"Es evidente la decadencia del sistema musical nacional en el que solo se apoyan o difunden propuestas de riesgo bajo"
Por: Javier González
Hablar de canciones es hacerlo de un concepto de enorme importancia, de apariencia simple y absurdamente evidente que sin embargo tiende a olvidarse en bastantes álbumes.
Por suerte hoy toca hablar de Flamaradas, el proyecto capitaneado desde hace tiempo por Daniel Magallón, que con su nuevo disco, de similar nombre, nos entrega una colección de composiciones absolutamente libres, de tono áspero y voz varonil que con un píe en el costumbrismo y un excepcional tono experimental hacen de su escucha y disfrute toda una aventura que conviene vivir.
Nos hemos puesto en contacto con él en el marco de una agradable charla para que nos hable de todo lo relacionado con sus Flamaradas, llama que esperamos que no tarde en prender en vuestros sabios oídos.
¿En qué momento y de qué forma comenzaste a dar forma a las canciones que han dado vida a "Flamaradas"?
Daniel: Mi método de trabajo es muy poco sistemático. Voy haciendo canciones constantemente. Siempre estoy probando algo, dándole vuelta a ideas. mezclando cosas... Entonces, cuando llega la hora de ponerme a hacer un disco nuevo, hago una recopilación de todo lo que tengo por ahí suelto e intento darle forma de alguna manera lógica. En este disco, más que un estilo buscábamos un sonido. Una atmósfera que diera unidad a un conjunto de canciones tan diverso. Mi voz y mis letras ya son un punto de conexión pero queríamos algo más. Fue entonces cuando buscamos a unos productores que pudieran entrar en ese juego que les proponíamos. Queríamos un sonido algo rudo pero sensible y cercano a la vez. Una producción con pocos elementos, pero muy bien trabajados. Creo que Cristian Pallejà y Ferrán Resines han hecho un trabajo genial con nuestro disco.
Desde fuera da la sensación de que solamente ha habido una premisa a la hora de elaborar éste álbum, y no es otra que no haya una sola cortapisa, ni una sola barrera estilística. ¿Cómo surgió un trabajo tan musicalmente libre?
Daniel: Pues yo creo que esa actitud que tú tan bien describes es una constante en nuestro proyecto. Desde el primer momento hemos jugado a darle a muchos palos sin pensar que eso fuera a suponer un problema. Los músicos de la banda vienen cada uno de mundos muy diferentes (jazz, rocabilly, flamenco, punk, folk, indi-alternativo....) y, posiblemente, se esa actitud de poner al mismo nivel influencias tan dispares lo que nos proporciona ese sonido tan singular. Siempre me han fascinado esos grupos o artistas que están por encima de los estilos musicales y que aparentemente hacen lo que les da la gana. Pienso en Los Lobos o en Calexico pero también en Tom Waits, en Nina Simone o en Bowie. Creo que en un momento como el actual en el que podemos tener acceso desde nuestro móvil a todas las músicas del mundo, ceñirnos a un solo estilo de música es como pedirle a alguien que en época de abundancia se alimente sólo de sopas de ajo.
No es que lo critique, pero, a estas alturas del partido, me parece un poco simple.
Por favor sé sincero. ¿En algún momento sentiste miedo al firmar un trabajo tan heterogéneo y por momento minimalista?
Daniel: Obviamente todos los discos me generan pánico pero este más si cabe. Cuando estábamos acabando de mezclar me entró una cagalera que flipas. De todo lo valiente que he intentado ser mientras lo hago, luego me arrepiento. Me digo para mis adentros si no hubiera sido más sensato hacer algo más normalito, que lo entendiera todo el mundo, que se pareciere más a algo reconocible...yo que sé. Te pasan mil cosas por la cabeza. Suerte que para entonces ya no hay remedio y sacas lo que tienes hecho. Aún a riesgo de equivocarte.
Si te digo que es un disco muy difícil, por momentos duro de escuchar, y a la vez hermoso. ¿Cuál sería tu reacción?
Daniel: Me encanta. Creo que es eso lo que en el fondo buscábamos. Un sonido áspero, anguloso pero con canciones evocadoras que puedan calar dentro de las personas. Que puedan emocionar si te dejas.
Tus textos tienen un píe en lo costumbrista y a la vez un afán relativamente experimental, que busca crear sensaciones a través de las imágenes. ¿Con cuál de las dos facetas te sientes más a gusto a la hora de mostrar tu arte?
Daniel: En los textos creo que cada vez soy más tradicionalista español (que mal suena eso...). Busco mucho en las formas de decir del folclore patrio. También intento acercarme a ese punto que tenían algunos escritores del 27 en el que lo cotidiano y lo popular se mezclaban con las vanguardias, en especial con el surrealismo, de una forma muy natural. Es un tono que me encanta y en el que me siento muy cómodo.
