Por: María Solano Conde
Han pasado dos meses desde la salida de su decimocuarto disco; el tercero firmado con su nombre propio. Tras una sucinta presentación en Latinoamérica, Xoel López se prepara para llevar “Sueños y Pan” a los escenarios españoles, empezando por el de La Riviera, el 1 de marzo. En el “Madrid de todas las suertes” al que volvió, al que le canta, al que le atrapa. Entre reproducciones de cuadros de Van Gogh, hablamos de sus canciones, de la lengua gallega, de la paternidad y hasta de OT, que reconoce no seguir aunque sopesa empezar a verlo para tener una opinión al respecto.
Planteas “Sueños y pan” como la última pieza de una trilogía formada por Atlántico y Paramales. ¿Surgió así desde el principio, o lo has ido viendo de forma natural?
Xoel: No, no era la idea, fue algo que de hecho me dijo mi propio mánager en un mail, y yo dije “¡Ah, qué chulo!”. No lo había pensado en esos términos. Pero en realidad ya estábamos terminando el disco y pensando en el diseño. Me gusta el concepto de la trilogía porque yo soy de la generación de “Star Wars”, ahora me veo más cerca de hacer una precuela. Empezar a conceptuar los discos como si fueran películas me parecía bonito, además en este caso hay un hilo conductor muy claro: el personaje —digamos— que se va a América, que descubre cosas, que vuelve con la mochila llena y que de alguna manera en esta tercera parte de la trilogía descansa, en esa vuelta al hogar. Es una oportunidad también para digerir todo lo vivido y poder replantearse cosas desde otro lugar en un sitio por donde ya había pasado, donde ya había vivido. Se habla mucho de los viajes pero no se habla tanto de la vuelta. Me parece que esta vuelta está reflejada en este disco y cierra, de alguna manera. Ya está, aquí, ahora empieza una nueva vida, otra etapa.
¿Cuándo empiezas a tener más o menos clara la idea de cómo va a ser "Sueños y pan"?
Xoel: Es la vez que menos preconcebí un disco de mi vida. Luego hay otro factor: trabajé con Ángel Luján, el productor, desde el minuto uno. Yo a veces ya llegaba como "quiero hacer esto, va por aquí la cosa"; sin embargo, en esta ocasión no tuve tiempo, porque desde que empecé con lo primerito ya tenía a Ángel aportando su parte. Fue casi como trabajar a dúo, a nivel conceptual; componer, componía yo, soy el responsable de esa parte, pero conceptuábamos en pareja. Creo que eso hizo que no tuviera tiempo a condicionarme a mí mismo, ni al disco, ni a los temas casi nada, porque todo ya lo hacía con esa otra mirada. Y luego que yo no pensaba hacer un disco, mi intención era haber hecho un recopilatorio u otra cosa, estaba como para tomarme un descanso, pero me fueron surgiendo las canciones y de repente me apeteció. Al final no pude planteármelo con tiempo y premeditarlo mucho, fue como "venga, me tiro a la piscina, a ver si hay agua".
¿Sigue pendiente la idea de hacer el recopilatorio?
Xoel: Sí, o de hacer otra cosa, eso sí que sigue pendiente. Lo tengo muy presente, porque siento que al momento me quiero tomar un descanso de tanta introspección, de tanto mirar hacia dentro, mirar hacia fuera, pensar en el mundo…, creo que quiero descansar un poco de esa parte. A lo mejor el año que viene te digo "no, ya tengo disco nuevo y al final...". No sé, es dejar pasar el tiempo y ver qué pasa, lo que cuesta ahora es pensar qué voy a hacer. Necesito tiempo para saber qué quiero, todavía no lo sé.
¿Has descartado mucho material para el disco?
