"Como no tenemos intención de volver, nunca nos hemos ido"
Por: J.J. Caballero
No es habitual encontrarte con una banda que lleva más de un cuarto de siglo en activo, y además sin demasiadas intermitencias. Manteniendo unos mínimos de calidad y una actitud marcada por la pasión por el trabajo y sobre todo por las canciones llenas de emoción, los valencianos Doctor Divago es uno de esos nombres que sin darnos cuenta nos llevan acompañando prácticamente desde siempre. Y desde que supimos que tienen nuevo disco y que es igual de interesante que todos los anteriores, no pudimos resistirnos a hablar de él con Manolo Bertrán, la voz cantante y casi el ideólogo de un proyecto con trazas de ser eterno. Que así sea, por nuestro bien.
¿Cómo se lleva eso de ser la banda más longeva de la escena valenciana y, por extensión, una de las más veteranas del pop español? ¿La veteranía es un grado?
Manolo Bertrán: No sé si somos exactamente la banda más longeva de Valencia, seguramente sí la que desde la más absoluta independencia ha tenido una carrera más constante e ininterrumpida, con tres miembros fundadores en sus filas y otros dos que ya llevan casi quince años al servicio del Doctor. La veteranía debe de ser un grado, pero por sí sola no nos interesa, no serviría de nada si no siguiéramos sacando discos interesantes. Ésa es nuestra convicción.
Es vuestro caso uno de esos llamados “infalibles”, es decir, por mucho tiempo que pase y muchos cambios sociales que influyan en la música, siempre estáis ahí como un nombre básico en cualquier lista de grupos fundamentales del pop español.
Manolo Bertrán: Me alegra escucharlo. ¿De verdad? Si es así lo celebro. Sé que para unos cuantos somos el grupo de su vida, pero también que muchos no nos conocen. Pienso que si formáramos parte de tantas listas de grupos fundamentales quizá nos iría un poco mejor, en cuanto a reconocimiento al menos.
Son catorce años con la misma formación y prácticamente el mismo equipo de producción. ¿Conocerse tan bien es sinónimo de hacer lo que realmente queréis hacer?
Manolo Bertrán: Hemos desarrollado un método de trabajo efectivo en el que no caben las prisas y nos entendemos bastante bien en el plano musical y humano. Desde luego, trabajar al margen de presiones externas nos ha permitido hacer las cosas a nuestro modo y eso no tiene precio, pero al final nunca haces exactamente lo que quieres hacer. De alguna manera sí, pero tienes otros condicionantes: de presupuesto, por ejemplo.
El pop atemporal y los arreglos cuidados siempre han sido algunas de vuestras señas de identidad. Sin embargo, en “Complejo Alquería Frailes 13” la fórmula tradicional parece ampliada y perfeccionada.
Manolo Bertrán: Ha sido un trabajo muy cuidado y hecho con mucho esmero. Empezamos a trabajarlo a finales de 2015 y estuvimos en fase de composición y arreglos hasta junio de 2017, grabación de maquetas de trabajo en cuatro pistas incluidas. Lo grabamos y mezclamos entre julio y octubre del año pasado. Después de celebrar el 25 aniversario hablamos sobre lo que queríamos hacer y decidimos empezar a trabajar a conciencia en un nuevo disco que no fuera simplemente uno más, sino que aportara cosas a nuestra trayectoria. En realidad, esa ha ido siempre nuestra intención pero, superada una efeméride como la del cuarto de siglo, nos pusimos el listón un poco más alto.
El título del disco es un homenaje al estudio al que habéis sido fieles, concretamente la dirección del mismo. ¿Recordáis algunos momentos especialmente memorables vividos ahí durante esta o cualquier otra grabación?
Manolo Bertrán: En realidad, no es el estudio sino el local de ensayo en el que trabajamos desde la primavera de 1989. Y momentos memorables ha habido muchos, como nuestra batalla con un opositor al que molestábamos con nuestros guitarrazos en sus horas de estudio, que provocó varios encontronazos con la policía y el desarrollo de unas faraónicas obras de insonorización. En fin, allí seguimos…
Hay también ciertos temas que son recurrentes, como tu pasión por el boxeo, aquí de nuevo evidente en “El tercer hombre en el ring”. ¿La vida y la música en particular requieren de esa actitud combativa a la que aludes?
