nuestro momento había quedado atrás. El mayor éxito comercial de Gabinete fue el comienzo del fin. De ahí en adelante fuimos cuesta abajo.
Han pasado más de treinta años desde la edición de "Camino Soria". ¿Qué siente Edi Clavo al mirar atrás y ver su nombre firmando tan magna obra?
Edi: Siento orgullo profesional, ya que creo que hicimos un gran trabajo. Ahora además he diseccionado la obra de manera doble. Me siento orgulloso por el libro y el disco.
En el libro citas a Ulises y dedicas el libro a Pepe El Hortelano, dos amigos y camaradas, caídos, que vivieron la vida al máximo. Se trasluce dolor en ambas referencias de tal manera que calan en el lector.
Edi: Siento el dolor de dos amigos muertos antes de tiempo. El primero Ulises que murió con 32 años. La suya era una muerte anunciada ya que estaba metido en el mundo de la heroína y eso es una ruleta rusa. Y lo de Pepe que ha sido muy reciente, con solo 62 años y al que un cáncer mató. He querido hacerle ahora un homenaje, ya que era otro hombre vitalista, positivo. Salir con él era un a aventura. No me he aburrido un instante con él en la vida. Siempre tenía una conversación ágil, era capaz de enseñarte cosas y con una visión divertida de la vida. Estoy dolido con su muerte. Como digo en el libro, la vida es breve y el arte es profundo. Nos queda su obra.
¿Sientes nostalgia de aquella etapa?
Edi: Conservo todo lo vivido en mi memoria. Mis historias, amistades y sensaciones, que evidentemente son parte del pasado. De eso no se vive. Se vive del presente y me siento con ganas de tener un gran futuro.
¿Por dónde pasa tu actualidad, Edi?
Edi: Me apetece trabajar conmigo mismo. Me gusta depender de mí y de mi talento. Es algo que me mantiene realmente activo. Me gusta imaginar mi próximo libro, me interesa mucho.
¿Y el futuro?
Edi: Creo que con éste libro se cierra mi capítulo de investigación sobre Gabinete Caligari. Lo he disfrutado mucho, aunque es algo doloroso porque no deja de ser hablar de uno mismo. Tengo otras ideas en la cabeza. hablando de otras personas, no de uno mismo. Hay que calibrar mucho sobre lo que cuentas y lo que no. El capítulo Gabinete Caligari queda cerrado. De cara al futuro tengo avanzadas dos ideas que tienen que ver con el mundo del rock y sus circunstancias.
Antes de terminar, quiero que hablemos de la reedición de "Camino Soria" de la mano de Warner con un jugoso e interesante libreto, que incluye textos y alguna foto inédita.
Edi: Hemos cedido textos nuevos todos para el nuevo libreto. También incluye una remasterización en la que ahora Jesús ha conseguido sacar más brillo de cara al siglo XXI. Tiene más brillo y un mayor volumen. Aunque que nadie se lleve a engaños no hay ninguna remezcla. Creo que se trata de una reedición muy interesante