¿Cuáles son los referentes en cuanto a letras se refiere de Daniel Magallón?
Daniel: Me gustan mucho Kiko Veneno, Santiago Auserón, Sisa… También los primeros discos de Serrat. De los ochenta me gustaba Mauricio Aznar pero también grupos como 713avo Amor. Corcobado, Mil dolores pequeños...Por otro lado me fascina la música tradicional y el folclore, tanto nacional como sudamericano: Jorge Cafrune, Atahualpa Yupanqui y Violeta Parra. Esos cantantes se escuchaban mucho en mi casa cuando yo era chico y en el momento en el que te tienes que poner a hacer canciones esos referentes salen sin darte cuenta. Hay muchos. También extranjeros. Pero en esos me fijo menos.
Personalmente se me han venido a la cabeza desde Julio Bustamente, Paco Ibáñez hasta desembocar en Antonio Luque, pasando por Corcobado e incluso Refree, por citar unos ejemplos más jóvenes. ¿Te sientes cercano a los músicos citados?
Daniel: Sobretodo a los dos primeros. A Paco Ibáñez también lo escuché mucho de crió en casa .y creo que de ahí viene mi inclinación por cierto tipo de letras. Y de Julio Bustamente puedo contarte una anécdota muy reveladora: En los años noventa era un joven roquerillo al uso de esos que escuchaban a los Pixies y a los Ramones, pero en unas fiestas de la Mercé en Barcelona me topé en la plaza de Rey con un concierto de Julio Bustamante. Estaba ahí casi por accidente pero al cabo de media hora todos mis principios musicales se habían ido a tomar viento. Quedé tan emocionado al ver un señor que hablaba de Van Morrison, de la felicidad y de las chicas de su edad, que a partir de es momento decidí no volver a hacer nada que fuera en mi idioma y con el firme propósito de contar algo que valiera la pena. O al menos de intentarlo. Le conocí personalmente este verano, pues compartimos productores, y me pareció un tipo majísimo.
Quizás te rías pero en los primeros contactos con el disco tu voz nos sonaba muy cercana a la Víctor Manuel. ¿Estás de acuerdo con la percepción? ¿Te lo había comentado alguien con anterioridad?
Daniel: Claro. Hay muy poca gente en el mundo de la música española actual que cante con una voz de hombre grave y potente. Por eso cuando me buscan parecidos, el del marido de Ana Belén es inevitable. Igual, para depende quien, mi forma de cante sea algo anacrónica. Pero a mi favor te diré que una vez hice un concierto a medias con una chica norteamericana que canta y hace monólogos, y me felicitó por tener la voz que tenía. Me dijo que era el primer cantante español que oía que parecía un hombre. Pues, según ella, en España los grupos modernos cantan con voz aflautada, algo que para oídos de un extranjero es algo bastante ridículo.
Atendiendo a los datos este es el tercer trabajo de ésta andadura. ¿Cómo de difícil es abrirse camino en un mundillo musical como el nuestro donde todo lo que reluce, al menos comercialmente hablando, está ligado al pop?
Daniel: Pues te puedes imaginar. Con este disco hemos hecho el firme propósito de girar por la mayoría de ciudades de España y algo que hace años podía ser normal, ahora está siendo muy complicado a nivel de números. Es evidente la decadencia del sistema musical nacional en el que solo se apoyan o difunden propuestas de riesgo bajo. Creo que con esa actitud lo poco que queda de industria está anunciando su propia desaparición. Se está abonando un público aborregado y sin espíritu crítico. Y eso no es bueno para nadie. Ahora sería muy difícil que gente como Serrat, Radio Futura o El Último de la Fila salieran a la luz, nadie los apoyaría por demasiado raritos o porque no hacen bailar.
¿Crees que es necesario que se dé un mayor altavoz a discos valientes y sinceros como el tuyo?
Daniel: Que te voy a decir yo. Claro que lo creo.
¿Qué planes de futuro manejas de cara a los próximos meses?
Daniel: Tocar cuantos más conciertos pueda. Parece que la cosa se está animando y los próximos mese prometen. A ver si acabamos el año con más de cuarenta conciertos dados. Y a partir de septiembre nos pondremos a trabajar en un disco nuevo.
¿Qué se encontrarán todos aquellos que se acerque a ver alguno de los directos de Flamaradas?
Daniel: La banda que tengo es maravillosa. Llevamos juntos bastantes años y nos conocemos desde muy jóvenes. Creo que quien se acerque a un concierto de Flamaradas se encontrará un espectáculo potente y a la vez conmovedor.
Gracias, Daniel, por tu tiempo, respuestas y canciones. Suerte.
Daniel: Muchas gracias por esta entrevista extensa y tan bien hilvanada. Es un placer responder a periodistas que hacen las cosas con cariño.