Xoel: No tanto como otras veces. Han quedado dos canciones fuera: una se llama “Aylan" y otra se llama “Silvio”. De estas dos canciones, una no conseguí que nos convenciera, que fue “Silvio”; la otra se quedó fuera por estilo, era muy triste y decidimos que no estuviera en el disco. También es verdad que teníamos la idea de que tenían que ser diez. Yo siempre hago trece y luego al final es mucha energía para trece canciones, entonces prefería hacer diez y poner más trabajo y más empeño en esas diez. Porque tengo limitaciones de tiempo, de estudio…, no tengo un presupuesto ilimitado. Siento que si grabas menos canciones puedes poner más energía.
Xoel: Sí, es de esas canciones que nunca esperases que fueran a ser de las más importantes dentro del disco. Ahí te das cuenta de que el criterio de uno es muy subjetivo. Para mí es importante, claro que es importante, pero por algún motivo pensé que no iba a gustar tanto, y de repente es una de las canciones favoritas de la gente. Nunca lo hubiera dicho, la verdad, sigue sorprendiéndome la gente con su sensibilidad y sus gustos. También pasa al revés, canciones de decir "ah, esta canción, jo qué guay..." y nada, pasaban sin pena ni gloria. Eso hay que asumirlo para bien y para mal.
Todos los títulos de las canciones son de una palabra. ¿Es una decisión premeditada?
Xoel: Sí, además hay por lo menos dos o tres títulos que tuve que recortar. Antepuse una idea conceptual a la realidad: yo no había hecho todos los títulos con una palabra, había hecho siete u ocho, los otros los recorté como diciendo "ya que estamos en estas voy a dejarlo todo así".
¿Cuáles eran?
Xoel: "Cometa de todos los cielos", que es "Cometa", pero lo dice el estribillo así que ya sobraba. Y la otra era "Pequeño jaguar de la noche", que yo también pensaba "bah, ya lo dice el estribillo, ya está: ‘Jaguar”. Luego en el repertorio van así: “Jaguar”, “Cometas”... "Frutos de plástico", también. Era algo simbólico, el resto ya eran todas así, de hecho las dos que quedaron fuera eran también otra palabra. Me di cuenta de que había algo conceptual en cuanto a que estoy en una etapa más de sintetizar, de quitar, de menos es más, muy pop, muy sintética y más minimalista. Quizás por haber escrito tantas canciones, tantos discos, incluso el libro que hice el año pasado, me parecía que ya tengo ganas de quitar, no de poner más.
Es un disco de contrastes: desde el título, "Sueños y pan", a las letras, también las canciones, como "Durme" e “Insomnio”…
Xoel: No lo había pensado así, es muy bonito.
¿Has tratado de explicar algo a través de esas dualidades?
Xoel: Estoy en un punto de la vida y de mi carrera en el que me doy cuenta de que todo es un equilibrio, de que las cosas son blancas y negras a la vez: quizás la vida son las gamas de colores, los grises, el color y el blanco y negro. Esta dualidad es inevitable, es la realidad de las cosas. He tenido etapas donde he visto todo más luminoso y me he llevado muchos chascos, en que he visto todo negro y tampoco era para tanto… Entonces creo que estoy llegando a una especie de equilibrio, que quizás de una manera inconsciente he querido reflejar en el disco. No es que sea muy de lo bueno ni de lo malo, "Madrid" lo dice: "no sé si me besaste o me curtiste, no sé si me abrazaste o me engulliste”. Son conceptos antagónicos, pero es que a lo mejor cuando alguien te abraza también te atrapa un poco. Todo es muy ying-yang, tampoco es que vaya a descubrir yo el mundo, lo saben todas las filosofías y la sabiduría popular. Pero yo voy asimilando de una manera cada vez más sólida que la vida son esas idas y venidas, esos días y esas noches, y que quizás se trata de poder entenderlo así.
"Insomnio" resulta muy gráfica, uno la escucha y te visualiza a ti desvelándote, dando vueltas por casa... ¿Es autobiográfica?
