No cabe la menor duda de que se ha escrito y mucho sobre la figura de Enrique Bunbury. Quizás no sería desacertado hablar de miles y miles de páginas que han dado forma a libros, entrevistas y artículos de opinión, muchos de los cuales abundan en la red, que nos han acercado de manera muy sesuda, acertada y, sobre todo en algunos casos, de forma muy minuciosa a la figura del enorme músico zaragozano.
Ante tanta acumulación de textos con enfoques variados, aunque casi siempre observados desde primas similares, es toda una satisfacción encontrar en ese absoluto pozo sin fondo obras como "Bunbury Experimental" -Efe Eme-, el libro firmado por Juanjo Ordás, en el que el periodista musical se aproxima a la carrera del artista aragonés de una forma muy particular y acertada, a través del análisis de aquellos de sus trabajos que tienen por común denominador la experimentación.
Aquellos discos que en su trayectoria podríamos calificar como de búsqueda, que en algunos casos son los que menos suelen trascender en las conversaciones comunes sobre su música, quizás los grandes olvidados entre el favor del público y de la crítica, pero que en el caso de un artista hiperactivo por inquieto, tienen un peso en ocasiones mayor en su obra del que podría esperarse, al ser en muchos casos las piedras de toque que le aproximan a discos destino que sí suelen ser aplaudidos de forma rotunda por el común de los mortales.
Es ahí donde Juanjo Ordás se sumerge, y de qué forma, en los entresijos, vicisitudes y todos los pormenores que han dado forma a obras como "Radical Sonora", "Panero", "Bushido" y "Palosanto", con atención especial a los músicos que colaboraron en las grabaciones, a los que otorga voz, a los colaboradores, que hacen sesudos análisis de los álbumes, al cuidado de los textos, que se desmenuzan en ocasiones con precisión quirúrgica, los sonidos, extrapolándolos a lo que se hacía de manera coetánea en los años en que se editaron, y en definitiva a la sinuosa búsqueda de un camino, repleto de paisajes, que nos embarca en un recorrido con un punto de partida y un final aún por escribir, que no hace sino mostrarnos a un artista con mayúsculas al nivel de tantos contemporáneos surgidos en el contexto internacional.
Un libro sesudo y de análisis intenso que hará las delicias de los iniciados en la discografía del aragonés errante, sobre todo por la cantidad de datos que maneja, por su atrevimiento y valentía; además de por estar cargado de una sana densidad que no afecta a su poder adictivo y altamente pedagógico.
Con este "Bunbury Experimental", Juanjo Ordás nos coloca en el kilómetro cero de muchas de las encrucijadas sonoras que han definido la trayectoria del músico zaragozano en su carrera solista, dando voz y amplificando el sonido de aquellos discos que mantuvieron a Enrique inmerso en el recorrido, sin los que otras obras mayúsculas quizás nunca hubieran existido.