Uno de los grandes discos que nos legó el año que acabamos de dejar atrás es sin lugar a dudas "Episodio Aparentemente Letal", el trabajo con el que comienza a moverse el casillero musical de Le Voyeur, peculiar banda tras la que se esconde el nombre de Miguel Marcos en su nueva andadura tras dar por finiquitada la existencia de Le Voyeur Méndez.
Un trabajo caleidoscópico, intenso y sinuoso de trasfondo inequívocamente pop, aunque con parada en estilos tan diversos como el kraut-rock y la psicodelia, plagado de letras ingeniosas, marcadamente críticas, que acaban convirtiéndose en adictivas a las pocas escuchas.
Con una repercusión mediática, tanto en lo que a público como a medios se refiere, en progresivo crecimiento y ante la perspectiva de una gira plagada de fechas y ciudades por recorrer, nos hemos puesto en contacto con Le Voyeur para que nos hagan hueco en su maravilloso psiquiátrico rock.
Si os parece dado que es la primera vez que hablamos con vosotros, nos gustaría conocer algo. ¿En qué momento y de qué forma surge esa maravillosa locura llamada Le Voyeur tras dar finiquito al anterior proyecto, Le Voyeur Méndez?
Miguel: Le Voyeur resurge de las cenizas, aún ardientes, de Le Voyeur Méndez. Mi anterior proyecto personal con el que ya he grabado 2 discos, el primero de ellos en 2009 en LIPA (Escuela-Estudio de Paul McCartney en Liverpool) con la producción de Nacho Mastretta. Ya han pasado casi 10 años desde entonces. Evidentemente, el ADN de mis canciones sigue ahí dentro pero el tiempo hace que los muebles vayan cambiando de lugar y que tengamos que ir comprando nuevos electrodomésticos, aunque el espacio es el mismo, y así es como llegamos a nuestra casa Le Voyeur. Bienvenidos.
Entendemos que dar por finiquitada una aventura ya comenzada, debe ser una decisión difícil de tomar. ¿A qué se debió ese renacimiento musical?
Miguel: La verdad es que no ha sido una ruptura, sino más bien una continuación. Un viaje hacia otro lugar. De hecho estamos recuperando algunas canciones de aquellas primeras épocas, vistiéndolas con un traje postindustrial, de baile distópico y terciopelo rock. Pero es verdad, si hay que señalar un punto de inflexión. Hay que hablar de fin de año de 2014.
¿Cómo ha sido el proceso que os ha traído hasta aquí, hasta la publicación de éste maravilloso “Episodio Aparentemente Letal”?
Miguel: El proceso de composición y pre-producción de este disco ha sido largo, emocionalmente muy complicado y maravilloso en cuanto al camino creativo. Para situarnos, Episodio Aparentemente Letal es el diagnóstico clínico pediátrico de una muerte súbita no consumada. Ese fin de año de 2014 tuve a mi hija muerta en mis brazos durante la eternidad de un minuto. Después resucitó. Recomponerse de algo así nos llevó bastante tiempo. Mi terapia fueron las canciones. Mi estudio de grabación fue el templo donde me refugiaba para llorar, sudar, sangrar, componer, grabar y volver a empezar. Por suerte y desde la perspectiva que te regala el tiempo, aquello quedó en el peor susto de nuestra vida, materializándose en este disco que fue mi psicólogo, mi psiquiatra, mis pastillas y mi centro emocional.
Hablando del disco propiamente, lo primero que debo hacer es felicitaros. Me ha gustado mucho la intensidad, la fuerza y la valentía que habéis demostrado con éste debut. Se nota que os habéis quedado realmente a gusto, ¿verdad?
Miguel: La verdad es que sí, muy contentos de poder convertir en pixel las lágrimas de este Episodio Aparentemente Letal y hacer lo que realmente dictan las leyes del corazón sin pensar lo que supone hacer un producto para entrar en el mercado. Al final la satisfacción se multiplica, si transmite verdad y consigue la increíble aceptación que ha tenido entre crítica y público.
Dentro del mismo encontramos mucha crítica, elegante y en ocasiones muy frontal, psicodelia y una tendencia musical nada evidente hacia el krautrock-postrock- rock y el pop. ¿Cómo definirías vosotros lo que hacéis?
Miguel: Nosotros cocinamos Rock con diferentes ingredientes como el Kraut, el Noise o la No Wave neoyorquina, entre otros ingredientes de los muchos que nos gustan...Siempre cocinando en nuestra Cocina Gulag con vistas a una Navidad permanente.
¿Qué me decís si os digo en primeras escuchas el disco parece áspero, una tendencia que cambia en la tercera escucha, donde la vertiente pop parece imponerse?
Miguel: Este disco ha tenido un proceso de pre-producción tan largo que por su propia arquitectura sonora ha acabado en un lugar barroco con bastantes capas sonoras, mucho contrapunto y maravillosos arreglos que iba apareciendo por el camino. Eso sofisticaba las propias melodías que diluyendo su importancia hasta asesinar al mensajero. Pero si desnudas las canciones de este disco llegas a esa conclusión. Es un gran disco de canciones pop.
El primer latigazo que soltáis es “Qué Bello Es”, donde entre líneas uno aprecia una crítica bastante satírica contra la humanidad, algo similar ocurre en otros temas como “Error 404”. ¿Tan absurda llega a ser en ocasiones la humanidad?