Xoel: Eso sucede de forma real, yo escribo la canción en un momento de insomnio artístico. Un momento en que normalmente estaría en la cama, decido quedarme en el salón escribiendo. O no escribiendo, me quedo por alguna razón y me pongo a escribir porque ahí me doy cuenta de que era lo que quería. Necesitaba sacar algo, y entonces me doy cuenta de que realmente a través de esa imagen, esa idea, hablo de muchas cosas que me pasan. En esos momentos de soledad es donde uno realmente puede encontrarse más consigo mismo, saber qué siente, tener las ideas más claras. De ahí sale esa expresión de búsqueda continua, ese perderse en mundos raros, de buscar siempre en otros lugares, y al mismo tiempo la importancia de tener un lugar al que regresar.
Ya en el disco anterior incluiste una canción en gallego, "A serea e o mariñeiro", y ahora repites por partida doble con "Serpes" y "Durme". ¿Consideras que el público tiene menos prejuicios idiomáticos de lo que nos hacen creer a veces?
Xoel: Estoy convencido, un sí total. La gente tiene menos prejuicios de lo que se nos hace creer. Y mi público especialmente, creo que tengo un público de lujo en ese sentido. También gran parte de este atrevimiento de hacer cosas diferentes, a nivel musical y a nivel lingüístico, se lo debo a ese público tan aperturista que yo tengo, que me permite hacer experimentos. No digo que cantar en gallego sea un experimento, porque obviamente mi caso no es tan experimental, pero a lo mejor en la escena musical en España el hecho de cantar canciones en gallego sí que tiene algo de apuesta. Veo que la gente lo recibe muy bien, con mucho respeto, y eso es precioso.
Incluyes también un par de canciones dedicadas a tu hijo Nahuel. ¿La paternidad te ha afectado de algún modo a la hora de componer?
Xoel: Yo creo que me ha conectado con el niño que fui y me ha dado un banquete de amor que estoy disfrutando y plasmando. También mucha responsabilidad, algunos miedos, como todo en la vida, como decía antes. No es todo maravilloso, también hay dificultades, tienes que enfrentarte a muchas cosas; te obliga un poco a desprenderte de ti mismo, de tu ego, a romper todos los espejos. Ya no eres tú el que se mira todo el rato en el espejo, de repente hay otra persona. Te enseña mucho, si lo sabes aprovechar.
Hay una canción dedicada a Madrid. ¿Ha influido la ciudad en tu música?
Xoel: Sí, seguro. Por la ciudad en sí misma, por el día a día, por este ritmo frenético a veces, por la cantidad de gente, por lidiar con el metro, con el bus, con el taxi, con caminar por la Gran Vía petada…, y al mismo tiempo tener momentos más campestres en el parque del Oeste o en el Palacio Real. Por cuestiones personales y de familia yo tengo que pasar mucho por ahí y me estoy reencontrando con Madrid. Esa es la otra parte, el reencuentro: yo me fui de Madrid, donde había vivido casi diez años, me fui a Buenos Aires casi cinco y volví a Madrid. Ese reencuentro para mí es muy especial, retomo Madrid desde otro punto de vista y me encuentro diferente en Madrid pero otra vez muy bien. Entonces me doy cuenta de que Madrid es muy elástica, hay muchas formas de vivir en ella. Es tan compleja como la vida misma y eso me fascina, que sea de alguna manera interminable. Entiendo que así tengo mucho que descubrir; Madrid todavía me resulta misteriosa, y esa complejidad me atrae y me sigue atrapando.
¿La has notado cambiada respecto de la otra vez?
Xoel: En algunas cosas, sí. Para empezar hubo un cambio de gobierno, que es un cambio importante. Fue una nueva forma de plantear la política, de pensamiento, de crítica. Algo que ha sucedido también en Coruña, curiosamente. Ha sido punta de lanza de mucha gente joven que ha planteado las cosas de otra manera.
¿Qué novedades habrá en los directos?
Xoel: Se incorpora Alice Wonder, por ejemplo, que es una cantante de aquí de Madrid, va a ser muy interesante ver cómo resulta eso. Llevar a directo el disco va a ser todo un reto porque tiene cosas que son muy de estudio, va a ser relativamente complejo adaptarlas a los directos. Pero lo asumo como un reto bonito.
