Por: Txema Mañeru
Ya tenemos aquí la eterna duda cuando hablamos de un nuevo y joven grupo británico, más aun cuando vienen del mismísimo Londres. ¿Habemus hype o habemus banda? Yo lo tengo clarísimo tras visionar por las redes cómo se las gastan en sus conciertos y también al escuchar este arrollador "Songs Of Praise".
Igualmente lo han tenido la gente del prestigioso sello Dead Oceans, distribuido aquí por Everlasting / Popstock!, que cuenta con renombrados artistas en sus filas como The Tallest Man On Earth, The Luyas, John Vanderslice o Phosphorescent.
Claro que lo que habían hecho era ver esos fulgurantes conciertos y oír las canciones que aparecen en este disco y que ya habían grabado previamente, la mayor parte de ellas, en formato digital. Eso sí, el sonido ha dado un subidón de calidad y ya tenemos ganas de verlos por aquí pronto porque sus conciertos y su sonido se asimilan, por ejemplo, a la de los también explosivos Iceage. Junto a ellos y nuestros Vulk, podrían protagonizar una terna sensacional. Por cierto, que los tendremos aquí en mayo y esa será una prueba del algodón para nosotros. Tampoco te debes dejar por su divertida portada que emula un poco la del "Pet Sounds" de los Beach Boys. ¡Están a años luz de esos sonidos y sus animales son mucho más fieros!
Sus referentes más claros, admitidos con devoción por ellos mismos, son el primer punk británico y la movida post-punk inicial también con Wire, PIL, The Fall o Gang Of Four en primera fila. Como hacían estas legendarias bandas comienzan enrabietados con un "Dust on trial" con soflamas entre The Clash y Manic Street Preachers. En uno de los singles previos, concretamente "Concrete", le hacen dobles voces a su genial y arrollador frontman, Charlie Steen, y se palpa esa pasión por los primeros The Fall o incluso por los más violentos Talking Heads. Otro tema ya conocido como "One Rizla" tira por su lado más pop y tiene algo de los The Cure de "The Head on the Door". Más singles, "Tasteless" tiene la chulería del primer Ian Dury pero las guitarras y los ambientes son mucho más post-punk. También me encanta "Friction", un tema que entre su titulo y algunas de sus guitarras puede tener hasta un pálpito a los Television de Tom Verlaine.
Finalizan bien de manera más reposada con toques de nuevo a The Cure e incluso Roxy Music. La verdad es que si hubieran acabado de manera más impetuosa el buen regusto de boca sería aún mejor. ¡Para mí hay banda, pero la clave va a estar en ese segundo disco que no debieran demorar demasiado porque estas canciones ya han dado el gran juego que tenían!