Manolo Bertrán: Sin duda. Soy aficionado al boxeo desde niño, heredé la afición de mi padre. Con el tiempo empecé a incorporar esta temática en mis canciones, como metáfora de la vida misma y por todo el trasfondo literario que tiene. Ese caer y levantarse, ese replantear la estrategia en el minuto de descanso… ¿No es lo que hacemos día a día?
El ritmo soul, mucho más marcado en canciones como “Al cuarto día”, es algo bastante novedoso en vuestro libro de estilo, pero nada insospechado. ¿Escucháis mucha música negra?
Manolo Bertrán: Siempre lo hemos hecho. Desde los bluesmen y los pioneros del rock and roll como Chuck Berry, Little Richard, Fats Domino… Ahí están las bases y son artistas a los que admiramos. También algo de soul, por supuesto. Sin embargo, creemos que es más una canción de corte blues, aunque es cierto que los arreglos de hammond y quizá algo de la interpretación vocal puedan darle ese aire soul al que te refieres.
Pero nunca os olvidáis del power pop, que es el terreno en el que siempre habéis demostrado maestría. Escuchamos “Aún queda vino” y lo confirmamos.
Manolo Bertrán: Sí, siempre hemos combinado las guitarras potentes con las melodías de voz en nuestras canciones, y eso queda cerca del power pop, aunque nunca hemos sido un grupo de power pop en sentido estricto ni mucho menos. No obstante, hemos escuchado bastante power pop y sentimos admiración declarada por algunas de las eminencias del género, claro.
No es todo tan radiante como parece, en estas canciones también hay alguna que otra historia inquietante y personajes nada agradables.
Manolo Bertrán: No, en absoluto. De hecho, nuestras canciones no son tan luminosas ni tan claras en su interpretación, es todo algo más complejo y retorcido, tanto en la parte lírica como en la musical. Y sí, hemos tenido inclinación hacia ese tipo de historias algo más crípticas y turbadoras.
¿Es “Engáñame” la canción más folk que has escrito nunca?
Manolo Bertrán: Me pierdo un poco con las etiquetas, seguramente porque no me rijo en absoluto por ellas, ni yo ni el grupo a la hora de enfocar nuestra música. Pero bueno, teniendo en cuenta que no creo haber hecho folk nunca, pudiera ser… He leído alguna crítica por ahí que la definía como rockabilly sui generis o algo así.
Hay un equilibrio también por la parte más introspectiva, siempre dejáis un margen para componer canciones más “hacia adentro”, por llamarlo de alguna manera, ¿o es una impresión equivocada?
Manolo Bertrán: No, tienes razón, siempre ha habido canciones de corte introspectivo en nuestro repertorio. Nunca hemos sido un grupo demasiado extrovertido.
¿Queda Doctor Divago para rato? Muchas bandas de vuestro mismo perfil, aunque puede que no con idéntico prestigio, ya han tirado la toalla en la actual situación actual de precariedad.
Manolo Bertrán: Bueno, nosotros somos Doctor Divago, hay algo que nos impulsa a seguir y, por otra parte, como no tenemos intención de volver, nunca nos hemos ido. No lo sé, la verdad es que no hacemos planes más allá de los inmediatos, nunca los hemos hecho. Quizá ese vivir el momento y el día a día haya sido una de las claves de nuestra longevidad.
¿Es cierto que hoy los músicos viven exclusivamente de los conciertos?
Manolo Bertrán: Noooo, en absoluto. Sé que se extendió hace tiempo esa especie de leyenda urbana, como una buena excusa para no comprar discos entre otras cosas. Habrá algunos que sí, pero no es el caso de la mayoría. Nosotros hemos llenado la nevera siempre con otras actividades, aunque vivamos para esto. Lo que también te puedo decir es que el dinero que nos entraba de derechos de autor hasta hace unos años, sin darnos tampoco para vivir ni mucho menos, superaba de largo al de los directos. Y desde luego, hoy en día es realmente difícil para un grupo como nosotros hacer una gira en condiciones que resulte mínimamente rentable.