En alguna ocasión comentabas que desde pequeño te atraían, además de la música, la escritura y la pintura. En el caso de la primera la has podido materializar, ¿te ves haciendo algo de pintura?
Xoel: Me encanta la pintura, yo crecí rodeado de cuadros. Mi padre fue director del Kiosco Alfonso, que es un centro de exposiciones muy importante en Coruña, tuvieron galería de arte propia…, entonces yo me crié rodeado de cuadros, de esculturas, y eso es una influencia para mí muy importante. De pequeño sí hice algún curso de pintura, pero luego no me dediqué. Siempre lo digo: cuando tenga tiempo, o a lo mejor más mayor, si hay algo que me apetece hacer es un curso de pintura y empezar a pintar otra vez. En realidad sé cómo empezar casi de cero, pero no he hecho nada. No creo que lo haga ahora, pero es una cuenta pendiente. Me pasa también con la fotografía, me encanta y me gustaría poder dedicarle más tiempo, lo que pasa es que uno tiene una vida, el día tiene veinticuatro horas y uno no se puede dedicar a todo lo que le gusta.
Como músico pero también como exconcursante de un programa de televisión, ¿qué opinas del fenómeno Operación Triunfo?
Xoel: No lo estoy viendo, pero ya es la segunda vez que me preguntan y me planteo si tendría que verlo para tener una opinión (risas). Lo sé, porque lo veo en las redes, que ponen canciones mías entre otros de lo que llaman el indie pop. Que lo pongan me parece genial. Claro, yo no sé qué está pasando con el programa, yo siempre tuve un planteamiento de la música diferente. Creo que lo ideal sería invertir ese tiempo de televisión en toda la música que se está haciendo. Yo no lo plantearía como un concurso, no me gusta la idea de competición, tampoco me gusta que solo se puedan centrar en esas personas. En ese sentido creo más en la diversidad, en algo más democrático, que tenga que ver con una escena musical que sea sólida, rica, donde muchos podamos vivir de la música. Creo que la solución no pasa por elegir un Bisbal al año, es más bien generar una escena donde muchos músicos se puedan expresar y puedan vivir de la música, que sigue siendo muy precario en España. Y una cosa no quita la otra: puede haber un programa como Operación Triunfo pero yo también aprovecho para reivindicar que desde la televisión también nos podrían dar un poquito más de apoyo. Me parece bonito que le den luz a compositores y canciones... han hecho una canción de Vetusta Morla, ¿puede ser? Eso es bueno de cara a esta escena. O sea, que no lo considero algo negativo, pero aprovecho para reivindicar algo más positivo.
Hablando de Vetusta Morla... En el videoclip de "El discurso del rey" aparece el diálogo “-Esto que suena es Xoel López, ¿no? -No, no, es del grupo que tenía antes que se llamaba Deliplus". ¿La idea fue tuya, de ellos...?
Xoel: Yo me lo encontré, o sea que es de ellos. Me imagino ahí a Juanma haciendo de las suyas, pero no lo sé.
Interviene Pablo Camuñas, su responsable de comunicación: El guion era de “El Mundo Today".
Xoel: Pues entonces eran Xavi y Kike [Xavi Puig y Kike García, creadores del diario satírico], con los que de hecho yo hice el programa de radio, “Oh! My LOL”, en el que en la segunda etapa estaba Juanma también. A mí eso me sonó muy al programa, yo dije "¿Eso es Juanma?", porque no sabía que eran los de “El Mundo Today". Ahora que sé que son Xavi y Kike digo "¡pues claro!". Y me hizo mucha gracia, la verdad, me encantó, me hizo ilusión aparecer ahí. Vetusta están generando un antes y un después en la escena en la que yo me muevo, son un referente de cambio total, de cómo hacer las cosas de otra manera y poder tener ese éxito que están teniendo. Estamos viviendo un momento muy bonito y ellos, en ese sentido, son punta de lanza. Así que olé.