Miguel: Es la velocidad del consumo lo que realmente hace absurda esta sociedad. Esta voracidad hace que hoy en día las redes sociales se hayan convertido en el espejo de esta sociedad urgente, censurada e hipócrita. Un amplificador del ego. Algo así como el espejo en el que se mira la bruja de Blancanieves.
Otra de las canciones que destacaríamos es la maravillosa “Cocina Gulag”. ¿Cuál es la historia de esa canción?
Miguel: Es el Viaje al Fin de la Noche de Céline visto desde el caleidoscopio de J.G.Ballard con la bendición de la Velvet Underground. O todo lo contrario.
Por cierto, atendiendo a los títulos da la sensación de que Le Voyeur tiene una obsesión prosoviética – “Stalingrado” y “Cocina Gulag”-. ¿Sigue siendo la imagenieria de la segunda guerra mundial y de los regímenes totalitaria tan atractiva para utilizarla en las canciones?
Miguel: La historia del siglo XX es la correa de transmisión de nuestro día a día. Tenemos que recordar de dónde venimos. Para poder hacer un ejercicio de reeducación con nuestros hijos. Hay demasiadas lagunas y conductas aprendidas que ya van a ser muy difíciles de modificar. Es importante hablar de los Campos de Concentración Nazis al mismo nivel que los Gulags Soviéticos. Siempre ha habido una responsabilidad moralista cuando nos han enseñado nuestro pasado. Deberíamos de ir todos los días al gimnasio de la A-Moralidad.
¿De verdad creéis que faltan zonas de confort para el amor?
Miguel: Desde luego, el Amor probablemente sea el lugar más incómodo a todos los niveles. El Amor no es capaz de mover tanto dinero como el Odio. Es el equilibrio inestable en el que vivimos. Una economía liberal postcapitalista en la que Ronald McDonald es devorado por los hijos de Saturno.
Entre vosotros y yo. ¿Os sentís privilegiados al contar con un letrista de lujo como Bruno Galindo en vuestras filas?
Miguel: Bruno Galindo es amigo y colaborador mío desde hace muchos años. En realidad, cuando invité a Bruno a entrar en la banda, muchas de las letras de las canciones ya estaban casi cerradas con ese ADN y esa violencia oscura que sobrevuela el elemento trágico del que surge este disco. Entonces estaban ya escritas o le faltaban pocos versos. Lo que realmente hice con Bruno fue arreglar los versos de 3 patas, 5 dientes y 7 ojos. Un trabajo fundamental.
En lo puramente musical escuchando vuestros temas es evidente la conexión musical que sentís hacia artistas que amamos tanto en ésta casa como Javier Corcobado, Carlos Ann, Germán Coppini o Mariona Aupi. ¿Vamos muy desencaminados?
Miguel: Bueno, en el fondo estás hablando de 4 amigos, unos más que otros, pero son artistas a los que queremos y respetamos profundamente. Es más, excepto el malogrado Coppini que en la gloria esté, me consta que a los otros 3 artistazos que nombras les gusta mucho nuestro nuevo disco.
¿Nos hemos dejado algún miembro de nuestro panorama al que os sintáis cercanos estilísticamente?
Miguel: A nivel nacional están pasando cosas interesantes, como León Benavente, Triángulo de Amor Bizarro, Rufus T. Firefly o el Columpio Asesino por ejemplo. Por decir algo. A nivel internacional, no podríamos ocultar nuestra debilidad por Nick Cave & The Bad Seeds, The National, Magazine, Pulp, Tom Waits, Tindersticks, o bandas más Jovenes como Fat White Family, Epic Rain, Shilpa Ray, etc...Una lista sin fin.
Tenéis entre manos una gira de lo más extensa. ¿Cómo está funcionando hasta la fecha? ¿Y qué expectativas tenéis?
Miguel: La verdad es he estamos sorprendidos por la increíble respuesta que está teniendo "Episodio Aparentemente Letal" tanto a nivel de crítica, como de público. Ahora tenemos por delante 20 conciertos y 4 festivales confirmados. El primero de ellos el Festival Winter Indie City en Segovia el próximo Viernes 12 de Enero.
Sois un grupo relativamente desconocido, con la dificultad que eso conlleva en una escena donde cada vez es más difícil acceder a una hipotética clase media. ¿Cómo valoráis la situación actual de nuestra música? –Bandas, medios, salas, festivales-
Miguel: Hemos llegado a un punto en el que se ha hecho pedazos el mercado de la industria musical, creando nichos de mercado y de consumo mucho más concretos y a la vez más perecederos. La democratización de la música ha permitido que cualquiera pueda grabarse un disco en su "home studio" para colocarlo después en Spotify y acabar auto-promocionándolo a través de sus redes sociales. Por lo tanto, han desaparecido los intermediarios. El modelo ha cambiado. El tablero sobre el que se juega ya no es el de hace 10 años, ni siquiera el de hace 3. Las reglas han cambiado y hay que adaptarse a ellas. Cada vez se estiran más los polos, por un lado hay más talento y por el otro más mediocridad. No hay filtro, es algo así como morir en Instagram.
¿Qué verá todo aquel que se acerque a uno de los conciertos de Le Voyeur?
Miguel: Una liturgia de rock vanguardista en un no-lugar.
¿Qué planes de futuro manejáis a corto y medio plazo?
Miguel: De momento seguir presentando este "Episodio Aparentemente Letal" por toda España, también tenemos una gira por Portugal en Febrero y unos cuantos festivales. Mientras tanto ya estamos grabando y pre-produciendo nuevas canciones que verán la luz hacia Octubre 2018. De todas formas, el futuro es un lugar sobrevalorado.